En Ecuador celebramos el día del pasillo ecuatoriano, cada primero del mes de octubre, nuestra música, nuestra sangre, nuestra identidad, si esos ritmos de guitarra del requinto que emanan; tristeza, melancolía, alegría, y romanticismo, el Pasillo Ecuatoriano, que con orgullo fue representado magistralmente por el Ruiseñor de América, Julio Jaramillo, quien nació el 1 de octubre de 1935, y es ese día que se reconoció mediante decreto el Dia del Pasillo Ecuatoriano, en el gobierno de Sixto Durán Ballén, en el año 1993, en homenaje al mayor exponente de nuestra música, su voz, su donaire, su exponencial canto que recorrió el mundo y con él reconocimiento de este género musical.
En Ecuador, especialmente en Guayaquil, donde reposan sus restos, hay una tradición desde su muerte y es llevar su canto sus recuerdos en voces de “Los Lagarteros” músicos populares que se reunían con sus guitarras a cantarle al Ruiseñor y a sus penas, se ofrece también romerías, bajo su tumba, y oraciones.
Pero quiero explicares brevemente que es el Pasillo en sí, es un género musical y danza folclórica autóctono de Colombia. A fines del siglo 19 pasó de Colombia a Ecuador y Panamá, El pasillo ecuatoriano empezaría a cobrar fuerza a finales de este siglo a partir de dos movimientos artísticos importantes. El primero fue la parte musical aportada por los compositores y músicos como: Amable Ortiz y Paredes Herrera. El segundo fue principalmente las letras de las canciones que procedían de los poemas escritos por los poetas de la generación decapitada, Medardo Ángel Silva, Arturo Borja y Ernesto Noboa.
Pasillos como El alma en los labios, Tu duda y la mía, Acuérdate de mí, Suspiros del alma, Cicatrices, Ángel de luz.