
Cuando intentamos cuidar la alimentación, uno de los primeros quebraderos de cabeza es saber cuántas calorías tienen las legumbres y los cereales que comemos a diario. No basta con saber que son “sanos”: si quieres ajustar tu dieta para ganar músculo, perder peso o simplemente comer mejor, entender su aporte energético es clave.
En este artículo vas a encontrar una guía completa en formato tabla y explicación práctica sobre las calorías de los principales cereales, sus harinas, los cereales de desayuno, las barritas y las legumbres más habituales (lentejas, garbanzos, alubias, guisantes, soja, etc.), junto con matices importantes como la diferencia entre integral y refinado, el papel de la fibra o la combinación de macronutrientes.
Por qué fijarse en las calorías de legumbres y cereales
Antes de entrar a las tablas, conviene recordar que las calorías no son “enemigas” por defecto: son simplemente la medida de la energía que nos aportan los alimentos. Lo importante es la calidad de esas calorías, su procedencia (hidratos, proteínas, grasas) y cómo encajan en tus necesidades diarias.
Los tres macronutrientes que aportan energía son los hidratos de carbono y las proteínas (4 kcal por gramo) y las grasas (9 kcal por gramo). El alcohol, aunque no es un nutriente “esencial”, también suma energía con 7 kcal por gramo, algo que muchas veces se pasa por alto.
En general, cereales y legumbres se caracterizan por aportar muchos carbohidratos complejos y bastante fibra, con una presencia variable de proteína y, salvo excepciones, poca grasa. Eso significa que, aunque el número de calorías por 100 g pueda parecer alto, hablamos de energía que llega acompañada de nutrientes interesantes.
La etiqueta nutricional de los envases sigue siendo la fuente más precisa para un producto concreto, pero las tablas que verás a continuación son una excelente referencia para saber de un vistazo qué estás poniendo en el plato cuando eliges un tipo de cereal o de legumbre.
Calorías de los cereales en grano
Los cereales en su forma más básica (en grano o mínimamente procesados) destacan por su alto contenido de almidón, buena dosis de fibra y vitaminas del grupo B, además de algunos minerales. En dietas equilibradas suelen ser la base de la energía diaria.
En este grupo entran alimentos como el trigo, el arroz, el maíz, la cebada, el centeno, la avena, el mijo, la quinoa o el amaranto, así como los almidones aislados de distintos cereales. Su valor calórico ronda con frecuencia las 330-410 kcal por cada 100 gramos en crudo.
| Alimento (100 g) | Calorías aproximadas |
| Trigo sarraceno | 343 kcal |
| Amaranto | 371 kcal |
| Trigo | 314 kcal |
| Arroz (en grano, sin detallar variedad) | 387 kcal |
| Arroz blanco (tabla general de cereales) | 354 kcal |
| Arroz integral (tabla general de cereales) | 350-376 kcal |
| Arroz inflado tipo desayuno | 389 kcal |
| Avena en grano | 367-401 kcal |
| Cebada | 323-373 kcal |
| Centeno | 350-408 kcal |
| Mijo | 345 kcal |
| Miso (derivado fermentado a base de soja y cereal) | 209 kcal |
| Quinoa | 306 kcal |
| Semilla de lino (lino/linaza) | 567 kcal |
| Sémola de trigo (cereal refinado) | 350-368 kcal |
Como ves, hay una gran variedad de valores, pero todos se mueven en el rango de las 300-400 kcal por 100 g, salvo la linaza, que se dispara por su aportación de grasa saludable (es un alimento muy rico en omega-3) y por eso marca unas 567 kcal.
El caso opuesto sería el del miso, que al ser un producto fermentado a base de soja y cereales y contener una gran proporción de agua en las versiones listas para usar, tiene un aporte calórico claramente inferior, aunque aporta proteínas y otros compuestos interesantes.
Diferencias calóricas entre cereales integrales y refinados
Una de las dudas más frecuentes es si realmente el cereal integral tiene menos calorías que el refinado. La respuesta, cuando miramos las tablas oficiales, es que la diferencia en kilocalorías suele ser pequeña, pero existe.
