MODIIN, Israel (AP) — Decenas de manifestantes israelíes llenaron el lunes las calles en torno a la vivienda del ministro israelí de Justicia, el ideólogo de la divisiva reforma judicial en el país, el día antes de una crucial vista en la que la Corte Suprema decidirá si acepta la reducción de sus poderes.
La policía israelí dijo haber detenido a seis personas en la localidad central israelí de Modiin, donde vive el ministro de Justicia, Yair Levin, acusadas de alterar el orden público y bloquear carreteras cuando protestaban contra los planes del gobierno de ultraderecha del primer ministro, Benjamin Netanyahu, de debilitar la Corte Suprema. La iniciativa ha desencadenado una de las mayores crisis internas en la historia de Israel y dejado al descubierto agrias divisiones en el país.
Los 15 jueces de la Corte Suprema estarán el martes en la sala por primera vez para atender una apelación contra la primera pieza importante de la reforma, cuya aprobación parlamentaria forzó el gobierno en julio.
La agitada multitud de unos 200 manifestantes ante la casa de Levin hizo sonar trompetas, coreó lemas contra el gobierno con megáfonos y enarboló carteles, además de enzarzarse con la policía que repelía a la gente. Tras unas pocas horas, Levin salió de su casa sitiada en un auto negro rodeado de policías y guardas de seguridad que le abrieron paso a través de la masa de gente.
Se esperaban nuevas protestas esta semana mientras la Corte Suprema escucha las peticiones el martes de particulares y grupos de derechos, que han solicitado que el tribunal derogue la ley aprobada en el parlamento. El texto anula la capacidad de la corte de bloquear acciones y nombramientos del gobierno bajo el argumento legal de que son “poco razonables”.
Las vistas ponen a los jueces más destacados del país en la posición sin precedentes defender su propia independencia y fallar sobre su labor.
La corte está bajo una inmensa presión ciudadana para que derogue la ley y tiene un interés inherente en conservar sus competencias e independencia. Pero si lo hace, el gobierno de Netanyahu podría ignorar el fallo y plantear el escenario para una crisis sobre quién tiene la autoridad definitiva.
En entrevistas con medios locales la semana pasada, Levin, un aliado de Netanyahu que ha liderado la reforma, se posicionó en contra de las propuestas de que busque una posición negociada con la oposición y suavice los cambios judiciales del texto actual.
Los detractores de la reforma la describen como un golpe a la democracia y afirman que la justicia israelí supone el principal límite a los poderes del primer ministro y su coalición mayoritaria en el parlamento. También afirman que el primer ministro tiene un conflicto de interés al tratar de cambiar el sistema legal al mismo tiempo que se le juzga por cargos de corrupción.
Los partidarios del gobierno ultraortodoxo y de ultraderecha de Netanyahu afirman que la ley impedirá que jueces progresistas y no elegidos en las urnas interfieran con las decisiones de legisladores electos. También afirman que la corte no debería poder decidir sobre una ley que limita su propia autoridad.
Fuente de esta noticias es del Diario Publimetro Argentina: Leer más