
Derribando represas, los embalses como están, dónde están ubicados, el agua y su calidad en España, un análisis técnico‑científico
Escrito por el Dr. Javier Mauri, un experto en virología de la Universidad Johns Hopkins, en neuropsicología clínica
1. Introducción
El tema del agua en España es un lío tremendo, es variado, y super importante para todos, es estratégico porque el agua sirve para darle agua a la gente, para el medio ambiente, para producir electricidad, y para protegernos. Aquí les presento un análisis detallado, hecho desde varios ángulos — especialmente enfocado en la ingeniería de presas y embalses, y en la bioquímica y calidad del agua— y lo divido en tres partes: (1) qué hay de cierto o falso sobre tirar presas, (2) cómo andan ahora los embalses y su uso (si tienen agua, dónde están, si sirven para dársela a la gente) y (3) la calidad del agua en España, con un mapa por provincias.
El propósito central radica en presentar una perspectiva crítica, técnica y meticulosa, para distinguir el uso hidráulico justificado de prácticas obsoletas o ineficaces, así como identificar necesidades de mantenimiento y replanteamiento. También se analiza las repercusiones bioquímicas en la calidad del agua, su monitoreo sanitario, y su dispersión geográfica.
2. Mitos y realidades sobre la destrucción de presas en España
2. 1. ¿Se están demoliendo muchas presas en España? ¿Cuál es el contexto?
En las redes sociales, en la prensa, y en foros, circulan historias que afirman que España está demoliendo presas de abastecimiento de agua a gran escala, sin control, causando posibles problemas de suministro. Pero, según la verificación de RTVE, esa afirmación es falsa: lo que verdaderamente ocurre es la eliminación de azudes y presas pequeñas, o que obstruyen el curso del agua, no las grandes presas cruciales para el suministro.
RTVE
Específicamente, el artículo “El derribo de presas y azudes en España bulos y desinformación” señala que España no encabeza la destrucción de grandes represas. Es un «punto de referencia en la remoción de obstáculos fluviales —principalmente azudes y pequeñas presas ya inútiles o sin licencia».
RTVE
2.2 . ¿Cuáles son las razones genuinas para la demolición o eliminación?
En cuanto a lo técnico e hidráulico, existen distintas razones valederas para quitar presas o azudes:
Anticuamiento: Estructuras que dejaron de ser útiles, (ya no regulan caudales, no dan abastecimiento o sus permisos expiraron).
Problemas medioambientales: ciertos obstáculos en ríos como los azudes dificultan las migraciones de peces, el traslado de sedimentos y la regeneración natural del río.
Seguridad estructural: represas con riesgos de fallas, o vigilancias insuficientes, pueden representar una amenaza. En algunos casos, se optó por desmantelarlas por esto mismo.
Reordenación del río: en la política de restauración fluvial (como la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos), se interviene en elementos perjudiciales para el ecosistema.
2. 3. ¿Qué pasa con esas enormes represas «útiles» para el suministro y su desmantelamiento?
La idea de que grandes presas de abastecimiento son demolidas, no encaja con los hechos. Esas gigantescas infraestructuras de embalse siguen funcionando, almacenando agua como siempre. Por ende, eso de que «las están tirando abajo para empeorar la escasez de agua» es totalmente falso desde el punto de vista técnico e hidráulico. Debemos tener claro que:
Las demoliciones, se centran principalmente en presas pequeñas o azudes que ya no sirven para regular nada.
Una que otras demolición no quiere decir que la política sea erradicar todos los embalses-presas.
Que haya demoliciones, no implica por obligación peor abastecimiento, incluso podría liberar ríos, disminuir riesgos de estructuras, o mejorar la eco-hidráulica.
2 4 Riesgos, bulos, desinformación y qué necesita atención técnica
Entre los bulos más propagados, están esos de que “todas las presas se están demoliendo”, de que «no habrá agua» por su culpa, o que «están abandonando los embalses».
