

Hay platos que saben a terraza, a reunión familiar y a tapeo del bueno; uno de ellos es la ensaladilla de gambas. En Andalucía se considera casi religión y no es casualidad: cuando se mima el corte, la cocción y la mayonesa, se logra una mezcla entre cremosa y fresca que entra sola. La clave, repetida por los mejores bares, es picar todo menudo y del mismo tamaño, para que cada bocado sea suave y equilibrado.
La tradición manda gambas blancas de Huelva, excelentes por su sabor delicado, pero si no las encuentras, no pasa nada: cualquier gamba fresca de calidad hará el papel. Además, en días calurosos conviene cambiar la mayonesa por lactonesa o extremar el cuidado de conservación: mejor bien fría y consumida en el día. Y ojo, que hay una versión irresistible con mayonesa de gambas, hecha infusionando el aceite con las cáscaras y cabezas; queda de escándalo.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocción: 35 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 5 minutos (más enfriado)
- Raciones: 4
- Categoría: entrante
- Tipo de cocina: andaluza
- Calorías por ración: 406 kcal (aprox.)

Ingredientes para 4 personas (versión clásica)
- 450 g de patatas
- 200 g de zanahorias
- 1 cucharadita de sal
- 150 g de colas de gambas
- 1 huevo duro tamaño M
- 100 g de atún en conserva (bien escurrido)
- 100 g de mayonesa (o lactonesa si hace mucho calor)
Para quienes busquen bordarla en casa, estos pesos están ajustados para lograr una ensaladilla cremosa, con equilibrio entre mar y huerta, y con un punto jugoso gracias a la gamba bien tratada.
Ingredientes para la mayonesa de gambas (opcional)
- 150 ml de aceite de oliva (ideal virgen extra)
- 1 huevo
- 1 chorrito de vinagre
- Las cabezas y cáscaras de las gambas (para infusionar el aceite)
Esta salsa potencia el sabor a mar de forma brutal, porque el aceite se impregna con los jugos de las cáscaras. Con un minuto de salteado de las gambas y un tostado ligero de las cabezas y carcasas, el aceite queda perfumado y listo para montar una mayonesa de categoría.
Cómo hacer ensaladilla de gambas paso a paso
1) Lava las patatas y las zanahorias. Si las zanahorias son grandes, pélalas para que queden más finas al morder. Cubre con agua fría en una cazuela amplia, añade 1 cucharadita de sal y lleva a ebullición. Cuece entre 30 y 35 minutos según tamaño, hasta que al pinchar con un cuchillo salgan tiernas. Escurre y deja enfriar por completo.
2) Mientras, pon un cazo con agua a hervir. Echa las colas de gambas (limpias) y cuece 2 minutos, lo justo para que se pongan rosadas y firmes. En cuanto pasen esos 2 minutos, corta la cocción con un bol de agua muy fría con hielo. Así quedarán jugosas y con buen mordisco.
3) Reserva unas cuantas gambas enteras para decorar al final (elige las más bonitas) y pica el resto en trocitos pequeños y regulares. Ese tamaño de corte es lo que hace que la textura de la ensaladilla resulte fina y sedosa, sin tropezones demasiado grandes.
4) Cuece el huevo 12 minutos desde que el agua rompa a hervir; después, enfría en agua con hielo, pela y pícalo menudo. El huevo duro aporta cremosidad y un punto salino que redondea la mezcla.
5) Una vez frías, pela las patatas y córtalas en daditos, procurando que el tamaño sea similar al del huevo picado y al de las gambas. Haz lo mismo con las zanahorias. Uniformidad en el corte = textura suave y boca muy agradable.
6) En un bol grande, mezcla patata, zanahoria, huevo y gambas. Incorpora el atún bien escurrido y la mayonesa. Remueve con cuidado para no deshacer la patata en exceso. Ve ajustando la cantidad de mayonesa hasta lograr el punto de cremosidad que más te guste.
7) Prueba de sal y rectifica. Tapa y mete en la nevera al menos 30 minutos, mejor 1 hora. Este reposo en frío hace que los sabores se asienten y la mezcla coja cuerpo, quedando perfecta para servir.
8) Para presentar, puedes usar un aro de emplatar y presionar la mezcla ligeramente para obtener una forma redonda limpia. Corona con las gambas enteras reservadas y, si te apetece, con un toque de huevo duro rallado. Queda vistosa, apetecible y muy de bar andaluz.
Mayonesa de gambas: cómo potenciar el sabor
La variante con mayonesa de gambas marca la diferencia en ocasiones especiales. Para hacerla, dora 1 minuto las gambas peladas en una sartén con un hilo de aceite; retíralas y resérvalas. En la misma sartén, añade las cabezas y cáscaras: aplástalas con una espátula para extraer jugos y cocina hasta que empiecen a tostarse sin quemar. Cuela el aceite resultante y deja que se enfríe por completo.
Cuando el aceite esté frío, colócalo en el vaso de la batidora con 1 huevo y un chorrito de vinagre. Introduce la batidora hasta el fondo y bate sin mover durante unos segundos, subiendo poco a poco cuando empiece a emulsionar. Obtendrás una mayonesa estable, con un perfume a mar delicioso. Si necesitas más cuerpo, añade un poco más de aceite en hilo.
Trucos importantes: usa ingredientes a la misma temperatura, añade siempre un toque ácido (vinagre o limón) para estabilizar y no te pases de calor al tostar las cáscaras, porque amargan. Si hace mucho calor o no quieres usar huevo crudo, opta por lactonesa o por una mahonesa de aguacate y mezcla un poco del aceite de gambas infusionado para dar sabor.
