Pakistán denuncia intentos de sabotear su relación con China

El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, acusó este martes a un grupo insurgente de intentar dañar la relación entre su país y China, tras una serie de ataques en la región de Baluchistán que dejaron más de 70 muertos.

Según Sharif, estos ataques buscan frenar las inversiones chinas en el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), un proyecto de infraestructura valuado en 60 mil millones de dólares.

Los ataques, que se produjeron en un periodo de 24 horas, afectaron principalmente a civiles y a las fuerzas de seguridad.

El Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA), un grupo separatista de la región, se atribuyó la responsabilidad de los atentados, que coincidieron con el aniversario de la muerte de un líder baluchi en 2006.

En uno de los incidentes más mortíferos, al menos 22 personas fueron asesinadas después de que los insurgentes revisaran sus documentos de identidad.

Este tipo de violencia, explicó Sharif, tiene como objetivo socavar la estabilidad de Pakistán y alejar a China, un socio clave en el desarrollo de infraestructuras en el país.

Beijing, por su parte, expresó este martes su «enérgica condena» a los ataques terroristas de las últimas horas en Pakistán, así como sus sentidas condolencias a los familiares de las víctimas a través del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Lin Jian.

E indicó que China está dispuesta a fortalecer aún más la cooperación antiterrorista y de seguridad con Pakistán para salvaguardar conjuntamente la paz y la seguridad regionales,

Baluchistán, una región rica en recursos naturales como oro, gas natural y cobre, ha sido escenario de tensiones durante décadas. Los grupos separatistas acusan al gobierno de Islamabad de explotar estos recursos sin ofrecer una compensación justa a la región.

En los últimos años, los ataques contra ciudadanos chinos en Pakistán han aumentado, exacerbando las tensiones.

Islamabad ha vinculado el incremento de la violencia con la toma de poder de los talibanes en Afganistán en 2021.

Sharif concluyó que los insurgentes «se equivocan si creen que pueden establecer su control asesinando a paquistaníes inocentes», subrayando que el gobierno paquistaní continuará con sus esfuerzos para garantizar la seguridad y avanzar en los proyectos del CPEC, a pesar de las amenazas insurgentes.