Desde una perspectiva técnica, es fundamental tener esto presente:
Demoler una presa con rol de regulación o suministro, sin un plan alternativo, conlleva serio riesgo para el abastecimiento, aunque no existen pruebas de que esta sea una política extendida.
Lo que realmente inquieta, desde la ingeniería de presas, es el estado estructural y el mantenimiento de numerosas infraestructuras. Un informe reciente indica que “un tercio de las presas del país precisan refuerzos estructurales con urgencia, y la mayoría carecen de planes de emergencia”.
El País
Esencialmente, no se trata solo de demoler o no, si no de la seguridad, la funcionalidad, y de planificación.
En pocas palabras: Es cierto que se han retirado barreras fluviales y pequeñas presas/azudes, pero es un bulo que exista una política masiva de destruir grandes presas de abastecimiento sin justificación, la realdad es que muchas presas demandan reforzamiento y revisión estructural.
En el debate público, es prudente ser exacto con la terminología: Las «presas» grandes (para almacenamiento) versus los «azudes/presas menores» (obstáculos en el río) cumplen funciones diferentes.
3. Estado actual de los embalses y su utilidad
3. 1.Capacidad de retención, el volumen presente y su evolución más reciente.
Cuantificar la disponibilidad de agua embalsada resulta fundamental para el análisis.
El 5 de agosto de 2025, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico MITECO, la reserva hídrica española alcanzaba el 65,8 % de su capacidad total, almacenando 36.852 hm³.
Marzo de 2025 ya mostraba un 71,2 % con 39.895 hm³ almacenados, según el Ministerio de Transición Ecológica.
En contraste, los datos del 14 de octubre de 2025 arrojaron un nivel del 53,1 % y 29.745 hm³, esto según Europa Press.
Esto refleja una gran variabilidad en el tiempo, lo cual es normal pa sistemas de regulación hidrológica en clima mediterráneo.
Para ilustrar, un artículo señalaba que en enero de 2025, la reserva se situaba en el 51,7 % con 28.953 hm³.
Resumen tabular
| Fecha | Volumen embalsado (hm³) | % capacidad total |
|---|---|---|
| 07‑ene‑2025 | ≈ 28 953 | 51,7 % (Interempresas) |
| 25‑mar‑2025 | ≈ 39 895 | 71,2 % (Ministerio de Transición Ecológica) |
| 05‑ago‑2025 | ≈ 36 852 | 65,8 % (Ministerio de Transición Ecológica) |
| 14‑oct‑2025 (último dato) | ≈ 29 745 | 53,1 % (Europa Press) |
Fecha Volumen embalsado (hm³) % capacidad total
07-ene-2025 ≈ 28.953 51,7 % Interempresas
25-mar-2025 ≈ 39.895 71,2 % Ministerio de Transición Ecológica
05-ago-2025 ≈ 36.852 65,8 % Ministerio de Transición Ecológica
14-oct-2025 último dato ≈ 29.745 53,1 % Europa Press



Este espectro evidencia que aun en ciertos instantes se consiguen niveles relativamente buenos 70 % +, hay también etapas con descensos notables, así, la gestión necesita anticipar fuertes variaciones.
3. 2. Usos y cometidos de presas/embalses
Los roles claves que desempeña la ingeniería de presas, son:
Control de flujos, moderando crecidas y sequías.
Reservas para agua potable y uso urbano.
Almacenamiento necesario para el riego agrícola.
Generación hidroeléctrica, si corresponde.
Prevención de inundaciones.
Espacios para recreación y el medio ambiente, como los embalses.
De modo que, una presa bien situada, concebida y cuidada, juega un rol esencial para asegurar el suministro de agua, la estabilidad hídrica y beneficio socio‑económico.
3. 3 Ubicación idónea para el suministro a la población
Desde un ángulo técnico, la ubicación de una presa debe reunir ciertos requisitos como una cuenca vertiente suficientemente grande, caudal controlado, adaptarse al clima del sitio, facilidad en el traslado de agua desde el embalse hasta el punto de consumo, buenas infraestructuras de distribución, y el menor perjuicio posible, incluyendo la sedimentación, colmatación y efectos geológicos.
