Se asentaron al sur del país hace más de 500 años. Hoy, con algo más de 35.000 personas, la comunidad se enorgullece de su linaje y difunde su cultura
Desde la época del Imperio Inca, los Saraguro llegaron a Ecuador por orden de Huayna Cápac, el undécimo y antepenúltimo Inca del Tahuantinsuyo. La etnia Saraguro, de la nacionalidad kichwa, se asienta principalmente en Loja, al sur del Ecuador. A pesar de los siglos, esta comunidad ha logrado conservar sus tradiciones y cultura.
Con una población que supera los 35.000 habitantes, los saraguro son orgullosos de su estirpe y de sus costumbres, pues cuidan su linaje y se considera que hablan el kichwa más puro.
Aunque el origen de la comunidad y la etimología de su nombre no tiene una definición clara, se cree que el significado de Saraguro está relacionado con el maíz, el nombre podría traducirse como Tierra del Maíz u Olla del Maíz. Este grano no solo es importante en la actividad económica y festiva de los saraguro sino que tiene un significado simbólico que se remonta al Imperio Inca. Según una investigación de Byron Gualán, “la semilla del maíz simboliza la importancia de la agricultura en el esquema civilizatorio del Tahuantinsuyo”.
Los historiadores que han estudiado a la comunidad indígena sugieren que los saraguro fueron mitimaes que llegaron a Ecuador por orden de Huayna Cápac, cuando este emprendió una de sus conquistas. Los mitimaes eran los miembros de un grupo indígena que durante el predominio de los incas era “trasplantado a una región distinta de su zona de origen con fines políticos y administrativos”, según recoge la Real Academia Española.
De acuerdo con la investigación de María Gabriela Andrade de la Universidad Tecnológica Equinoccial, el Saraguro “se distingue por sus rasgos faciales hermosos y delicados, es de alta estatura de recia complexión anatómica muy tranquila, alegre y sobre todo muy inteligente”.
Aunque la mayor parte de la población saraguro habita en el cantón Saraguro de Loja, donde se establecieron hace más de 500 años; hay grupos dispersos en la provincia de Zamora Chinchipe y en parte del Perú.
Vestimenta negra y elegante
La vestimenta de los saraguros es una de las más distintivas y elegantes del país. Según se recoge en la Enciclopedia de Ecuador, los miembros de esta comunidad “visten con sumo aseo y relativa elegancia”.
Los hombres utilizan una kuschma negra, una prenda similar a una camisa sin mangas y sin cuello, que se elabora con lana de oveja. Lucen un poncho negro que se usa, principalmente, en eventos de gala. Llevan un cinturón de cuero con perillas de plata. También visten un pantalón corto negro a la altura de las rodillas. Además, utilizan una prenda de color blanco que cubre la parte delantera de las piernas que se llama zamarro.
Una de las características de los varones de esta etnia es el cabello largo, recogido en una trenza. Para los saraguro, el cabello largo es una manifestación de fuerza y sabiduría.
Por su parte, las mujeres utilizan una falda ancha negra de lana, con pliegues verticales. Esta prenda se conoce como anaco. Por debajo de esta llevan una pollera. También usan una faja, similar a un cinturón, con bordados de colores, para sujetar el anaco y la pollera. Esta prenda representa la fertilidad de las mujeres. Además, usan una bayeta negra de lana de oveja para cubrirse del frío. La blusa de las mujeres saraguro se caracteriza por sus bellos bordados y colores.
El atuendo de las mujeres saraguro se complementa con joyas tradicionales: los aretes, una cadena, una wallka que es un collar tejido de múltiples colores y un tupu, una joya de plata con una perla que sirve para sujetar la bayeta. El tupu suele ser de plata y es un elemento que se hereda de madre a hija.
Tanto hombres como mujeres utilizan un elegante sombrero de lana elaborado con una técnica especial que le da consistencia e impermeabilidad, lo que los hace resistentes a la lluvia. Solo los Saraguro conocen cómo fabricar dichos sombreros que pueden pesar hasta una libra y media.
Tradiciones y turismo comunitario
Las tradiciones de los saraguro incluyen celebraciones y ofrendas a la Pachamama (Madre Tierra). En estos eventos agradecen por las cosechas y piden protección. También realizan rituales en los solsticios de verano e invierno, que incluyen danzas y ofrendas.
El velorio del guagua (como se dice a los bebés en kwicha) es una de las tradiciones novedosas de la etnia y se realiza cuando un bebé fallece. El velorio puede durar varios días, el cuerpo del pequeño se prepara y se viste con ropa nueva. Se le coloca una corona de flores y se cubre con una manta.
Durante el velorio, la familia y los miembros de la comunidad se reúnen para ofrecer su respeto y llorar al bebé. Cantan, hacen oraciones y queman sahumerios para la purificación del lugar. También ofrecen alimentos y bebidas para el bebé fallecido. A estas ofrendas las colocan en una mesa que está cerca del bebé. Luego se entierra al niño en compañía de su familia y de la comunidad.
En los últimos años, en Saraguro el turismo comunitario se ha desarrollado no solo como una fuente de ingresos para sus habitantes sino como una manera de difundir su cultura y tradiciones.
Este tipo de turismo involucra a los miembros de la comunidad y tiene por objetivo minimizar los impactos negativos en el medio ambiente y en la cultura local.
El cantón Saraguro tiene algunos lugares de interés turístico como su parque central, la iglesia de San Lucas, una de las más antiguas de la región, y el museo de la cultura saraguro. Además, en el lugar se puede apreciar la arquitectura tradicional de este pueblo. Las casas, por ejemplo, están construidas con adobe y madera y sus techos son de teja.
Asentados a 2.863 metros sobre el nivel del mar, los saraguro mantienen su legado milenario a través de su lenguaje, vestimenta y tradiciones. Esta es una de las etnias mejor preservadas del Ecuador.
infobae.com
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