Al refinar el cereal se elimina la cáscara (salvado) y, en muchos casos, parte del germen. Esa cáscara es precisamente donde se concentran gran parte de la fibra, vitaminas y minerales. Al retirar estas partes, el contenido de fibra baja, la densidad calórica por gramo puede subir ligeramente y, sobre todo, se pierde valor nutricional.
| Alimento (100 g) | Calorías aproximadas |
| Arroz blanco | 387 kcal |
| Arroz integral | 376 kcal |
En el ejemplo del arroz se aprecia que el integral aporta algo menos de energía, pero, más allá del número de calorías, su fortaleza está en que proporciona más fibra y una mayor concentración de proteínas y micronutrientes que su versión refinada.
Este patrón se repite en otros cereales: pan integral frente al blanco, pasta integral frente a la de sémola tradicional, etc. El integral suele ser ligeramente menos calórico y mucho más nutritivo, por lo que, si tu idea es cuidar la salud a largo plazo, es la opción más recomendable.
Calorías de los cereales de desayuno
Los cereales de desayuno se han convertido en un producto de consumo diario tanto para adultos como para niños, y aquí es donde conviene mirar las etiquetas con lupa. Aunque la base sea un cereal, a menudo vienen acompañados de azúcar, miel, chocolate o grasas añadidas.
La base de datos oficial española (BEDCA) recoge medias aproximadas de diferentes tipos comerciales, y en general los valores calóricos se sitúan entre 356 y algo más de 410 kcal por 100 g, con variaciones según los ingredientes extra.
| Cereal de desayuno (100 g) | Calorías aproximadas |
| Cereales base trigo y chocolate | 385 kcal |
| Cereales base arroz y chocolate | 388 kcal |
| Cereales base arroz y miel | 385 kcal |
| Cereales base arroz, trigo y fruta | 356 kcal |
| Cereales base maíz y miel | 394 kcal |
| Cereales base maíz y trigo | 381 kcal |
| Cereales base maíz, trigo y avena | 416 kcal |
| Cereales base trigo azucarado | 385 kcal |
| Cereales base trigo y arroz | 380 kcal |
| Cereales base trigo y frutas | 367 kcal |
| Cereales base trigo y miel | 397 kcal |
| Cereales base trigo, avena, maíz y miel | 398 kcal |
| Cereales base trigo, avena, maíz, miel y nueces | 393 kcal |
Si te fijas, los cereales que incluyen fruta suelen tener un aporte energético algo menor, mientras que los que llevan miel o chocolate tienden a ser algo más calóricos, principalmente por el azúcar añadido y, en algunos casos, por la grasa de los toppings.
Dentro de este grupo, lo más sensato es elegir cereales con una lista de ingredientes corta, con un contenido elevado de cereal integral y sin demasiados azúcares añadidos, o bien versiones con fruta deshidratada sin azúcares extra.
Harinas de cereales y su aporte calórico
Las harinas de cereales se utilizan para pan, repostería, pastas y espesantes, así que conviene tener presente qué calorías aportan por cada 100 gramos, porque es muy fácil pasarse de cantidad cuando cocinamos “a ojo”.
En el mercado encontramos tanto harinas integrales como refinadas, y también harinas obtenidas de legumbres o frutos secos (como la de garbanzo o la de castaña), aunque en este apartado nos centraremos en las elaboradas a partir de cereales clásicos.
| Harina de cereal (100 g) | Calorías aproximadas |
| Harina de avena | 353 kcal |
| Harina de cebada | 361 kcal |
| Harina de centeno | 359 kcal |
| Harina de maíz | 326-349 kcal |
| Harina de trigo (refinada) | 333-353 kcal |
| Harina de trigo integral | 322-340 kcal |
Como ocurría con los granos, las harinas integrales suelen mostrar una ligera reducción calórica frente a las refinadas, pero la ganancia real está en la fibra, que ayuda a mantener la saciedad y a regular el tránsito intestinal.
Además, muchas preparaciones a base de harina incorporan azúcares, grasas y otros ingredientes calóricos (mantequilla, aceites, quesos, etc.), con lo que el valor energético del producto final se eleva bastante respecto a la harina en sí.