En España, gran parte de las presas fueron construidas en la segunda mitad del siglo XX, basadas en el concepto del “gran embalse”. Esto significaba emplazarlas en áreas montañosas, captando cuencas con aportes naturales, distribuyendo a zonas de consumo como llanuras de regadío y ciudades.
Un caso práctico, una cuenca mediterránea podría evidenciar escorrentía irregular, haciendo primordial la retención en embalses a fin de asegurar el suministro en años de sequía. Sin embargo, los desafíos contemporáneos resultan ser:
Cambio climático: precipitación menguante, variabilidad ampliada, e incrementos en evaporación.
Sedimentación: muchas presas han perdido porción de su capacidad usable.
Distribución: existen áreas de demanda distantes de la cuenca proveedora, como son las zonas costeras.
Urbanización/cambio de uso: aumentos en la demanda, aunque también competencia con el riego agrícola.
Análisis crítico: ¿Se emplazan adecuadamente las presas para asegurar el suministro a toda la población?
Por lo general, la respuesta es afirmativa: las principales presas de abastecimiento se ubican en cuencas con buena aportación, con redes de distribución previas.
Sin embargo, hay zonas delicadas; por ejemplo, la cuenca del Segura, en Levante, habitualmente exhibe niveles sumamente bajos, lo que señala que el sistema regulador se halla bajo severo estrés. En marzo de 2025, se reportó que la cuenca del Segura contaba con solo un 26,5% de su capacidad.
Ministerio de Transición Ecológica
Las infraestructuras de embalse por si solas no aseguran el suministro, para eso, hace falta aporte, como precipitación y escorrentía, una buena red de distribución, estado estructural bueno y una gestión eficiente también.
Por consiguiente, ubicar casi todas las presas grandes sigue pareciendo sensato, técnicamente. Pero el verdadero desafío reside en la gestión, el mantenimiento y como adaptarse a los cambios del clima y la demanda, ya sabes.
3. 4. ¿La capacidad es bastante para cubrir todo el suministro de la población?
La capacidad total declarada de los embalses se estima en más o menos 50‑60 000 hm³, los datos pueden cambiar. Por ejemplo, un articulo mencionó 56 039 hm³ como capacidad total en marzo de 2025.
El Objetivo
Este volumen incluye embalses que cumplen diversas funciones, riego, suministro urbano, energía.
Para el suministro humano, la demanda es bastante menor, aunque cambia. Sin embargo, los embalses no solo se dedican al abastecimiento humano, porque una gran parte del agua se usa en el riego agrícola, y España consume mucha agua embalsada en el riego. Por lo tanto, desde una perspectiva técnico‑operativa, la capacidad de almacenamiento es grande en comparación con la demanda humana, pero no lo es si consideramos todos los usos.
Además, la distribución espacial, ¿no?, de esta capacidad, ¡ay!, no se alinea del todo con la densidad poblacional; hallamos provincias, con poca cuenca donante y demanda alta -¡vamos!, en zonas turísticas costeras-, que demandan trasvases, bombeos y plantas desaladoras adicionales.
3. 5. Sedimentación, longevidad y mantenimiento, riesgos a la funcionalidad
Como experto, debo enfatizar que una presa con los años acumula sedimentos, reduciendo su volumen de almacenaje útil, ¡claro! -la «cámara de regulación» mengua-. Esto conlleva, que su funcionabilidad, para asegurar el suministro o regular las avenidas, ¡zas!, se ve comprometida. Igualmente, la seguridad estructural obliga a una vigilancia constante, al mantenimiento de válvulas, desagües, aliviaderos, y demás…
El informe mencionado -véase la sección 2-, manifestaba que una tercera parte de las presas del Estado piden refuerzos ¡pero ya! Esto sugiere que, a pesar de la idoneidad del sitio, el estado estructural se transforma en un factor restrictivo para garantizar el servicio.
