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INTRODUCCIÓN

En 2020, la Marina de Brasil (MB) consolidó su planificación estratégica de alto nivel de forma realista e innovadora con la aprobación del Plan Estratégico de la Marina 2040 (PEM 2040). Condicionado por documentos de Defensa de alto nivel y orientado por la misión de la Marina, este documento presenta un cuerpo de conocimientos que orienta la planificación de los sectores de la MB, al mismo tiempo que incentiva la participación de la sociedad y de los órganos de gobierno en los procesos de decisión y gestión político-estratégica relacionados con el Poder Marítimo.

En el PEM 2040, identificamos un énfasis sin precedentes en dos aspectos de la función de defensa desempeñada por el Poder Marítimo: la seguridad marítima y la diplomacia naval. En relación al primer aspecto, la seguridad marítima, el PEM 2040 aborda definiciones que complementan los contenidos de la Política Naval y de la Doctrina Militar Naval (DMN), presentando los aspectos de seguridad (seguridad del tráfico fluvial) y protección (protección marítima), e introduce el “Combate por Mar” como nuevo concepto estratégico marítimo-naval intrínsecamente ligado a las complejas y múltiples amenazas que afectan al buen orden en el mar y, por lo tanto, a la seguridad marítima en su esencia. En el contexto de la utilización del Poder Naval en apoyo a la Política Exterior, parte integrante de la misión de la MB y atribución contenida en la Estrategia Nacional de Defensa (END), el PEM 2040 amplía la comprensión y formula perspectivas sobre la diplomacia naval, concepto que hasta entonces sólo había sido abordado, de forma limitada, en el Capítulo 5 de la DMN.

En el mismo año en que la planificación estratégica de la Fuerza Naval demostraba avances significativos en los campos de la seguridad marítima y la diplomacia naval, los medios navales y aeronáuticos de Brasil fueron retirados y la Fuerza de Tarea Marítima (FTM – Unifil) asumió el mando. A lo largo de casi diez años al mando de esa FTM, el MB acumuló una significativa experiencia operativa y táctica en el campo de la seguridad marítima, construyendo una sólida reputación por su capacidad y voluntad de liderar una Fuerza de Tarea (FT) naval multinacional, lo que contribuyó a aumentar la percepción positiva de Brasil en el sistema internacional.

Estos factores, combinados con la creciente contribución de la MB a la coalición de Fuerzas Marítimas Combinadas (CMF), llevaron a Brasil, a través de la MB, a aceptar la invitación para comandar por primera vez en 2021 la Fuerza de Tarea Combinada 151 (CTF 151), una de las cuatro TF subordinadas a la CMF, responsable de reprimir la piratería en esa importante área marítima. Con esta iniciativa, aunque no incluya el despliegue de medios navales, la MB mitigaría una laguna creando condiciones para mejorar su actuación en el campo de la seguridad marítima internacional, al mismo tiempo que contribuiría a la proyección de Brasil en el exterior y mantendría su imagen de actor relevante en la seguridad y estabilidad globales.

El MB está comenzando a preparar el tercer comando de la CTF 151, que se ejercerá a partir de enero de 2024, tras concluir el segundo comando el 16 de febrero de 2023, sin que haya ocurrido ningún incidente de piratería en el área de responsabilidad de la FT. En este punto, el autor llama la atención sobre la necesidad de discutir el papel de la participación de la MB en la CMF, con el fin de mejorar la preparación y el uso del Poder Naval en los ámbitos de la seguridad marítima y la diplomacia naval.  Cabe destacar, sin embargo, que el texto no pretende minimizar la primacía de la defensa naval clásica, en beneficio de esos otros campos de actuación del Poder Naval.

Considerando el contexto presentado, el objetivo central de este argumento es mantener que las ganancias reales y potenciales relacionadas con la seguridad marítima y la diplomacia naval, en los niveles político-estratégico, operacional y táctico, resultantes de la destacada participación de la MB en la CMF, justifican la continuidad del ejercicio del liderazgo de la MB en una TF naval multinacional, principalmente a través de la asunción de su Mando. Además, dicha TF podría desarrollarse en un área marítima de interés nacional, no exclusivamente dentro de la vecindad estratégica de Brasil, ni necesariamente con la utilización de medios navales de la MB. El objetivo es, por lo tanto, proponer medidas para impulsar esta actividad.

