Antonio Gracia Maximo lider de ELN
La situación descrita en el escrito refleja una preocupación por parte de una organización político-militar insurgente. Para promover la paz y resolver los conflictos, es esencial que se establezca un diálogo constructivo y respetuoso entre todas las partes involucradas.
Es importante reconocer y entender las motivaciones y objetivos del ELN como organización. Aunque puede haber diferencias ideológicas y estratégicas, negar la validez de su existencia y su papel como interlocutor en el proceso de paz no contribuye a la construcción de un ambiente propicio para la resolución pacífica de los conflictos.
El diálogo es el principio de toda negociación ya que pueden afectar la confianza y la disposición de las partes a participar en esos encuentros para buscar la paz en Colombia. Es fundamental que se respete la labor de la Delegación del Gobierno, los países garantes, los acompañantes permanentes (como la Iglesia y la ONU) y los países acompañantes para mantener la integridad del proceso de paz.
Es importante también, destacar que el enfoque gubernamental no debería limitarse únicamente a su propia estrategia prefigurada, sino que debería estar dispuesto a considerar y acordar propuestas presentadas por el ELN u otros actores involucrados en la búsqueda de la paz. Esto implica una apertura a nuevas ideas y soluciones que puedan surgir durante los diálogos.
En cuanto a la referencia a la Doctrina de Guerra de Baja Intensidad imperialista, es esencial evitar generalizaciones y estigmatizaciones infundadas. En lugar de centrarse exclusivamente en atacar al “enemigo interno”, es necesario abordar de manera integral los problemas relacionados con el narcoparamilitarismo, la corrupción y las violaciones de derechos humanos por todas las partes involucradas, incluidas las fuerzas armadas.
Es fundamental que se promueva la transparencia y la claridad en la comunicación por parte del gobierno. Si se cuestiona la representatividad de la Delegación del ELN, es necesario que el gobierno aclare públicamente su posición al respecto. La confianza en el proceso de paz se verá fortalecida si todas las partes involucradas se reconocen y respetan mutuamente como interlocutores válidos.
Para prevalecer la paz, es esencial promover un diálogo respetuoso, inclusivo y transparente entre el gobierno y el ELN. Esto implica reconocer las motivaciones y objetivos de ambas partes, evitar generalizaciones infundadas, respetar la labor de los garantes y acompañantes, y estar dispuestos a considerar propuestas alternativas. La construcción de la paz requiere de un lenguaje coherente y un camino claro hacia la reconciliación y la resolución pacífica de los conflictos.
Boletín de prensa que acaba de dirigir a los colombianos el ELN sobre la pausa en los diálogo de paz que se realiza entre el gobierno de Colombia con el grupo insurgente del ELN .
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