Presentación: ideas para vestirla con gracia
Esta ensaladilla permite varios emplatados. El más minimalista es el individual con aro, pero también queda genial llevarla a mesa en una fuente amplia, cubierta con una fina capa de mayonesa, las gambas enteras por encima y huevo duro rallado. Para celebraciones, servirla en copas o vasos transparentes resulta muy vistoso y práctico, sobre todo en buffets o cócteles.
Como guarnición, unos picos o regañás crujientes son apuesta segura; acompañan sin robar protagonismo. Un chorrito final de aceite de oliva virgen extra o un pellizco de cebollino picado aportan brillo y un toque fresco muy agradable.
Con qué acompañar la ensaladilla de gambas
Si quieres seguir con sabor 100% sur, apuesta por clásicos que le van como anillo al dedo: cazón en adobo, tortillitas de camarones, paella de marisco o solomillo al whisky. Son bocados que comparten personalidad andaluza y crean un tapeo redondo, ideal para compartir.
Otra opción es montar una barra fría con encurtidos, salmorejo, una rusa tradicional y esta ensaladilla de gambas. Juntas forman un combo fresco y variado que siempre triunfa, perfecto para las noches de verano.
Variantes y combinaciones posibles
La base es similar a una ensaladilla rusa, pero aquí manda el marisco. Puedes sustituir las gambas por langostinos de Sanlúcar, cigalas o, si te quieres dar un homenaje, bogavante, o mejillones rellenos. El resultado siempre será más lujoso y marino, manteniendo la cremosidad característica.
¿Te apetece darle un toque distinto? Prueba una versión “gambas al ajillo”: saltea las gambas con ajo y una pizca de guindilla, deja enfriar y añádelas a la mezcla. También funciona una ensaladilla de gambas con palitos de cangrejo si buscas abaratar sin renunciar al rollo marinero. Para los muy fans del pescado, otra alternativa es integrar rape cocido y desmigado.
Si prefieres una mayonesa más neutra, usa aceite de girasol y aroma con unas gotas de limón. Queda ligera y estable, y deja que el sabor de las gambas destaque sin excesos.
Consejos clave de textura, seguridad y conservación
El éxito se decide en detalles: corta todo menudo y uniforme, enfría bien las verduras antes de mezclarlas y manipula con suavidad para no convertirlo en puré. La gama de tamaños igualados es lo que da esa sensación de crema con trocitos perfectos.
En seguridad alimentaria, dos reglas de oro: si usas mayonesa casera con huevo crudo, consúmela en el día y mantenla en frío; si hace calor, mejor lactonesa o mayonesa comercial. Evita la zona de peligro (entre 5 ºC y 60 ºC) y no la dejes fuera de la nevera más de lo imprescindible.
Para realzar el sabor sin saturar: atemperar un pelín antes de servir (5 minutos), terminar con un hilo de AOVE y equilibrar la acidez con una puntita de vinagre o limón si la ves plana. Un toque de sal fina al final despierta el conjunto sin pasarse.
Sobre las gambas: elección y cocción
La tradición andaluza reivindica la gamba blanca de Huelva, fina y elegante, aunque no siempre es fácil de encontrar. Cualquier gamba fresca sirve, priorizando que sea de buena talla y esté bien limpia. La cocción debe ser cortísima: 2 minutos y directo a agua con hielo, para conservar textura y jugos.
Si las compras con cabeza, aprovéchalas para la mayonesa de gambas. Al aplastarlas en caliente, sueltan un jugo concentrado que perfuma el aceite. Colar muy bien es imprescindible para que la salsa quede sedosa y sin impurezas.
Preguntas frecuentes
¿Se puede preparar con antelación? Sí. Puedes dejarla lista y refrigerada, o incluso tener las verduras y las gambas ya cocidas y picadas, y mezclar con la mayonesa en el último momento. Un reposo de 1-2 horas en frío mejora la integración de sabores.
¿Admite congelación? No es recomendable, la patata pierde textura y la mayonesa se separa al descongelar. Mejor hacer la cantidad justa o repartir las sobras rápidamente.
¿Puedo omitir el atún? Claro. Ganarás más protagonismo de gamba. También se puede sustituir por bonito del norte o por un poquito de ventresca escurrida. El objetivo es mantener el equilibrio de grasas y sabor.
- Cocer patatas y zanahorias en agua con sal hasta que estén tiernas; enfriar bien.
- Hervir las gambas 2 minutos y pasarlas a agua con hielo.
- Picar menudo las gambas (reservar algunas enteras para decorar), el huevo duro y las verduras.
- Mezclar con el atún escurrido y la mayonesa (o lactonesa), ajustando la cantidad.
- Probar, salar al gusto y reposar en la nevera.
- Emplatar con aro, decorar con gambas enteras y, si se desea, huevo rallado.
Cuando se busca una ensaladilla de gambas que se recuerde, cuenta el mimo: ingredientes frescos, cortes pequeños, cocción precisa y una mayonesa bien hecha —clásica, infusionada con cáscaras o en versión segura para el verano—. Sumando una presentación cuidada y acompañamientos andaluces, tendrás un entrante fresco, cremoso y con carácter marinero que siempre apetece.
Postposmo
Fuente de esta noticia: https://www.postposmo.com/ensaladilla-de-gambas-andaluza-receta-trucos-y-mayonesa-de-gambas/
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