

En un nuevo capítulo de su cruzada contra las políticas internacionales y europeas, Vox ha decidido arremeter con fuerza contra el Pacto Verde Europeo, el Acuerdo de París y el tratado comercial entre la Unión Europea y Mercosur. Esta semana, el partido liderado por Santiago Abascal llevará al Congreso una moción que no solo cuestiona estas iniciativas, sino que exige su rechazo total bajo el argumento de que son un ataque directo al sector agrícola español. Pero, ¿es esto una defensa legítima del campo español o una estrategia más para inflamar tensiones y ganar adeptos?
El Pacto Verde Europeo: El Enemigo Número Uno
Para Vox, el Pacto Verde Europeo es poco menos que una sentencia de muerte para la agricultura española. Según ellos, estas políticas «arrasarán» con el campo nacional, socavando la soberanía alimentaria y perjudicando los intereses del pueblo español. ¿Pero dónde están las pruebas contundentes de este supuesto apocalipsis agrícola? Más allá de la retórica alarmista, lo que parece claro es que Vox busca posicionarse como el único defensor del sector primario, a costa de dinamitar cualquier esfuerzo internacional por combatir el cambio climático.
Mercosur y Marruecos: Una Guerra Comercial Declarada
Otro blanco en la mira de Vox es el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur. El partido exige su rechazo en todo aquello que «perjudique» a los productores españoles. Además, no se conforman con esto: también piden suspender la Asociación entre la UE y Marruecos y revisar todos los acuerdos comerciales con terceros países. ¿El argumento? La supuesta competencia desleal y el incumplimiento de normativas fitosanitarias por parte de productos importados.
Es evidente que Vox quiere levantar muros comerciales en torno a España, pero ¿es esta una solución realista en un mundo globalizado? Más allá de las críticas legítimas a ciertas prácticas comerciales, esta postura suena más a un intento de alimentar un discurso proteccionista que a una propuesta viable para mejorar la situación del sector agrícola.
«Agenda Verde»: ¿Un Obstáculo o una Necesidad?
Vox no se detiene ahí. También exige eliminar lo que llaman «trabas burocráticas impuestas por la agenda verde». En su visión, cualquier medida que busque compatibilizar la agricultura con la conservación del medio ambiente es un ataque directo a la soberanía alimentaria. Sin embargo, esta postura ignora por completo que las políticas verdes no son caprichos ideológicos, sino respuestas urgentes a desafíos globales como el cambio climático y la degradación ambiental.
¿Defensa del Campo o Estrategia Política?
No cabe duda de que el sector agrícola enfrenta desafíos reales, desde la competencia desleal hasta los bajos precios en origen. Sin embargo, lo que Vox plantea no parece ser una solución integral, sino más bien una estrategia política para capitalizar el descontento rural. Al demonizar acuerdos internacionales y culpar a «Bruselas» de todos los males, el partido busca consolidar su narrativa nacionalista y euroescéptica.
¿A qué costo?
La propuesta de Vox está cargada de agresividad y rechazo hacia cualquier política que no se ajuste a su visión estrecha de «interés nacional». Pero esta postura tiene un costo: aislar a España en el escenario internacional y obstaculizar esfuerzos colectivos para abordar problemas globales como el cambio climático.
¿Es esta realmente la mejor manera de defender al campo español? O tal vez, solo tal vez, sea hora de buscar soluciones más equilibradas y menos incendiarias. Porque si algo está claro es que el futuro del sector agrícola no se resolverá con discursos populistas ni con muros comerciales, sino con diálogo, innovación y cooperación internacional.