Los argumentos se basan en las experiencias del autor directamente relacionadas con el CTF 151: inicialmente, como jefe de Operaciones, durante el primer comando de la MB, y más recientemente, como oficial de la COMPAAz, cuando trabajó como colaborador en la fase de preparación y supervisó la actuación, a nivel operativo, del segundo comando.

Después de esta contextualización, la sección siguiente analizará los resultados alcanzados con la participación del MB en el CMF, además de identificar las oportunidades potenciales que el autor ve, para ser exploradas en el próximo comando brasileño del CTF 151, previsto para el período de enero a junio de 2024. En la tercera y última sección, el autor resumirá las conclusiones parciales que apoyan su argumentación y propondrá medidas para maximizar los efectos positivos para los intereses nacionales resultantes del protagonismo de la MB en una FT naval multinacional, así como para aumentar la percepción externa de estos efectos.

PARTICIPACIÓN DE LA MB EN LA CMF – RESULTADOS, PERSPECTIVAS Y OPORTUNIDADES

Antes de analizar los resultados obtenidos por la MB en sus dos primeros mandos de la CTF 151, las perspectivas y oportunidades que, en opinión del autor, se explorarán en el próximo Mando, la primera subsección contendrá una breve explicación de la CMF y sus TF subordinadas, así como la progresión gradual de la participación de la MB dentro de esa fuerza marítima combinada. Para organizar el razonamiento, manteniéndolo conectado al objeto de análisis, las subsecciones siguientes se han organizado según los campos de actuación del Poder Naval directamente relacionados con la participación de la MB en la CMF, a saber, la seguridad marítima y la diplomacia naval.

Comprensión de la misión de la CMF y retrospectiva de la contribución de la MB

Figura 1 – Área de operaciones de la CMF
(Fuente: Fuerzas Marítimas Combinadas. Estrategia de Seguridad Marítima 2020-2025, p. 10)

La CMF se creó en 2001, a raíz de la respuesta de la comunidad internacional a los atentados terroristas del 11 de septiembre, por iniciativa de 12 países, encabezados por Estados Unidos. Su cuartel general se encuentra en Manama, capital del Reino de Bahrein, en las mismas instalaciones que el Mando de las Fuerzas Navales del Mando Central de EEUU y el Mando de la Quinta Flota de EEUU. El vicealmirante de la US Navy acumula dichos mandos. El comandante adjunto de la CMF es un comodoro de la Marina británica.

La CMF es una asociación marítima multinacional “of the willing”, formada actualmente por 34 países miembros y cuatro socios, siendo Brasil el único de América Latina. Su misión principal es defender el orden internacional basado en normas combatiendo las actividades ilícitas llevadas a cabo por agentes no estatales en parte del Océano Índico, el Mar Rojo y el Golfo Pérsico y promover la seguridad, la estabilidad y la prosperidad en aproximadamente 3,2 millones de kilómetros cuadrados de aguas internacionales, como se ilustra en la figura 1. Esta vasta zona marítima bajo la responsabilidad de la CMF equivale aproximadamente al 60% de nuestra Amazonia Azul y abarca algunas de las rutas marítimas más importantes del mundo.

La CMF comprende cuatro CTF, con mandatos y ámbitos de actividad diferentes. El CTF 150, creado en 2002, tiene la misión de reprimir las actividades ilícitas de organizaciones delictivas y terroristas, llevando a cabo operaciones de seguridad marítima en el Golfo de Omán y el Océano Índico. La CTF 151 se creó en 2009 para disuadir y reprimir la piratería y el robo a mano armada en la zona de operaciones de la CMF, excluido el Golfo Pérsico, con el fin de proteger el comercio marítimo mundial y la libre navegación. Las otras dos, la CTF 152 (creada en 2004) y la CTF 153 (creada en 2022), tienen la misma misión que la CTF 150, pero operan en zonas geográficas diferentes, limitándose la primera al Golfo Pérsico y la segunda al Mar Rojo y al Golfo de Adén. Cabe señalar que, a diferencia de la CMF, que tiene el mando y el submando asignados permanentemente a Estados Unidos y el Reino Unido, respectivamente, los mandos de las TF subordinadas rotan entre los países miembros durante un periodo de cuatro a seis meses, previa manifestación de interés o invitación de la CMF.