3. 6. Conclusiones sobre embalses
La capacidad de embalse española es, ¡vaya!, bastante alta para el abastecimiento humano medio.
La distribución geográfica y el diseño histórico de las presas, en general, han sido adecuados; sin embargo, algunas cuencas presentan estrés hídrico persistente, sí.
Administrar (contribuciones, infraestructuras, el mantenimiento) es crucial, para un uso garantizado.
Demoler grandes represas a lo grande no es norma, así que no puede ser la causa, del déficit en el suministro.
Revisar el mantenimiento, los sedimentos, y cómo nos adaptamos al clima… ¡ya!
4 Calidad del agua en España.
4 1 Marco legal y control sanitario.
Desde la bioquímica analítica del agua, pal consumo, la gestión de calidad, pide definir, medir y controlar parámetros, como los microbios, cosas fisicoquímicas (metales, sales, la dureza, nitratos, pesticidas), parámetros nuevos (PFAS, microcontaminantes) y asegurando que no haya peligro, pal salud de todos.
En España, el Real Decreto 140/2003 (y cambios: RD 314/2016 y RD 902/2018) da reglas sanitarias, para la calidad del agua potable.
Ministerio de Sanidad
+1
El SINAC (Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo) es donde están, los datos de España, y que ayudan al control.
Ministerio de Sanidad
+1
4 2 El estado general del agua potable
El informe técnico del Ministerio de Sanidad “Calidad del Agua de Consumo Humano en España” afirma que el agua distribuida a los consumidores españoles, normalmente, cumple los criterios requeridos, lo que sugiere una red de suministro con niveles aceptables.
CPAGE
+1
En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, de 141 muestras analizadas en abastecimientos municipales, todas resultaron aptas para el consumo; en abastecimientos privados, se observaron algunas alteraciones como arsénico y plomo en 7 de 96 muestras (aproximadamente el 7,3%).
Comunidad de Madrid
4. 3. Calidad del agua por provincias – mapa a color (gráfico ilustrativo)
A continuación, ofrezco un mapa conceptual visual que representa la variabilidad de la calidad del agua según la dureza, la salinidad y otros parámetros en las diversas provincias españolas.




4. 4. Factores bioquímicos importantes para la calidad del agua
Desde un punto de vista de bioquímica del agua, los siguientes parámetros son fundamentales para asegurar que el agua potable sea segura:
Microorganismos patógenos, coliformes, Escherichia coli.
Metales pesados, tipo plomo, arsénico, cadmio, que a largo plazo pueden causar daños tisulares, neurológicos o cancerígenos.
Sales y dureza: Ca²⁺, Mg²⁺ en altas cantidades impactan el sabor, interfieren con las redes, además provocan incrustaciones.
Nitratos y nitritos: estos, sobre todo en áreas agrícolas, pueden ser peligrosos, causando metahemoglobinemia en bebés, osea, el “síndrome del bebé azul”.
Pesticidas y plaguicidas: monitorear su presencia en las redes es vital.
Contaminantes emergentes: tipo PFOA/PFAS, disolventes orgánicos, microplásticos y más. La ley reciente considera una “lista de observación” de estas amenazas. TecnoAqua
4. 5. Desafíos presentes en la calidad del agua
Poblaciones pequeñas o redes rurales tienen controles, digamos, menos constantes, junto con infraestructuras viejas, aumentando el riesgo.
Agricultura intensiva, urbanización costera, junto con el cambio climático… todo suma a la contaminación y ejerce mucha presión.
El clima, con su variabilidad, cambia la calidad desde la fuente (menos dilución, mas sales o contaminantes).
Aunque la red cumple, hay que adaptar la vigilancia a las nuevas amenazas.
5. Integración: ¿Acaso el sistema de embalses y presas, junto con la calidad del agua, asegura realmente el abastecimiento a la gente de España?
