
El presidente Santiago Peña reconoció que tanto la precariedad como los avances en el sistema de salud pública responden a decisiones políticas. Asimismo, afirmó que la clase política es constantemente agredida e incomprendida, pero que, al final, son quienes “bajan a la cancha”.
El presidente Santiago Peña prometió que al final de su mandato va a dejar un mejor sistema de salud y aseguró que el estado de la sanidad pública es una decisión política, es decir, que las carencias extremas son herencia premeditada de anteriores gobiernos.
Peña encabezó un acto de entrega de ambulancias en la sede de la Fuerza Aérea Paraguaya en Luque, y dijo que con estas últimas 30 se completaban 217 nuevas unidades adquiridas mediante fondos de Itaipú desde junio del año pasado.
El mandatario indicó que ahora los 264 distritos del país ya cuentan con al menos una ambulancia y que, en total, se cuenta con un parque de unas 450 unidades. “Ha sido un camino de mucha adversidad, frustraciones, pero si hay una decisión política, estas situaciones se pueden cambiar”, manifestó.
Como en otras ocasiones, aprovechó para volver a criticar la gestión de Mario Abdo y recordó que en el parque Venezuela se encontraron con un cementerio de ambulancias. “Una imagen de la negligencia, que es que escondamos nuestros problemas para no sentirnos avergonzados”, apuntó.
Peña dijo en su discurso que hay tres obligaciones que el Estado no puede desconocer. “La educación, porque puede haber una educación privada, pero la educación pública es responsabilidad del Estado, hasta la educación privada es regulada por el Gobierno; lo mismo ocurre con la seguridad, es un área donde el Estado no se puede desentender, puede haber seguridad privada, pero el Estado es responsable de controlar hasta a aquellos que cuidan la seguridad privada; lo mismo en materia de salud pública, hay hospitales privados, pero el sector público tiene la responsabilidad de proveer salud pública y controlar a hospitales privados”, sostuvo el presidente.
El jefe del Ejecutivo insistió en que la distribución en la salud pública es una decisión política y se autodenominó como el presidente que más trabajó por la descentralización.
“Yo me jacto de esto, con mucha honra. Sé que esto genera mucha crítica, pero yo soy el presidente de la República que más ha apoyado la descentralización en el Paraguay y hago esto como una decisión técnico-política, porque es entender la configuración política del Paraguay y las necesidades que tiene. Paraguay no se puede gobernar desde Asunción; es materialmente imposible. Es un país gigante, geográficamente más grande que Alemania”, destacó.
“Ya hicimos más que el gobierno anterior”
El presidente se comparó con la gestión anterior y mencionó que no puede decir que solamente va a dejar un sistema de salud mejor que el que recibió, porque ya se hizo mucho más. Detalló que incluso en materia de vivienda ya puede cerrar el ministerio porque alcanzaron 42.000 soluciones habitacionales en la mitad del mandato, mientras que Abdo logró en cinco años, 37.000. “Pero no vinimos para competir con el gobierno anterior. Estamos compitiendo con nosotros mismos”, expresó.
“La clase política es incomprendida”
Santiago Peña dijo que seguirá trabajando por el país después del 2028 para lograr más empleos, salud, educación y mejores salarios. Sostuvo además que está orgulloso de ser parte de la clase política, aunque este sector es insultado e incomprendido.
“Seguiré trabajando con la clase política de la cual me siento orgulloso, muchas veces somos agredidos, cuestionados, incomprendidos, muchas veces por las malas acciones de una persona, toda la clase política tiene que cargar, pero al final del día, si hoy estamos acá, es porque la clase política también se baja a la cancha”, reconoció el presidente.
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