La presencia de la MB en la CMF comenzó en 2013 con el envío de un oficial superior para actuar como observador. A partir de 2015, el oficial superior del MB asumió el papel de Representante Nacional Superior (RNS). En los años siguientes, además del SNR, el MB envió a otros oficiales para asumir funciones específicas en la estructura organizativa de la CMF. Desde 2018, el MB ha contribuido a la misión del CTF 151 enviando a un oficial para formar parte de su Estado Mayor, asumiendo un papel definido en una invitación del país al mando de dicho TF. La MB amplió su participación en la CTF 151 en 2021, mediante la asunción del mando por un oficial general y el envío de militares para constituir alrededor del 50% de su Estado Mayor, lo que se repitió en 2022 y muy probablemente se repetirá en 2024.

Por otro lado, no hay antecedentes de participación de MB en los demás CTFs. La justificación de la posición de Brasil en relación a la participación de los HM en el CTF 151, en detrimento de los demás, reside en el hecho de que este FT es el único en el que el Consejo Nacional de las Naciones Unidas (CNUDN) ha legitimado la acción. Los esfuerzos para reprimir la piratería y proteger a los buques vulnerables que transitan por la región marítima del llamado Cuerno de África están en consonancia con una serie de resoluciones del CSNU, la más reciente de las cuales es la 2.608, aprobada el 3 de diciembre de 2021 .

Partiendo de la situación presentada en este subapartado, el análisis posterior abarcará aspectos a diferentes niveles de decisión -político-estratégico, operativo y táctico- relacionados con los resultados obtenidos con la participación asertiva de la MB en la CMF, en los ámbitos de la seguridad marítima y la diplomacia naval. También abarcará los posibles nuevos beneficios que deberá obtener la MB a corto y medio plazo, especialmente durante el tercer mando del CTF 151, previsto para enero del año que viene.

Analizar los aspectos de la seguridad marítima

Las expectativas de la MB sobre los resultados del ejercicio de los dos mandos del CTF 151 se centraron predominantemente en la aplicación directa de los conocimientos adquiridos sobre seguridad marítima a nivel táctico y operativo. La orientación de la Alta Administración Naval para el primer contingente enviado a Bahrein era adquirir conocimientos sobre la represión de la piratería, las operaciones de seguridad marítima, la interacción y el ritmo de combate de un Estado Mayor multinacional y la interoperabilidad de una Fuerza Combinada, con el fin de aplicarlos y difundirlos en el Sector Operativo.

Del mismo modo, esta expectativa se aplicó al segundo mando. En un reportaje publicado por la Agência Marinha de Notícias el 19 de agosto de 2022, el entonces comandante de Operaciones Navales y actual comandante de la Marina, almirante Marcos Sampaio Olsen, afirmó: “[…] se trata de una oportunidad única para consolidar los conocimientos a nivel operativo y táctico, mejorando así la doctrina y los procedimientos relativos a las Operaciones de Seguridad, Defensa y Control del Tráfico Marítimo, entre otros”.

De hecho, se puede observar que las expectativas se cumplieron de forma significativa. El aumento de la práctica de las operaciones de represión de la piratería, alcanzado durante el primer mando del CTF 151, influyó directamente en la mejora de la planificación y ejecución de las operaciones de seguridad marítima de la MB, especialmente las operaciones Guinex. La intensa participación de militares brasileños en los ritmos de batalla del CMF (nivel operacional) y del CTF 151 (nivel táctico), estructurados en torno a un centro de operaciones marítimas, posibilitó una contribución significativa a los ajustes y adaptaciones necesarios para la implementación de estos conceptos en el Sector Operacional de la MB, que se materializó a través de la elaboración de una nota doctrinal específica por el Centro de Desarrollo Doctrinal de Guerra Naval (CDDGN) y de la implementación de un ritmo de batalla en el Comando de Operaciones Marítimas y Protección de la Amazonía Azul (COMPAAz).