Barritas de cereales: más procesado, más calorías
Las barritas de cereales se venden como snack “saludable”, pero muchas veces son alimentos ultraprocesados y sus tablas suelen mostrar un contenido energético mayor que el de los cereales a partir de los cuales se elaboran. Esto se debe a que, para compactarlas y darles sabor, se añaden azúcares, jarabes, grasas o chocolate.
En promedio, las barritas de cereales se mueven en un rango similar o algo superior al de los cereales de desayuno, con un aporte que puede superar las 430 kcal por 100 gramos en algunas variedades.
| Barrita de cereales (100 g) | Calorías aproximadas |
| Barrita de cereales con chocolate | 397 kcal |
| Barrita de cereales con frutas | 395 kcal |
| Barrita de maíz y trigo | 431 kcal |
| Barrita de trigo y chocolate | 437 kcal |
Es decir, aunque la base sea cereal, no conviene equiparar una barrita con un cuenco de avena o de arroz integral. Para un uso puntual no pasa nada, pero si buscas opciones realmente saludables para el día a día, mejor acudir al cereal en grano o a mezclas caseras de copos con fruta y frutos secos sin azúcares añadidos.
Legumbres: calorías, fibra y proteína vegetal
Las legumbres (lentejas, garbanzos, alubias, guisantes secos, soja, etc.) destacan por aportar carbohidratos complejos, una cantidad notable de proteína vegetal y muchísima fibra. Energéticamente hablando, su valor por 100 g en crudo es comparable al de muchos cereales.
Según tablas de composición utilizadas en informes sobre nutrición y salud de las legumbres, los valores medios para el grupo se sitúan en torno a las 350-380 kcal por 100 g de producto seco, con variaciones según la especie y el contenido de grasa.
| Legumbre (100 g, cruda o seca) | Calorías aproximadas |
| Garbanzos, secos (tabla básica) | 361 kcal |
| Judías/porotos/alubias, semilla seca | 322-337 kcal |
| Lentejas, semilla entera seca | 350 kcal |
| Arvejas/guísantes secos enteros, crudos | 304 kcal |
| Arvejas secas partidas, crudas | 311 kcal |
| Soja, semilla madura seca | 356-368 kcal |
| Maní/cacahuete crudo con piel | 576 kcal |
| Poroto negro seco | 306 kcal |
| Poroto Small Red seco | 336 kcal |
| Poroto Great Northern seco | 326 kcal |
| Poroto, semilla seca genérica | 290-336 kcal |
Cuando estas legumbres se cocinan en agua, su contenido en humedad aumenta y, en consecuencia, sus calorías por 100 g bajan de forma notable. Por ejemplo, unas arvejas partidas hervidas rondan las 129 kcal por 100 g, y los garbanzos cocidos se sitúan en torno a 120-130 kcal por 100 g.
Además del dato energético, las tablas muestran que muchas legumbres contienen más de un 20 % de proteína en peso seco, con picos especialmente altos en la soja, y una gran cantidad de fibra dietética, lo que las convierte en aliadas estupendas para mejorar el perfil nutricional de la dieta.
Legumbres, cereales y fibra dietética
Si tu objetivo es aumentar el consumo de fibra, legumbres y cereales integrales son dos de las mejores bazas a tu alcance. Junto con frutas, verduras, frutos secos y semillas, permiten llegar a las recomendaciones diarias sin complicarse demasiado.
Las guías alimentarias estadounidenses, por ejemplo, proponen un objetivo de 14 gramos de fibra por cada 1.000 kcal consumidas al día en personas a partir de 2 años, y unos 19 g al día para niños de 12 a 23 meses. Traducido a una pauta de 2.000 kcal, estaríamos hablando de unas 28 g de fibra diaria.
Para conseguirlo sin notar demasiado el cambio, es mejor aumentar la cantidad de fibra de forma progresiva a lo largo de varias semanas y acompañar el proceso con una buena hidratación, ya que ciertos tipos de fibra captan agua en el intestino y podrían ocasionar gases o molestias si se incrementan de golpe.
En las tablas de fibra dietética se observa que, por ejemplo, una ración de lentejas hervidas (1 taza) aporta en torno a 15,5 g de fibra, y una taza de frijoles negros cocidos unos 15 g, cifras muy considerables si tenemos en cuenta el objetivo diario global.