5.1. Suministro de agua: de la presa al grifo mismo
Para que una presa o embalse garantice el abastecimiento humano, diversas etapas son necesarias: (i) captación o aporte de agua adecuado; (ii) almacenamiento regulado, se requiere; (iii) transporte/distribución hasta las plantas de tratamiento; (iv) potabilización mediante procesos bioquímicos y físico-químicos; (v) finalmente, la distribución al consumidor. Un fallo en cualquier parte, compromete el servicio, eso es cierto.
5.2. Evaluación técnica del sistema en España
Captación y almacenamiento: Los embalses españoles, en cuanto a su capacidad, presentan valores aceptables, creo yo. Aun así, la diferencia entre las distintas cuencas – como la del Segura – revela que en ciertas áreas la aportación es un tanto limitada.
Emplazamiento y distribución: Las grandes presas de abastecimiento están bien ubicadas, ok, pero las disparidades territoriales y los usos múltiples (riego, energía) dificultan la priorización de recursos.
Potabilización y calidad del agua: En términos generales, sí cumplen los estándares del RD 140/2003, y hay una vigilancia del SINAC.
Gestión y mantenimiento: Uno de los desafíos más significativos reside aquí, informar sobre represas que precisan refuerzo seguido por añejas redes de distribución y, ¡oh!, pérdidas de agua; todas estas señales apuntan a una funcionalidad que, en ocasiones, podría verse en aprietos.
Cambio climático: Menos lluvias, más evaporación y eventos climáticos extremos como sequías o inundaciones… Todo esto impacta tanto la cantidad de agua disponible, como su calidad, imaginen ustedes, más contaminantes, menor dilución y un exceso de sales.
5. 3. ¿Está asegurado el suministro para todos los habitantes?
Pues, en general, sí — España, con su sistema hidráulico, es capaz de garantizar el suministro a la población urbana en tiempos normales. Sin embargo, este suministro no es perfecto en todo momento o en cada rincón geográfico. Las zonas más vulnerables son:
Cuencas con poca agua (¡o una demanda enorme!) como el Segura.
Áreas costeras o turísticas muy demandantes, donde el agua de la cuenca no basta y se recurre a la desalación o trasvases.
Poblaciones pequeñas, con infraestructuras, digamos, un poco anticuadas.
Escenarios de sequía extrema o, ¡Dios no lo quiera!, fallos estructurales en una presa.
Como perito, determinó que el sistema opera, pero la completa seguridad exigirá mejoras en mantenimiento, adaptación a el clima, distribución efectiva, y priorización del suministro humano sobre otros.
6. Síntesis de desinformaciones/verdades, estado actual y calidad del agua.
6.1 Tabla resumida
| Tema | Estado actual | Comentario clave |
|---|---|---|
| Demolición de presas | Sí se realizan demolición/retirada: principalmente azudes o pequeñas presas. (RTVE) | No hay una política general de destrucción de grandes embalses de abastecimiento. |
| Estado de embalses | Capacidad entre ~50‑70 % (según fecha) de almacenamiento. (Ministerio de Transición Ecológica) | Adecuado, pero variable; algunas cuencas en estrés. |
| Emplazamiento y utilidad | Generalmente adecuado, aunque hay zonas críticas. | El reto es más de gestión y mantenimiento que de emplazamiento original. |
| Capacidad vs abastecimiento | Suficiente para abastecimiento humano en promedio. | Distribución y usos múltiples complican garantía uniforme. |
| Calidad del agua de consumo | Buena en la mayor parte del país, bajo normativa vigente. (CPAGE) | Vigilancia adecuada, pero hay retos emergentes. |
Tema Situación actual Observación esencial
Demolición de presas Se llevan a cabo demolición/eliminación: mayormente azudes o presas pequeñas.
RTVE
No existe una política generalizada de destrucción de grandes embalses de abastecimiento.
Estado de embalses Capacidad entre ~50‑70 % (según datos) de almacenamiento.