Hay también otros ejemplos de resultados positivos para el Sector Operativo de la MB. La interiorización de las modernas Tácticas, Técnicas y Procedimientos (TTP) aplicadas por las Armadas y Guardacostas que operan medios navales y aéreos en el área de responsabilidad del CMF, especialmente por los equipos avanzados de interdicción de la Guardia Costera de los EE.UU., contribuyó al contenido del nuevo Manual de Actividades de Aproximación, aprobado por el Comando de Operaciones Navales en diciembre de 2022. Las experiencias y conocimientos adquiridos en los dos mandos del CTF 151 también ayudaron al MB a avanzar en las actividades de inteligencia operativa -mayor conocimiento de los actores regionales, características de la zona de operaciones, capacidades y limitaciones de los activos extranjeros- y marítima, con énfasis en la intensificación del uso de herramientas de conocimiento de la situación marítima basadas en redes, como Seavision, y en el intercambio de información con centros de seguridad marítima internacionales y regionales.

Sin embargo, el análisis no debe limitarse a los beneficios ya obtenidos en estos dos niveles de decisión, sino que debe incluir una evaluación de las nuevas oportunidades que deben aprovecharse para mejorar la seguridad marítima en el MB. La realidad de la región, caracterizada por una multiplicidad y diversidad de actores y amenazas complejas y polifacéticas, provoca constantes transformaciones y adaptaciones en el seno de la CMF, especialmente en los aspectos jurídicos, la tecnología militar y la TTP de las fuerzas navales que equipan las TF de la CMF. Este ambiente operacional inestable y cambiante trae perspectivas de aprendizaje en áreas como el Derecho Operacional – interpretando diferentes mandatos nacionales para el cumplimiento de misiones, implementando nuevas reglas de enfrentamiento, asesorando en la captura y transferencia de detenidos y en la persecución de crímenes bajo el derecho nacional o internacional, entre otras implicaciones. El uso de vehículos aéreos no tripulados (UAVs) en operaciones de represión de la piratería en el área de responsabilidad de la CMF, tanto para recabar información como para apoyar acciones tácticas en el lugar de la acción, es otra cuestión a investigar para su aplicación directa en la elaboración de las TTPs para el Sarp-E, recientemente incorporadas por el MB.

A medida que avanza el análisis, se observa que los resultados alcanzados en el campo de la seguridad marítima se extienden al plano estratégico, dado que el trabajo del CTF 151 contribuye a la navegación segura y sin obstáculos del comercio marítimo de interés nacional a lo largo de las Líneas Marítimas de Comunicación (LCM) que atraviesan esa compleja región.  Cabe destacar que, según estadísticas del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC), cerca del 10% de las exportaciones agroindustriales de Brasil y cerca del 60% de nuestras importaciones de petróleo utilizan esas LCM dentro del área de actuación de la CMF.  Este entendimiento está en línea con uno de los Objetivos de Defensa Nacional descritos en el PND, que es salvaguardar personas, bienes, recursos e intereses nacionales localizados en el exterior.

De hecho, esta implicación estratégica de la presencia de Brasil en el CTF 151 para los intereses del Estado y de la sociedad brasileña, en términos de seguridad marítima, ya ha sido realizada fuera de la Fuerza Naval. Después de una experiencia preliminar en el área de inteligencia marítima durante el primer comando brasileño de la CTF 151, Transpetro y la CTF 151, bajo el segundo comando de la MB, realizaron un ejercicio sobre la carta, conocido como tabletop (TTX), en febrero de 2023, simulando un ataque pirata a un buque de bandera brasileña que transitaba por el área de operaciones de la FT, con el objetivo de probar la estructura organizativa de respuesta de Transpetro y su interacción con la CTF 151. En aquella ocasión, el entonces comandante de la CTF 151, Contralmirante Nelson de Oliveira Leite, destacó que “este tipo de ejercicio contribuye a fortalecer el Poder Marítimo de Brasil y a garantizar los intereses comerciales de Brasil en aguas internacionales”. Es deseable, por lo tanto, que haya una articulación a nivel estratégico para que esta percepción se extienda a otros actores que, directa o indirectamente, contribuyen al Poder Marítimo Brasileño.

