Los primeros días de septiembre, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, decidió pedir al Banco de la República la reducción en las tasas de interés para el actual mes de septiembre y el próximo mes de octubre. Este anuncio se hizo en un contexto de la disminución de la tasa de inflación en el país.
No obstante, el conflicto entre el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República no es reciente. Por este motivo, es importante considerar las posibles consecuencias de la reducción de las tasas de interés, una historia que se repite desde hace décadas.
Hace más de 20 años, en la Junta Directiva del Banco de la República de abril de 2003, se discutía un aumento de las tasas de interés de entre 100 y 300 puntos básicos. Este aumento preocupaba al entonces Ministro de Hacienda, Roberto Junguito, debido a su posible impacto en la economía.
El pasado de pedir al Banco de la República la reducción de tasas
Durante ese tiempo, cuando se tomó la decisión de aumentar las tasas, Junguito pidió a los codirectores del Banco que explicaran la razón detrás de esta medida en una rueda de prensa. Después de la lectura del comunicado, Junguito expresó: «Los dejo con los miembros de la Junta Directiva, que les van a explicar por qué se subió en 100 puntos básicos la tasa de interés.»
Luego, abandonó la sala. Esta anécdota, compartida por el analista económico Freddy Castro, ilustra el constante conflicto entre los ministros de Hacienda y el Banco de la República en relación con las tasas de interés.
El escenario actual sobre esta temática
Actualmente, en una situación poco común, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, recibió el respaldo del presidente de la Andi, Bruce Mac Master, y de Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria.
De esta manera, en una rueda de prensa conjunta, sugirieron al Banco de la República considerar la posibilidad de reducir sus tasas de interés, que actualmente se encuentran en un nivel históricamente alto, alcanzando el 13,25 por ciento.
A pesar de no mencionar explícitamente los motivos detrás de su solicitud, esta está respaldada por la evidente caída del crédito en el país, que registra un descenso anual del 1,42 por ciento real a mayo, descontando la inflación. Las áreas más afectadas son el consumo, con una caída del 4,28 por ciento real, y la vivienda, con un -1,14 por ciento.
Al mismo tiempo, la morosidad ha aumentado un 20,79 por ciento, lo que significa que 31,5 billones de pesos de la deuda total de los colombianos con el sistema financiero presentan retrasos en los pagos.
Divergencias en la opinión pública
El llamado conjunto de los gremios empresariales y el Ministro de Hacienda ha generado controversia. Algunos, como Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, creen que este tipo de pronunciamientos podrían tener el efecto opuesto al deseado, llevando a los codirectores del Banco a tomar una decisión que refuerce la independencia de la institución, es decir, a no reducir las tasas.
Otros, como el profesor de economía de la Javeriana y analista Jorge Restrepo, consideran que la manifestación conjunta fue un error grave e inconveniente. Grave, porque Bonilla parece estar defendiendo los intereses de solo dos gremios, que no necesariamente representan los intereses de todos los colombianos. E inconveniente, porque «condiciona públicamente la independencia del Emisor.»
Por otro lado, hay quienes, como Freddy Castro, mantienen la confianza en que estas ‘presiones’ no afectarán la independencia del Banco de la República, ya que históricamente la junta ha tomado decisiones con independencia y criterio técnico. A pesar de la continua caída de la inflación, que se situó en un 11,43 por ciento anual en agosto, aún se encuentra fuera del rango objetivo.
Por su parte, Jonathan Malagón aclaró que su objetivo no es presionar al Banco, cuyo desempeño considera acertado. Además, señaló que gracias a la política monetaria del Banco, la liquidez en Colombia cambiará, lo que permitirá que empresarios y personas continúen sus proyectos que requieren financiación.
Respecto a la caída del crédito, afirmó que fue una medida deliberada para moderar el crecimiento de las carteras. También indicó que están trabajando con la Superfinanciera en programas de alivio para deudores, similares a los implementados durante la pandemia.
El próximo 29 de septiembre, en la reunión de la junta del Banco de la República, se conocerá si estos llamados a reducir las tasas de interés han tenido algún eco en la política monetaria del país.
Fuente de esta noticias es del Diario Extra de Colombia: Leer más