Ministerio de Transición Ecológica
+2
Ministerio de Transición Ecológica
+2
Aceptable, sin embargo variable; algunas cuencas en aprietos.
Ubicación y utilidad Comúnmente apropiada, si bien hay áreas delicadas. El desafío reside más en la gestión y el mantenimiento que en su origen.
Capacidad vs abastecimiento Suficiente para el consumo humano en promedio. Distribución y múltiples propósitos dificultan una garantía uniforme.
Calidad del agua potable Aceptable en la mayor parte del territorio nacional, cumpliendo la normativa vigente.
CPAGE
Supervisión apropiada, aunque surgen nuevos desafíos.
6. 2.Recomendaciónes técnicas
Considerando mi recorrido en ingeniería de presas y biomédica, la cosa es que:
Se sugiere construir un inventario nacional modernizado de grandes presas (considerando la titularidad, la capacidad, el estado de la estructura, los sedimentos, y un plan de emergencia).
Es primordial dar prioridad al fortalecimiento estructural de las presas con riesgos (como refleja el informe del Estado), para que un fallo no afecte el suministro.
Es menester aplicar programas de mantenimiento de embalses; como la limpieza de la sedimentación, la inspección de válvulas, y arreglos en aliviaderos.
Hay que mejorar el uso de los embalses, se debe priorizar el abastecimiento humano y gestionar el riego y uso industrial, implementando tarifas de agua efectivas.
Se debe supervisar la calidad del agua distribuida, especialmente en áreas rurales o redes antiguas, efectuando análisis de contaminantes novedosos.
Necesitamos adecuar la gestión de los recursos hídricos al cambio climático, reconsiderando la distribución del agua, utilizando escenarios con menos recursos y aumentando la desalación en caso de necesidad. También fomentar el ahorro y reutilización.
La información debe ser transparente; compartiendo mapas, tablas e informes públicos sobre las reservas de agua, la calidad del agua y actuando para combatir bulos y desinformación.
7. Mapas mentales y gráficos explicativos
7.1. La ruta del agua hasta el grifo




Elementos clave de un mapa mental son estos:
Cuenca que alimenta → represa o embalse → potabilización → distribución por tuberías → uso doméstico.
Influyen mucho: el flujo de agua, el cuidado de la infraestructura, la pureza del agua, el tiempo.
Donde la cosa se pone fea: acumulación de sedimentos en la represa, que una estructura falle, ensuciamiento del agua, fugas en las tuberías, el control de lo que tenga bichos o químicos.
7.2. Evolución de la reserva Hídrica.



8. Conclusión
Como un servidor, experto en virología, neuropsicología clínica y —sobre todo— en ingeniería de presas y embalses, saqué estas conclusiones:
El tema de la «demolición de presas» ha sufrido desinformación. Es clave diferenciar las presas grandes de las pequeñas/azudes. La política de demoliciones no se enfoca en las grandes infraestructuras para el agua.
El estado de los embalses españoles, en general, se mantiene bien para el consumo humano, pero necesitamos mejorar aún más: mantenimiento, adaptación al clima, gestión…
Aunque la ubicación histórica de las presas sigue sirviendo, el desafío está más en la operación y manejo, que en dónde están construidas.
España destaca en calidad del agua, cumpliendo las leyes, con una red de vigilancia bastante buena. Aun así, nuevos peligros y diferencias geográficas exigen estar siempre alerta.
Por eso, agua embalsada e infraestructura hídrica + buena calidad del agua son claves para un abastecimiento decente. No sirve de mucho acumular agua si la calidad es mala; ni es suficiente tener buena calidad sin la capacidad de control y distribución.
En resumen, el sistema anda, pero no es perfecto. Necesita una visión a futuro, invertir, mantenerlo y adaptarse al siglo XXI (clima, población, tecnología).
Como un profesional que se dedica a la salud pública, también gestión de agua integral, urge que las políticas hidrológicas favorezcan el suministro humano, resistencia a las sequías, eventos extremos además la calidad del recurso como un derecho esencial.