Vemos, por lo tanto, una oportunidad para mejorar la interoperabilidad entre Transpetro y MB en el tercer comando brasileño del CTF 151 y la perspectiva de una mayor interacción en otras actividades, como la inteligencia marítima. Esta deseable sinergia reforzaría el efecto deseado a nivel estratégico, que podría materializarse en el futuro mediante un convenio u otro tipo de acuerdo, con posibles compensaciones financieras y/o materiales que ayuden a sufragar los gastos del personal de MB implicado.

Por último, cabe proyectar los resultados alcanzados y el potencial en el ámbito de la seguridad marítima resultante del mando brasileño del CTF 151 (finalizado y futuro) en los tres niveles de decisión en el Golfo de Guinea. El importante volumen de petróleo, fertilizantes y abonos importados a Brasil desde países situados en esa zona marítima, considerados productos estratégicos para el país; la necesidad de acabar con la piratería y el robo a mano armada que afligen al comercio marítimo en esa zona marítima; el renovado interés del CSNU por el problema, reflejado en la Resolución 2. 634 (2022); y el notorio interés de Brasil en ser protagonista en su entorno estratégico serían las bases para una eventual decisión de que la MB lidere una FT similar a la CTF 151 en el Golfo de Guinea.

Analizando aspectos de la diplomacia naval

Entre las actividades llevadas a cabo por el MB en el campo de la diplomacia naval, que en cierta medida generan influencia política y estratégica, directa o indirectamente, el PEM 2040 otorga mayor importancia al uso de medios navales. Según el documento, las condiciones favorables para la proyección internacional a través de la presencia naval se deben a las características de movilidad, flexibilidad, versatilidad y permanencia de una Fuerza Naval, asociadas a la libertad de movimiento en aguas internacionales o bajo los auspicios de organizaciones internacionales. El PEM 2040 también subraya que la utilización de recursos para la diplomacia naval debe priorizar el entorno estratégico de Brasil definido en el PND, con foco en el Atlántico Sur. De hecho, en 2020, la MB puso fin a la participación de sus buques y aeronaves en la FTM-Unifil y, a partir del año siguiente, pasó a utilizarlos en operaciones de seguridad marítima en el Golfo de Guinea.

Aunque no fuera acompañada de la utilización de medios navales brasileños y tuviera lugar fuera del entorno estratégico de Brasil, este autor considera que la presencia de militares de la MB en la CMF y en la CTF 151, que se acentuó durante los períodos de comando brasileño de esa TF, está en consonancia con el objetivo de defensa nacional, descrito en el PND, de intensificar la proyección de Brasil en el concierto de las naciones y su mayor inserción en los procesos decisorios internacionales, y con el objetivo naval, definido en la Política Naval, de participar en operaciones internacionales, con el objetivo de contribuir a la estabilidad mundial y al bienestar de los pueblos. Este análisis preliminar podría llevar a entender que esta presencia, per se, es suficiente para ejercer la diplomacia naval, cuando no es posible utilizar medios navales. Sin embargo, el autor aboga por una interpretación más amplia, que incluya una diplomacia naval más proactiva, como se presenta a continuación.

Sin minimizar la presencia naval como principal instrumento de la MB para apoyar la política exterior brasileña y considerando el entendimiento de que cualquier marino que trabaje en el exterior es un diplomático en potencia, se argumenta que la participación de militares de la MB en la CMF, formada por 34 países miembros y cuatro socios, principalmente en posiciones de liderazgo en sus TFs, ofrece una rara oportunidad de contribuir a mantener, construir, desarrollar o mejorar las relaciones internacionales con esta multiplicidad de países. También hay que destacar la interacción en el ámbito de la misión de la CMF, aunque sea de forma indirecta, con organizaciones internacionales y regionales, actores independientes -en particular China, India y Rusia- y la comunidad marítima internacional. El argumento adquiere mayor relevancia si tenemos en cuenta las actuales restricciones financieras, logísticas, de disponibilidad de recursos e incluso políticas, que ponen en peligro el despliegue de nuestros buques fuera de las aguas jurisdiccionales brasileñas.

