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La controversia desatada tras la inclusión del presidente colombiano Gustavo Petro en la Lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos (conocida mundialmente como la Lista Clinton) continúa ganando fuerza y trascendiendo fronteras. La decisión, anunciada el 24 de octubre de 2025 e impulsada por el gobierno estadounidense, incorporó al mandatario, junto a su exesposa Verónica Alcocer, su hijo Nicolás Petro Burgos y el ministro del Interior Armando Benedetti, a un listado que suele reservarse para individuos vinculados con el crimen organizado y el narcotráfico.
La medida generó una reacción inmediata del propio presidente Petro, quien convocó a la ciudadanía mundial a unirse a una campaña para exigir la eliminación de su nombre y el de su familia de dicho registro. Según el mandatario, su inclusión no responde a acusaciones sustentadas, sino a su postura pública frente a conflictos internacionales, en particular su condena al genocidio en Gaza y su insistencia en denunciar presuntas ejecuciones extrajudiciales cometidas por Estados Unidos en el Caribe.
La iniciativa tomó forma oficial el 16 de noviembre de 2025, cuando Petro difundió a través de su cuenta de X una petición publicada en la plataforma Change.org. Organizaciones sociales, académicos, defensores de derechos humanos y ciudadanos de distintas regiones del mundo se sumaron al llamado, argumentando que la medida norteamericana vulnera principios esenciales del derecho internacional y afecta la soberanía colombiana. “Inicia la campaña mundial Colombia Libre. Pronuncie la frase ‘Colombia libre’ y firme la solicitud. Que el mundo inunde la Casa Blanca”, escribió el mandatario al difundir el enlace.
La autora de la solicitud, Lilia Solano Ramírez, sostiene que la inclusión del presidente colombiano desconoce garantías básicas como el debido proceso y la territorialidad de la ley. El documento dirigido a la administración de Donald Trump afirma que la decisión constituye “un acto unilateral que pasa por encima de la soberanía de Colombia” y exige al presidente Trump, al vicepresidente J. D. Vance y al secretario de Estado Marco Rubio el respeto a los derechos del jefe de Estado colombiano.
Inician campaña mundial Colombia Lbre
Pronuncie la frase Colombia libre y firme la solicitud. Que el mundo inunde la Casa Blanca.https://t.co/fwMpimAKVT
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 16, 2025
La petición insiste en que no existe evidencia que vincule a Petro con actividades del narcotráfico y que, por el contrario, los resultados del actual gobierno en materia de incautaciones de cocaína superan ampliamente los de administraciones anteriores. Asegura además que grupos criminales y redes del narcotráfico identifican en Petro una amenaza directa debido a su postura crítica frente a la política antidrogas tradicional y a su insistencia en reformarla. Bajo este argumento, los firmantes consideran que la medida estadounidense es una represalia política que intenta deslegitimar la agenda internacional del presidente.
El texto también subraya que el liderazgo de Petro en escenarios globales, especialmente en debates relacionados con la crisis en Oriente Medio y las denuncias contra acciones militares estadounidenses, incomoda a ciertos sectores de poder en Washington. En este contexto, los promotores de la campaña enmarcan la petición en una defensa más amplia de la autodeterminación de los pueblos y la soberanía latinoamericana.
El llamado se extiende a organizaciones, gobiernos locales, colectivos sociales y ciudadanos del mundo para que se sumen a esta exigencia de revisión y retiro del nombre del presidente colombiano de la Lista Ofac. La convocatoria busca consolidarse como un gesto colectivo en defensa de los principios democráticos y de las garantías internacionales que deben amparar a tdo mandatario electo.
Hasta el 15 de noviembre de 2025, la petición había reunido 411 firmas, cifra que continúa en aumento mientras se expande la campaña digital impulsada desde Colombia. Petro también advirtió a sus seguidores sobre la posibilidad de que su cuenta de X sea suspendida debido a su situación, por lo que pidió mantenerse atentos y, en caso de ser necesario, seguirlo en otras plataformas. Asimismo, instó a enviar cartas a las principales autoridades estadounidenses involucradas en la decisión, solicitando el respeto a su libertad de expresión y su salida del listado norteamericano.
La movilización internacional apenas comienza, y su alcance dependerá de la capacidad de la sociedad civil global para presionar una revisión de una medida que sigue generando debate en los ámbitos diplomáticos y jurídicos. En medio de la tensión política entre Bogotá y Washington, la campaña se proyecta como uno de los episodios más significativos en la relación bilateral de los últimos años.
carloscastanedaqprensamercosur.org
