
El Nusszopf, la tradicional trenza alemana de nueces, es un clásico de la repostería centroeuropea que combina una masa dulce de levadura, tipo brioche, con un relleno de frutos secos.
Originaria de Alemania, Austria y Suiza, la trenza de nueces se ha preparado durante generaciones como símbolo de abundancia y celebración, especialmente en épocas festivas como Pascua, Navidad o reuniones familiares.
Tradicionalmente se elabora con avellanas, aunque también pueden usarse almendras o nueces, e incluso versiones más modernas incorporan un relleno de Nutella. Este tipo de pan trenzado aparece también en otras tradiciones europeas, como el Kringle estonio o el Babka judío, donde los rellenos dulces tienen un papel igual de protagonista.
Su característico trenzado no solo la hace visualmente atractiva, sino que también ayuda a que la masa se hornee de manera uniforme, logrando una miga suave y aireada. Es una receta perfecta para el desayuno, la merienda o cualquier ocasión en la que se quiera disfrutar de un pan dulce casero.
Trenza alemana de nueces (Nusszopf)
Ingredientes
Para el prefermento
- 500 g de harina de trigo
- 20 g de levadura fresca
- 1 cucharadita de azúcar
- 100 ml de leche tibia
Para el resto de la masa
- 100 ml de leche tibia
- 100 g de mantequilla
- 2 huevos
- 1/2 cucharadita de sal
- 60 g de azúcar
- Ralladura de medio limón
Para el relleno de nueces
- 150 ml de leche
- 150 g de azúcar
- 1 sobre de azúcar vainillado
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 300 g de avellanas molidas (también sirven almendras o nueces)
Para el glaseado de limón
- 120 g de azúcar glas
- Zumo de un limón
- Un puñado de avellanas picadas
Cómo hacer una trenza alemana de nueces
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Preparamos el prefermento
Tamizamos la harina en un cuenco grande y formamos un hueco en el centro. Desmenuzamos la levadura fresca dentro del hueco, añadimos la cucharadita de azúcar y vamos vertiendo poco a poco los 100 ml de leche tibia mientras removemos hasta que la levadura se disuelva por completo. Dejamos reposar el prefermento unos 15 minutos en un lugar cálido.
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Amasamos

Después incorporamos los otros 100 ml de leche tibia, la mantequilla derretida, los dos huevos, la sal, los 60 g de azúcar y la ralladura de limón. Amasamos todo con el gancho amasador o con las manos hasta obtener una masa suave y homogénea. Amasamos durante unos 10 minutos, formamos una bola y, si vemos que la masa está demasiado pegajosa, añadimos un poco más de harina. -
Dejamos levar la masa
Cubrimos el cuenco con un paño de cocina húmedo y dejamos levar la masa durante 1 hora y media en un lugar cálido (por ejemplo, en el horno precalentado a 50 °C y apagado).
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Preparamos el relleno
Mientras tanto, preparamos el relleno: calentamos la leche en un cazo, añadimos el azúcar y el azúcar vainillado, incorporamos la canela y las avellanas molidas. Mezclamos bien y reservamos.
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Volvemos a trabajar la masa

Cuando la masa haya levado, la pasamos a una superficie enharinada y la amasamos de nuevo ligeramente. -
Formamos el trenzado
Precalentamos el horno a 180 °C (calor arriba y abajo). Estiramos la masa hasta formar un rectángulo de unos 30 × 40 cm y repartimos el relleno por encima. Enrollamos la masa a lo largo con cuidado. Después cortamos el rollo a lo largo y trenzamos los dos trozos como si fueran una cuerda.
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Horneamos
Colocamos la trenza en una bandeja forrada con papel de horno. Como queda bastante larga, es recomendable ponerla en diagonal. Horneamos durante unos 30 minutos a 180°.
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Glaseamos y decoramos

Dejamos enfriar la trenza y, mientras tanto, mezclamos el azúcar glas con el zumo de limón hasta obtener un glaseado. Cubrimos la trenza con él y, para terminar, espolvoreamos las avellanas picadas por encima.
Consejos para que la trenza quede perfecta

- La masa debe quedar suave y ligeramente pegajosa. Si se añade demasiada harina, la trenza quedará seca.
- Respetamos los tiempos de levado. Un buen primer levado (hasta casi doblar el volumen) es clave para que quede esponjosa.
- Trenzamos sin apretar. Si los hilos se estiran demasiado, la miga queda densa.
- Controlamos el horneado. Si se dora muy rápido, la cubrimos con papel de aluminio para que no se queme por fuera antes de hacerse por dentro.
Cómo conservar la trenza de nueces
La trenza se conserva mejor a temperatura ambiente, guardada en un recipiente hermético o envuelta en film, donde se mantiene tierna durante 2–3 días.
Antes de servir, es suficiente templarla un minuto en el microondas o unos minutos en el horno para recuperar su esponjosidad.
También puede congelarse ya horneada, entera o en porciones, envuelta primero en film y luego en una bolsa; así dura hasta 3 meses. Para consumirla, basta dejarla descongelar a temperatura ambiente y darle un breve golpe de calor.
Ideas para adaptar la trenza a tu gusto
La trenza admite muchas variaciones: puede prepararse con almendras o nueces en lugar de avellanas, o mezclarlas para un relleno más aromático.

También queda deliciosa con un toque de canela, cardamomo o ralladura de naranja, o rellenarse con Nutella si prefieres algo con más sabor a chocolate. Para mantener algo de textura, se puede añadir un puñado de avellanas picadas junto con la Nutella.
Para un acabado diferente, se puede espolvorear almendras laminadas o un poco de azúcar glas en lugar del glaseado.
Pequerecetas
Fuente de esta noticia: https://www.pequerecetas.com/receta/trenza-alemana-de-nueces-nusszopf/
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