Una de las líneas de actuación en el diseño operativo de la CMF, que se refleja en el de sus TFs, es la realización de compromisos, en forma de visitas protocolarias y reuniones, con representantes de países o instituciones de interés, civiles o militares, con el objetivo de promover la continuidad o ampliación de sus contribuciones a la coalición, o animar a nuevos socios a unirse al esfuerzo compartido. Aunque el CMF sugiere compromisos prioritarios para los comandantes de las TF subordinadas, existe una amplia libertad de acción para que cada uno de ellos ajuste su agenda a los intereses nacionales de sus respectivos países, así como a sus prioridades y limitaciones diplomáticas y a su capacidad financiera para sufragar los gastos derivados de estos compromisos. Esto identifica una enorme y valiosa oportunidad para que Brasil promueva sus intereses en la región.

De hecho, el propio MB ya ha empezado a moverse en esta dirección. Como resultado de una sugerencia hecha al final del primer Comando, el Estado Mayor de la Marina (EMA) asesoró al segundo comandante brasileño de la CTF 151 sobre los intereses militares-navales en las relaciones internacionales con los países miembros de la coalición y otros actores regionales, jerarquizándolos en tres grupos, de acuerdo con las prioridades de la MB.

Es probable que los compromisos llevados a cabo con esta orientación en mente tengan repercusiones positivas para la MB a nivel operativo y táctico a corto y medio plazo, algo que todavía está por evaluar. Sin embargo, el autor defiende que la planificación y ejecución de estas interacciones debería realizarse a un nivel superior, de modo que sea posible promover futuras asociaciones estratégicas entre Brasil y otros países o la cooperación económica entre las respectivas industrias de defensa y en cualesquiera otras áreas de interés nacional, sin interferir ni perjudicar los intereses de la CMF. En otras palabras, maximizar el valor de la diplomacia naval en el ámbito de una coalición marítima internacional como la CMF requiere una coordinación en niveles superiores a la Fuerza Naval.

El caso de Mozambique, uno de los principales focos de interés de la CMF, puede ilustrar este punto. Se trata de un país que tiene parte de su costa noreste dentro del área de operaciones de la CMF, pero que no es uno de sus miembros. Además, la ruta marítima utilizada por los traficantes para llevar contrabando desde Asia a los insurgentes islámicos de la provincia de Cabo Delgado atraviesa la zona de operaciones de la CMF, lo que repercute en el cumplimiento de su misión. Se conjetura que habría una alta probabilidad de éxito en las negociaciones para incentivar a Mozambique a iniciar una asociación preliminar con la CMF, por ejemplo, en la forma de envío de un oficial de enlace, a través de la interacción de un comandante brasileño de la CTF 151 con autoridades militares y políticas de alto rango en ese país, en coordinación con la representación diplomática brasileña. Este compromiso tendría como objetivo aprovechar los lazos culturales, históricos y lingüísticos entre Brasil y Mozambique, que son la base para que los dos países se reconozcan mutuamente como socios privilegiados con intereses convergentes dentro de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP).

Del mismo modo, este entendimiento puede aplicarse al proceso de decidir qué países serían invitados a formar parte de la plantilla de un comando brasileño de la TF y qué países podrían ser elegidos para llevar a cabo actividades de capacitación, otra línea de actuación dentro de las competencias de la CMF.

CONCLUSIÓN

El análisis del autor se basó en la constatación de que la participación de la MB en posiciones de liderazgo en TFs navales, en áreas de interés nacional, incluso fuera de su entorno geográfico y sin la utilización de medios navales, como los comandos CTF 151, contribuye al mantenimiento del buen orden internacional en el mar, vital para los intereses nacionales, y a la construcción de una percepción positiva de Brasil en el sistema internacional.

Además, el análisis de la contundente participación de Brasil en la CMF desde la perspectiva de la seguridad marítima y de la diplomacia naval, en los tres niveles de decisión, permitió señalar efectos positivos inmediatos para la MB y nuevas oportunidades de ganancias a explotar.

Se entiende que el papel progresivo de la MB en el Golfo de Guinea, resultante de las orientaciones contenidas en el PND, END, Política Naval y PEM 2040, no debe eclipsar su papel consolidado en el CTF 151. Considerando las semejanzas entre las situaciones existentes en el contexto del área de operaciones de la CMF y en el Golfo de Guinea, presentadas en este argumento, aliadas a la ausencia de exigencia de despliegue de medios navales brasileños en el ámbito de la CMF, es factible que la MB mantenga ambos frentes, maximizando los efectos positivos en los campos de la seguridad marítima y de la diplomacia naval, sin desviar la atención de la preparación y despliegue del Poder Naval en el campo de la defensa naval.