Algo parecido ocurre con algunos cereales integrales: una taza de espaguetis de trigo integral cocidos o de cebada perlada puede aportar unos 6 g de fibra, y una taza de avena cocida alrededor de 4 g, que sumados a las legumbres y a las frutas facilitan mucho cumplir las recomendaciones.
Ejemplos de alimentos ricos en fibra a partir de cereales y legumbres
Para bajar esto a la práctica, viene muy bien fijarse en porciones habituales y ver cuánta fibra aportan realmente algunos alimentos cotidianos. Muchos de ellos combinan una cantidad moderada de calorías con un gran efecto saciante gracias a la fibra.
En el grupo de los cereales y derivados, encontramos varios ejemplos que resultan muy útiles si quieres reforzar el aporte de fibra sin subir demasiado las grasas:
| Grano o cereal (porción cocida) | Tamaño de porción | Fibra aproximada |
| Espaguetis de trigo integral | 1 taza (151 g) | 6 g |
| Cebada perlada cocida | 1 taza (157 g) | 6 g |
| Quinoa cocida | 1 taza (185 g) | 5 g |
| Avena instantánea cocida | 1 taza (234 g) | 4 g |
| Arroz integral cocido | 1 taza (195 g) | 3,5 g |
| Pan de trigo integral | 1 rebanada (32 g) | 2 g |
| Pan de centeno | 1 rebanada (32 g) | 2 g |
En cuanto a legumbres, frutos secos y semillas, los datos son aún más llamativos: una taza de guisantes partidos o lentejas hervidas aporta 15-16 g de fibra, y solo 28 g de semillas de chía suman unos 10 g de fibra, lo que las hace muy interesantes para enriquecer yogures, batidos o ensaladas.
Además, muchos de estos alimentos no solo destacan en fibra, sino que aportan proteínas, minerales como el magnesio o el potasio y grasas insaturadas en el caso de frutos secos y semillas, por lo que resultan muy completos a nivel nutricional.
Cómo interpretar las calorías de cereales y legumbres según tu objetivo
Con toda esta información sobre la mesa, la gran cuestión es cómo usarla en el día a día para adaptar la dieta a tus metas personales. No es lo mismo querer subir de peso y masa muscular que recortar grasa corporal, y eso condiciona tanto las cantidades como el tipo de cereal y legumbre que te interesa priorizar.
Si buscas aumentar peso de forma saludable, puedes apoyarte en cereales algo más calóricos y densos (avena, muesli integral, panes de grano entero, quinoa) combinados con legumbres, frutos secos y algo de aceite de oliva, logrando platos muy energéticos y nutritivos sin recurrir a ultraprocesados.
En cambio, si tu objetivo es perder grasa, te interesa apostar por cereales integrales en cantidades moderadas, dando un peso importante a las legumbres cocidas (que, por 100 g ya hidratados, tienen muchas menos calorías que en seco), a las verduras y a las fuentes de proteína magra, manteniendo así una buena saciedad con un control razonable de las calorías.
Contar calorías o macros puede ser una estrategia útil, pero no es obligatorio. Mucha gente consigue resultados simplemente priorizando alimentos poco procesados (cereales integrales, legumbres, frutas, verduras, proteínas de calidad, grasas saludables) y reduciendo los productos ricos en azúcares y grasas de mala calidad.
En cualquier caso, conocer qué energía aportan las distintas legumbres y cereales que usas a diario te permite afinar mucho mejor las raciones y elegir con cabeza entre opciones muy parecidas, como un arroz integral frente a uno blanco o una ensalada de legumbres frente a una barrita de cereales azucarada.
Las tablas de calorías y fibra de cereales y legumbres muestran que hablamos de alimentos con un aporte energético medio-alto por 100 g en crudo, pero que se vuelven moderados una vez cocidos, ofreciendo al mismo tiempo hidratos complejos, fibra, proteínas vegetales y micronutrientes esenciales; si los combinas con frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables, tienes prácticamente resuelta la base de una alimentación equilibrada, tanto si tu objetivo es cuidar la salud como ajustar tu peso corporal.
Postposmo
Fuente de esta noticia: https://www.postposmo.com/calorias-de-legumbres-y-cereales-tablas-completas-y-como-usarlas/
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