
El Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos Ex CCDTyE «Pozo de Banfield» ha sido reconocido como el primer Sitio de Memoria del MERCOSUR en Argentina, marcando un hito en la preservación de la memoria histórica y la lucha por los derechos humanos en la región. Este reconocimiento fue otorgado por el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del MERCOSUR (IPPDH) en el marco de los 50 años de la conformación del Plan Cóndor, un esquema represivo regional que dejó profundas cicatrices en los países del Cono Sur.

El acto de señalización tuvo lugar el pasado 4 de diciembre en la sede del espacio, ubicado en Luis Siciliano 1773, en la localidad de Banfield, partido de Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. La ceremonia contó con la participación de importantes figuras vinculadas a la defensa de los derechos humanos, como Andressa Caldas, Directora Ejecutiva del IPPDH; Juan Martín Mena, Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires; Matías F. Moreno, Secretario de Derechos Humanos de la PBA; Federico Otermin, Intendente de Lomas de Zamora; y Elsa Pavón, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo.

Además, estuvieron presentes familiares y víctimas restituidas que vivieron los horrores del Pozo de Banfield, como Paula Logares y Victoria Moyano, quienes compartieron sus testimonios sobre la apropiación y desaparición forzada que sufrieron sus familias. Estas historias personales son un recordatorio de las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en este centro clandestino durante la última dictadura militar argentina.
Un reconocimiento regional para preservar la memoria
El sello MERCOSUR, elaborado por el IPPDH bajo el mandato de la Reunión de Altas Autoridades sobre Derechos Humanos (RAADH), tiene como objetivo identificar, señalizar y preservar los lugares donde ocurrieron graves violaciones a los derechos humanos. Este compromiso busca fortalecer los pilares fundamentales de la Memoria, la Verdad, la Justicia y la no repetición, promoviendo acciones concretas contra la impunidad y el negacionismo.
La señalización del Pozo de Banfield adquiere especial relevancia en el contexto del aniversario número 50 del Plan Cóndor, una operación represiva coordinada entre dictaduras del Cono Sur que perpetró crímenes sistemáticos contra miles de personas. En este marco, otros países también avanzan en la identificación de sitios vinculados a estos crímenes. Por ejemplo, Paraguay recientemente declaró al Museo de la Justicia como Sitio de Memoria y Conciencia, destacando su labor en la defensa de los derechos humanos desde el hallazgo del “Archivo del Terror”.
El Pozo de Banfield: historia y recuperación
El Pozo de Banfield fue uno de los Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) que operaron bajo el “Circuito Camps”, un esquema represivo caracterizado por un tratamiento sistemático y específico hacia las personas detenidas. Este centro tuvo un rol particular dentro del plan sistemático de aniquilamiento implementado por el régimen militar.
La recuperación del sitio comenzó tras el retorno a la democracia en Argentina. Organismos locales de derechos humanos, junto con vecinos y vecinas, se organizaron para visibilizar su importancia histórica y exigir su desafectación como dependencia policial. Finalmente, el 30 de agosto de 2006, mediante el decreto provincial 2.204/06, se dispuso su uso para la creación de un espacio dedicado a la memoria y promoción de los derechos humanos.
En septiembre de 2015 se firmó un convenio interjurisdiccional entre la Secretaría de Derechos Humanos nacional, provincial y el municipio de Lomas de Zamora para gestionar el espacio. Desde diciembre de 2019 se han realizado importantes avances en su puesta en valor: se restauraron sectores clave como las celdas, la maternidad y la sala de tortura; además, se convocó a la comunidad para facilitar el acceso a derechos mediante servicios brindados por reparticiones nacionales, provinciales y locales.
La importancia del reconocimiento
El reconocimiento como Sitio de Memoria del MERCOSUR no solo destaca el valor histórico del Pozo de Banfield, sino que también refuerza el compromiso regional con la promoción y defensa de los derechos humanos. Este espacio simboliza la lucha contra el olvido y la impunidad, siendo un lugar donde las nuevas generaciones pueden aprender sobre las atrocidades del pasado para garantizar que no se repitan.
En un contexto global donde las narrativas negacionistas intentan distorsionar hechos históricos, iniciativas como esta cobran especial relevancia. La memoria no solo es un derecho; también es una herramienta para construir sociedades más justas e inclusivas.
Un llamado a la acción
La señalización del Pozo de Banfield como Sitio de Memoria del MERCOSUR es un paso importante hacia el fortalecimiento de políticas públicas que protejan los derechos humanos en América Latina. Sin embargo, este logro también implica un llamado a seguir trabajando colectivamente para preservar otros espacios históricos vinculados a violaciones masivas.
La memoria es un puente entre pasado y futuro. Reconocer y proteger estos lugares es una forma poderosa de honrar a las víctimas y garantizar que las generaciones venideras vivan en sociedades donde los derechos humanos sean respetados plenamente.