Desde el punto de vista militar, las oportunidades de liderazgo internacional en un ambiente operacional naval son escasas y se vuelven aún más raras cuando no están vinculadas al despliegue de recursos navales del país líder en el área de operaciones cubierta. En este contexto, sugerimos que se evalúe la posibilidad de ampliar la contribución de la MB a las CTF 150 y 153. La participación en operaciones de combate a amenazas distintas de la piratería abriría nuevas puertas de conocimiento operacional y táctico. Sin embargo, el hecho de que el mandato de estas CTFs incluya el combate al terrorismo, con implicaciones que podrían ser contrarias a la legislación brasileña y a los tratados internacionales ratificados por Brasil, debe ser tratado en profundidad. Esta evaluación tampoco debe realizarse fuera del contexto actual, en el que la guerra ruso-ucraniana ha puesto sobre la mesa el debate sobre la priorización de la lucha contra las amenazas generadas por el Estado en detrimento de las amenazas no estatales.

Un aspecto negativo señalado en el análisis fue que los buenos resultados alcanzados no se reconocen o se infravaloran, sobre todo externamente a la Fuerza Naval. Una excepción fue el caso de Transpetro. Por lo tanto, corresponde a la MB articular esta cuestión a nivel político-estratégico del gobierno brasileño, especialmente con el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Asuntos Exteriores, con el fin de proporcionar una mayor transparencia sobre los beneficios para la sociedad y el Estado brasileño de las acciones de la MB en Oriente Medio. Una forma de lograrlo es mejorando la comunicación estratégica.

Desde una perspectiva tridimensional en términos de relaciones internacionales, en la que la diplomacia, la seguridad y el desarrollo son los tres pilares de las acciones gubernamentales relacionadas con los desafíos globales, el autor ha demostrado que el papel protagonista de la MB en el FMC podría contribuir, en cierta medida, a estas tres dimensiones. Para lograr resultados más eficaces y duraderos, se recomienda un enfoque más integral, que considere la acción sinérgica de otros sectores gubernamentales con interés en la política exterior brasileña, como los de asuntos exteriores, industria y desarrollo, con el fin de articular planes y prioridades para el compromiso del personal de la MB en el CMF y el CTF 151 con los demás países que integran esa coalición y los actores regionales.

Por último, se propone que la MB realice una revisión doctrinal, ya sea en la próxima versión de la DMN o en otro documento, con el fin de ampliar, actualizar y crear conceptos relacionados con los campos de actuación del Poder Naval tratados en este trabajo: la seguridad marítima y la diplomacia naval. Además, se recomienda que los objetivos y directrices estratégico-navales a ser delineados en la Concepción Estratégica de la Armada, en la Estrategia de Defensa Marítima y en una futura revisión del PEM, en lo que se refiere a esos dos campos de actuación, estén en consonancia con esos conceptos doctrinarios. En particular, en la lista de actividades de diplomacia naval incluidas en los documentos de planificación estratégica, se sugiere incluir el ejercicio del liderazgo de la MB en una FT naval multinacional que opere en un área marítima de interés nacional, principalmente a través de la asunción de su Mando.

Este artículo fue presentado a la Escuela Superior de Guerra Naval con el título original “The Navy’s Participation in Combined Maritime Forces: Results, Perspectives and Opportunities in the Fields of Maritime Security and Naval Diplomacy” para la conclusión del Curso de Política y Estrategia Marítima (C-PEM).

El Capitán de Navío de la Marina de Brasil Luciano Calixto de Almeida Junior se desempeñó como Oficial de Enlace en el Comando Sur de las Fuerzas Navales de los Estados Unidos (2018-2020) y Jefe de Operaciones de la Fuerza Combinada 151 (mayo a noviembre de 2021). Actualmente es oficial alumno del C-PEM.

Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor. No reflejan necesariamente la política o posición oficial de ninguna agencia del Gobierno de los Estados Unidos, de la revista Diálogo o de sus miembros. Este artículo de Academia fue traducido por máquina.

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Laura Solano
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