Ecologistas denuncia la apuesta de Ayuso por los coches mientras Madrid roza los límites de contaminación

El equipo de Isabel Díaz Ayuso prepara los planes sobre el transporte en la Comunidad y el impacto del cambio climático y la contaminación en sus ciudadanos durante la próxima década. El gobierno regional publicó este verano su Estrategia de Energía, Clima y Aire para 2030 y su Avance del Plan de Carreteras 2025-2032, dos documentos preliminares que Ecologistas en Acción tacha de “continuistas” y “contradictorios”, ya que se pretende reducir las emisiones mientras se impulsa el tráfico de coches.

Estos dos planes, especialmente el primero, serán el pilar de la reducción de la contaminación atmosférica que respiran cada día los madrileños en una región que incumplió durante 11 años los límites de partículas fijados por Bruselas, hasta que en 2022 aprobó por la mínima el examen. Sin embargo, el plan de calidad del aire promete reducir la contaminación atmosférica, al mismo tiempo que el de carreteras contempla un aumento del tráfico del 42% en la Comunidad en 2032 frente a 2019.

“Es un plan continuista y negacionista con el cambio climático”, recalca Mariano Pérez, miembro de Ecologistas y uno de los encargados de supervisar el macroproyecto de carreteras de Ayuso. “Es una apuesta clara por el coche privado y un guiño a las constructoras, cuando en Europa se está hablando de potenciar el transporte público”, añade.

El Avance del Plan de Carreteras 2025-2032 está todavía en una fase muy temprana de elaboración y a principios de octubre acabó el plazo para que organizaciones y empresas mandasen sus recomendaciones para cambiar el proyecto inicial. Este plan incluye construir cinco nuevas carreteras y duplicar otras cinco, con un presupuesto de 565 millones de euros. También contempla la construcción de 400 kilómetros de carriles bici, con un coste de 121,3 millones.

La organización ecologista envió a la Comunidad de Madrid alegaciones a este documento reclamando que se dé marcha atrás en la construcción de nuevas vías, ya que no están justificadas con el nivel de tráfico que circulará por ellas. También critica que el plan de expansión de las carreteras se basa en una previsión de que la circulación de coches crecerá un 42%, una cifra incompatible con el objetivo europeo de reducir emisiones un 55% en 2030.

Al mismo tiempo que el plan de carreteras espera un incremento drástico de vehículos, la propia Comunidad reconoce en su Estrategia de Energía y Clima que “el tráfico rodado es la fuente más relevante en las emisiones de NOx y PM2,5 y, por tanto, sector prioritario al que deben dirigirse las medidas del Plan de Calidad del Aire”.

La Estrategia está más avanzado que el proyecto de expansión de carreteras y acaba de terminar su primer proceso de consulta pública, en el que también ha presentado alegaciones Ecologistas en Acción. Su principal crítica es que el plan para la reducción del ozono en la Comunidad de Madrid se pospone hasta que termine los trabajos de investigación que está llevando a cabo la Consejería de Medioambiente con la Universidad Politécnica para entender el proceso de formación de este gas dañino para la salud.

“Casi ninguna Comunidad en España tiene un plan contra el ozono y es el contaminante que más se salta la normativa. Se escudan en que es secundario y complejo, y es cierto, pero llevamos muchos años así y no podemos seguir posponiéndolo”, declara Juan Bárcena, responsable de Calidad del Aire de Ecologistas.

Otra de las críticas de la ONG es que el Plan de Mejora de Calidad del Aire, incluido en la Estrategia de Energía y Clima, no dedica medidas para reducir la contaminación del aeropuerto de Barajas. Según el Avance publicado por la Comunidad, esta infraestructura solo representa entre el 1% y el 2% de la contaminación por dióxido de nitrógeno en Madrid. Sin embargo, Ecologistas recuerda que el inventario de emisiones atmosféricas que publica cada año el gobierno regional recoge que las emisiones del tráfico aéreo de Barajas, son por mucho la principal actividad responsable de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).

Juan Bárcena señala además que el Plan de Calidad del Aire tampoco incluye una previsión de cuáles serán los niveles de contaminación atmosférica de la Comunidad en los próximos años, ya que todavía se tienen que los técnicos todavía tienen que hacer más simulaciones, según se lee en la Estrategia.

Estas previsiones son la clave, dice el experto en contaminación de Ecologistas, porque permiten ver cómo impactará el Plan de Calidad del Aire sobre la contaminación de Madrid. Bárcena recuerda que la Comunidad se quedó en 2022 en el límite legal permitido por la Unión Europea de dióxido de nitrógeno (NO₂), establecido por la Directiva en 40 microgramos por metro cúbico. El propio Plan que prepara la Comunidad reconoce que esta Directiva será mucho más estricta en 2030, por lo que habrá que tomar medidas drásticas para no volver a incumplirla.