Del taladro inalámbrico al mouse, del microchip a las plantillas del calzado deportivo, muchos artículos comunes salieron en realidad de los sofisticados laboratorios de la agencia espacial.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) explora el universo pero, además, ha creado grandes inventos para mejorar la vida en la Tierra. Mientras lee esta nota y hace scroll, está empleando una de estas tecnologías en las que la NASA tuvo algo que ver. Y también cuando utiliza su laptop o computadora portátil, así como su celular.
En sus primeras misiones de Apolo, en la década de 1960, la agencia se dio cuenta que requería que sus ordenadores fueran más interactivos y fáciles de usar e inventó el ratón (del inglés mouse) sin imaginar que tiempo después estaría en todas las casas y oficinas del mundo.
También advirtió que necesitaban ordenadores de tamaño pequeño y que tuvieran mucha capacidad de almacenamiento, además de velocidad alta, lo que dio pie a las computadoras portátiles.
Aunado a ello, en los 90 desarrollaron sensores de imagen que permitían reducir el tamaño de las cámaras que viajaban en las naves espaciales manteniendo la calidad de las imágenes. Esa tecnología es la que emplean las cámaras de los teléfonos, actualmente.
Descubrimiento del mouse
El estadounidense Bob Taylor, considerado uno de los pioneros de la tecnología informática, trabajó en sistemas de control de vuelo para la NASA. En su búsqueda de una manera más fácil de operar computadoras, creó, junto con Douglas Engelbart, un dispositivo señalador experimental.
Su objetivo es encontrar la manera más fácil de usar las computadoras. En la página de la NASA se informa que el mouse, un componente pequeño y simple, compitió con un lápiz óptico, que la mayoría de los investigadores involucrados daban por ganador.
Taylor dejó la compañía para unirse a la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (ARPA) y ahí emprender el desarrollo de internet; en 1970, pasó al Centro de Investigación de Palo Alto, California, de Xerox y allí rediseñó el ratón.
Sin embargo, hasta 1984 el mouse siguió siendo un objeto para pocos. Sólo entonces Steve Jobs lo popularizó mediante su compañía Apple.
El microprocesador
Aunque no son un invento de la NASA, las computadoras han sido parte importante para realizar los viajes al espacio. La agencia ha participado en su evolución al desarrollar sistemas para naves espaciales tripuladas. Como no existían computadoras suficientemente pequeñas y potentes para cumplir con esos fines, se propuso encontrar una alternativa.
Involucró a organizaciones comerciales y académicas en el rediseño de tecnología informática para vuelos espaciales. La SPOC fue la primera computadora de monitoreo utilizada en 1983 y surgía, básicamente, de la modificación de una computadora comercial.
Bill Moggride diseñó el primer ordenador portátil en 1979, pero tardó tres años en vender la primera unidad al gobierno de los Estados Unidos. Uno de esos modelos fue destinado a la NASA, para una de sus misiones.
Para el programa Apolo se inició la revolución de los microprocesadores: uno de los primeros usos de alto perfil de esta tecnología fue en la Computadora de Guía Apolo. Con su interfaz DSKY, proporcionó cálculo y control a bordo para la navegación, así como la operación del Módulo de Comando y el Módulo Lunar.
Actualmente, los circuitos integrados se pueden encontrar en casi todas las áreas de la vida, desde teléfonos móviles y computadoras personales hasta microondas y calculadoras en todo el mundo.
Espuma de memoria
Un gran invento para las personas con problemas para descansar es la espuma temper o de memoria. La NASA la creó en 1966, con el objetivo de que fueran más cómodos los asientos de las naves espaciales.
Durante el proceso, los ingenieros se percataron que variaba el peso corporal de los astronautas, por lo que tendrían que adaptar los asientos individuales a esos cambios. Entonces usaron un material que se amoldara a todos los tipos de cuerpo y regresará a su estado original.
La espuma de memoria, que está hecha de poliuretano tratado con productos químicos adicionales, tiene una alta viscosidad y densidad. Se lanzó al público en general en la década de 1980 y diversas compañías comenzaron a comercializarlo en colchones, almohadas, equipos deportivos y cascos.
Plantillas para calzado deportivo
Otro descubrimiento de uso cotidiano son las plantillas en el calzado deportivo. La NASA incluyó en sus trajes espaciales un material especial y luego lo incorporó en las botas para amortiguación y ventilación, con el propósito de un mejor control, agilidad y durabilidad al momento de caminar por la Luna.
La agencia realmente cambió la fabricación del calzado deportivo cuando, después de la misión Apolo 11, desarrolló un moldeo de goma soplado, que se empleaba en la producción de cascos, para crear suelas huecas. El diseño permitía que se las rellenara con materiales amortiguadores.
Un exingeniero de la NASA, Frank Rudy, mostró la idea a Nike y ahí nació Nike Air, el primer modelo de una larga serie de calzado ligero y elástico para correr y practicar deportes.
La NASA se unió con el jugador de baloncesto Paul George para lanzar en 2019 el modelo súper ligero (menos de 300 gramos) PG 3 X NASA, cuya suela está inspirada tanto en los cráteres de la Luna como en los patrones de movimiento de George. También tiene un parche de la misión Apolo 14 en el talón y el material y los colores son los mismos que se usan en los trajes espaciales.
Herramientas inalámbricas
Cuando el presidente de Estados Unidos John F. Kennedy inició el programa Apolo en 1961, se empezaron a realizar investigaciones con el propósito de que los viajes espaciales fueran mucho más llevaderos para los astronautas que viajasen a la Luna. La NASA pidió la colaboración de la industria privada para distintos proyectos, entre ellos artículos que se pudieran utilizar con facilidad en el espacio.
Black & Decker presentó la primera herramienta inalámbrica en 1961: una llave de impacto capaz de girar pernos en gravedad cero. O sea, un taladro eficaz para perforar y extraer muestras de la Luna.
Actualmente existen numerosos tipos de herramientas y electrodomésticos que funcionan con una batería inalámbrica que se puede recargar. Gracias a la investigación de la NASA, por ejemplo, surgió la aspiradora de mano inalámbrica estilo DustBuster.
Otras obras de la NASA que utilizamos diariamente
También vemos en nuestra vida cotidiana descubrimientos que salieron de los sofisticados laboratorios de la agencia espacial: el Sistema Posicionamiento Global (GPS); los sistemas de filtración modernos, perfeccionados desde 1963 a partir del filtro de agua; los anteojos de sol y los brackets invisibles para ortodoncia, sólo por mencionar algunos.
infobae.com
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