

Este 24 de febrero se cumplen tres años del comienzo de la guerra en Ucrania. El conflicto bélico que transformó política, social y económicamente a Europa y al mundo parece aproximarse a las mesas de negociación tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos.
Sin embargo, las discrepancias con los europeos, incluido el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, por los medios utilizados pueden socavar los esfuerzos de paz e incluso dar inicio a una nueva fase de los enfrentamientos con Rusia.
A tres años del comienzo de la guerra en Ucrania
En el último año transcurrido, el conflicto se mostró prácticamente inamovible respecto al avance ruso en Ucrania. De aquella operación militar sorpresa que llegó a ocupar el 27% del territorio ucraniano para marzo de 2022 solo queda la presencia en el este y sur del país, ocupando la península de Crimea y ciudades clave como Melitopol, Mariupol, Donetsk, Lugansk, y una menor porción territorial cerca de Jarkov. En total, Rusia tiene actualmente el control del 18,5% de Ucrania.
Los ucranianos respondieron con su primera ofensiva a gran escala en el óblast ruso de Kursk en agosto de 2024. El ataque involucró inicialmente a más de 1.000 soldados que llegaron a dominar 1.376 kilómetros cuadrados de territorio ruso durante dos meses.

Esta presencia fue repelida con el pasar del tiempo y para noviembre Rusia había recuperado el 40% del territorio tomado, aunque el costo humano a pagar fue demasiado alto. Según fuentes ucranianas, el ejército ruso perdió a 38.000 soldados solo en Kursk, de los cuales 15.000 son irreversibles entre muertos e incapacitados.
Las cifras sobre los muertos, tanto del lado ucraniano como del ruso, están entre los aspectos más complicados a determinar en esta guerra. Lostarmour.info y UALosses.org, dos plataformas digitales, intentan acercar un poco de verdad a este asunto, pero sus fuentes y medios carecen de la credibilidad que solo poseen las fuentes oficiales.
Ambas coinciden en que más de 62.000 soldados ucranianos fallecieron desde el inicio de la invasión. Lostarmour, un proyecto encabezado por voluntarios rusos, estima que la cifra se sitúa en 63.901. UALosses, basado en redes sociales, medios de comunicación de Ucrania y monumentos, señala 65.562 al 18 de febrero, una cifra similar a la información rusa. Ambas fuentes informan que el promedio de edad de los fallecidos es de 38,3 años.
Del lado ruso, Lostarmour estima que las bajas ascienden a más de 150.000 muertes en el campo de batalla hasta noviembre de 2024, aunque no deja de ser un número aproximado y no oficial. Otras fuentes como el portal independiente Mediazona y el servicio ruso de la BBC afirman haber identificado un número notablemente menor, aproximadamente 91.000 soldados rusos muertos.

La guerra también alcanza a los civiles y el número de muertos es igual de significativo. La Misión de Observación de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania (HRMMU, por sus siglas en inglés) identificó 12.500 civiles muertos, aunque advierten que podrían ser muchos más.
Estados Unidos y Europa, cada vez más enfrentados
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca suscitó una serie de cambios en todos los campos. En la guerra en Ucrania esto se vio evidenciado principalmente en la suspensión de la ayuda exterior y en un plan de garantías que Estados Unidos pretende de Ucrania. Las tierras raras, valoradas en 500.000 millones de dólares, podrían ser el resarcimiento por los dos años de apoyo incondicional bajo el gobierno de Joe Biden, aunque ya encontró oposición.
La llamada del mandatario republicano con Vladimir Putin no solo desató las críticas del presidente Volodímir Zelenski por haberlo dejado de lado, sino que generó un repudio generalizado entre los líderes europeos que pretenden que Ucrania y Europa formen parte de las negociaciones de paz.
Los enfrentamientos entre la dirigencia estadounidense y europea también están relacionados al aporte que cada uno hizo en favor de Ucrania y la seguridad del viejo continente, así como en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), alianza que los agrupa para enfrentar a Rusia.
Pese a las críticas de Washington, la realidad es que los miembros de la Unión Europea sumado a Islandia, Noruega, Suiza y Reino Unido, destinaron más ayuda que Estados Unidos en el período 2022-2024. Según Kiel Institute For The World Economics, las naciones europeas invirtieron más de 132.300 millones de euros contra €114.300 millones de los norteamericanos, con una participación del 53,67% en el auxilio recibido por el gobierno ucraniano.

A esto se suman aquellos paquetes de ayuda que todavía no fueron entregados. En este apartado, Europa suma otros 115.100 millones de euros mientras que a EE.UU. le restan 4.649 millones de euros asignados bajo la administración Biden y aprobados por el Congreso. En ambas categorías, Europa hizo un esfuerzo superior al que pregona Estados Unidos.
El efecto Trump en la Unión Europea y la OTAN
El presidente Donald Trump también hizo un llamado a que los miembros de la OTAN destinen un mayor porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) para incrementar los gastos en defensa. El republicano pretende que el 5% del PIB sea utilizado por los integrantes para reforzar la defensa individual y reducir la dependencia del poderío estadounidense.
Esto fue aceptado de buena gana por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y Polonia, el país que más porcentaje involucra en defensa en la actualidad y que confirmó que buscará aumentar su gasto al 4,7% este año y al 6% en 2026.
La representante del Ejecutivo de la Unión Europea (UE) expresó en la Conferencia de Múnich que buscará promover la cláusula de escape dentro de la UE para que cada Estado pueda flexibilizar sus responsabilidades fiscales con el bloque y reforzar los recursos destinados a la seguridad nacional sin comprometer su presupuesto o incurrir en déficit.
En el mismo espacio, el presidente de Ucrania propuso la creación de un ejército europeo “para que el futuro del continente dependa solo de los europeos y las decisiones sobre Europa se tomen en Europa”. Una fuerza que agruparía a la región contra Rusia y se desprendería del peso que representa la dependencia con Estados Unidos, una ambición que depende igualmente de la unanimidad de todos los líderes.

París también albergó espacios de discusión sobre la seguridad europea, aunque esta vez fue el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien los promovió. En la capital francesa se evaluó con cada vez más fuerza la posibilidad de enviar tropas a Ucrania, una medida apoyada por los jefes del Gobierno británico y del alemán, Keir Starmer y Olaf Scholz.
Mientras la guerra en Ucrania cumple tres años, las negociaciones de paz parecen igual de cerca, pero las diferencias entre Estados Unidos y los líderes europeos aparenta ser un obstáculo para una solución pacífica a un conflicto que no sólo daña a Ucrania y a Rusia, sino que arrastra a Europa y al resto del mundo.
Nataniel Peirano
Fuente de esta noticia: https://defonline.com.ar/internacionales/guerra-en-ucrania-un-tercer-aniversario-marcado-por-el-cortocircuito-entre-ee-uu-y-europa/
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