En la Rosada admiten que, con la causa del vice, se instaló la idea de “corrupción”. Apuestan a la economía.
Con poca confianza en que Amado Boudou obtenga un fallo favorable de la Justicia, el Gobierno espera con expectativa la declaración indagatoria de hoy, pero con el firme objetivo de resguardar a Cristina Kirchner.
La ilusión está colocada en una mejora económica para recuperar “la confianza de la ciudadanía” ante “el mensaje ya instalado de corrupción”, se resignaron desde la Casa Rosada.
Hasta la fecha, el Gobierno no tuvo que enfrentar una situación que los complique en imagen pública como la del vicepresidente. Evitar el mayor daño posible para Cristina es una de las principales preocupaciones. “Cristina estaba repuntando en imagen el último tiempo y esto no ayuda, jamás va a ayudar que tu vice pueda ser procesado”, señaló un integrante del Gabinete.
La Presidenta decidió defender a un compañero elegido exclusivamente por ella. “Por supuesto que el Gobierno lo banca, es resguardar el orden institucional porque acá quieren ir por Cristina”, conjeturó un funcionario. La jefa de Estado dirije la estrategia de defensa de Boudou, pero, pese a sentarlo en primera fila en dos actos la semana pasada en la Rosada, evita hablar del tema en público.
El mensaje al interior del Gobierno es uno y se repite: “El es el vice y lo eligió Cristina”. Ante esta realidad, algunos legisladores y ministros que no apoyan las actitudes de Boudou, prefieren no opinar en público y sólo señalan que, como vicepresidente y con una causa judicial, “debería haber cuidado más algunos comportamientos, porque lo que él haga perjudica directamente a Cristina”. Este mensaje no es la primera vez que se transmite al gabinete, pero la semana pasada señalan varios funcionarios, tuvo mayor énfasis con la meta de dar un respaldo total a Boudou.
En medio de un discurso bastante unificado, en el Gabinete admiten que “el daño está hecho” y se refieren a la idea de corrupción instalada en la gente y vinculada al Gobierno. “Ahora hay que revertir eso y que sea lo menos perjudicial para Cristina ”, analizaron en Jefatura de Gabinete.
En la Casa Rosada apuestan a que alguna mejora económica cambie el clima social. Apuntan a la inflación. “Hay que evitar que los precios se disparen más”, explicó una fuente oficial. Además, sigue en agenda la reducción del gasto público, pero evitando medidas que puedan ser “impopulares” y generen más críticas contra el Gobierno. “La cuestión económica será fundamental para recuperar la confianza de la gente”, insistió una fuente del Palacio de Hacienda.
La agenda de la Presidenta, en tanto, seguirá en principio sin modificaciones. Con actos públicos y buscando mostrar un Gobierno activo, evitando cualquier crítica a la gestión y procurando transmitir “buenas noticias”.
Puertas adentro, Cristina ya dio su mensaje al Gabinete.
Hoy se mostrará con el ministro Florencio Randazzo para inaugurar la extensión de la Línea San Martín. Además, recibirá a diez gobernadores de provincias petroleras en la residencia de Olivos. Para mañana está previsto que inaugure el Museo de Malvinas, que funcionará en el predio del Espacio de la Memoria (ex ESMA). Con Boudou en Tribunales, el modelo sigue.
FUENTE CLARIN
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