
Con la llegada del nuevo año, uno de los propósitos para 2026 más importantes para la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) es que se apruebe la creación de la especialidad en Enfermería de Urgencias y Emergencias. «La especialidad ofrece la única vía para que las profesionales adquieran de forma reglada la capacidad de trabajar en la incertidumbre, tomar decisiones complejas con información mínima y aplicar cuidados sin demora, lo cual es vital para la supervivencia y calidad de vida del paciente», afirma Carmen Casal, vicepresidenta de Enfermería de SEMES.
Las enfermeras son uno de los pilares de los servicios de Urgencias y Emergencias, que atienden anualmente unos 30 millones de consultas en España. Su labor requiere competencias muy diversas, como hacer una valoración adecuada en el triaje, coordinar bien los recursos de emergencia en todo tipo de situaciones, dar atención de primeros auxilios y estabilizar a los pacientes, darles apoyo emocional, entre otras. La sociedad estima que más de 13.700 enfermeras trabajan actualmente en Urgencias y Emergencias en España, para las que la especialidad supondría, según Casal, «un reconocimiento oficial a las competencias que ya demuestran en la práctica diaria. Y, de cara a las profesionales que se incorporen, un título oficial (EIR) como prueba irrefutable de que el profesional ha superado un programa formativo riguroso y homogéneo».
El proceso de aprobación de una nueva especialidad, regulado por el Real Decreto 589/20223, requiere que los solicitantes demuestren el cumplimiento de una serie de criterios, como la necesidad de una formación y competencias específicas para dedicarse a este ámbito, la existencia de recursos para la docencia, su viabilidad económica, etc. En este contexto, SEMES creó la Comisión de la Especialidad en Enfermería de Urgencias y Emergencias (EEUE), cuya función es recopilar la evidencia y documentación que avale el cumplimiento de todos los requisitos establecidos.
La sociedad científica señala que, si bien el grado de Enfermería proporciona una formación general, las enfermeras recién graduadas carecen de las competencias básicas necesarias para asistir a pacientes en situaciones complejas como lo hacen los Servicios de Urgencias Hospitalarios (SUH), los Servicios de Emergencias Médicas (SEM) o los Centros Coordinadores de Urgencias y Emergencias Sanitarias (CCUES).
«Ninguna de las siete especialidades enfermeras reconocidas por el Ministerio de Sanidad incluye un nivel suficiente de competencias propias de los entornos urgentes y emergentes, especialmente en escenarios extrahospitalarios, que puedan permitir a los profesionales enfrentarse a este tipo de asistencias, y a los pacientes, tener la seguridad de ser asistidos por enfermeras formadas y preparadas de manera coherente y suficiente», argumenta Javier Morillo, miembro de la Comisión de la Especialidad de la Enfermería de Urgencias y Emergencias de SEMES. Cabe destacar que esta comisión ya ha redactado el borrador de la solicitud formal, actualmente en revisión jurídica.
A nivel internacional, España se homologaría a numerosos países de nuestro entorno que ya cuentan con programas de enfermería de práctica avanzada o especialidades diferenciadas en emergencias. Por ejemplo: Bélgica, Dinamarca, Holanda, Polonia, Suecia y Reino Unido, que tienen la especialidad o formación reglada a nivel operativo.
Un área con entidad propia
Desde algunos ámbitos se ha planteado una especialidad conjunta con Enfermería de Cuidados Críticos, postura que SEMES rechaza frontalmente, defendiendo su entidad propia. «Confundir la enfermería de Urgencias con la de Críticos es un error técnico y político grave. Agrupar ambas áreas resultaría en una formación híbrida e ineficaz que no responde a las realidades operativas de ninguno de los servicios», señala Casal.
La experta explica que la Enfermería de Urgencias y Emergencias actúa en entornos con caos e incertidumbre, en el que las profesionales lideran la primera atención, la valoración rápida y estabilización inicial para enlazar con la cadena asistencial, además de la atención en códigos tiempo-dependientes (infarto e ictus) y catástrofes. En cambio, la Enfermería de Cuidados Críticos actúa en un entorno controlado, tecnificado y protocolizado, proporcionando un punto de soporte avanzado una vez que el paciente ha recibido un diagnóstico.
Como indica el Real Decreto 589/2022, la Enfermería de Urgencias y Emergencias representa un extenso y diferenciado campo de la práctica en Ciencias de la Salud. «Si bien es cierto que puntualmente puede tener algunos contenidos comunes con otras especialidades, tiene un cuerpo doctrinal vinculado a servicios tanto hospitalarios como extrahospitalarios, con suficientes competencias específicas no adquiridas en el grado como para tener 2 años de formación propios e independientes de cualquier otra disciplina», apunta Morillo.
Además, se trata de un campo vinculado a un perfil laboral. «La especialidad permitiría la estabilización de las plantillas en SUH y SEM, disminuyendo la rotación y mejorando las condiciones de desarrollo profesional en una de las áreas más críticas del sistema», opina el portavoz.
Su reconocimiento e implantación como especialidad supondría también una mejora de la calidad y seguridad de la atención de la salud, como pide la norma. «Los ciudadanos necesitan profesionales bien formados, independientemente de dónde vivan. La labor de las enfermeras garantiza el acceso universal a la sanidad en los momentos más agudos, ya sea un ictus, la descompensación de una enfermedad crónica o una simple urgencia. Por tanto, la especialidad de Enfermería de Urgencias y Emergencias no fragmenta, sino que vertebra y cohesiona el sistema sanitario y garantiza la continuidad y homogeneidad de los cuidados de enfermería en todo el territorio», argumenta Morillo.
Por otro lado, «los SUH y SEM son los ámbitos con mayor volumen de eventos adversos de alto riesgo, cuando hay estudios que indican que el 70% son potencialmente evitables. Una formación especializada es crucial para reducir esta incidencia y elevar los estándares de calidad en entornos de alta presión».
Sin embargo, para conseguir la creación de la especialidad, no solo es necesario que la Enfermería de Urgencias y Emergencias demuestre que cumple con los requisitos técnicos, sino que además debe ser avalada por al menos 7 Consejerías de Sanidad y aceptada por la mayoría. «Tenemos ya varios apoyos por parte de varias Comunidades Autónomas», asegura Casal, «pero un ejemplo contundente es la moción que la Asamblea Regional de Murcia aprobó por unanimidad el 22 de mayo de 2025, solicitando al Gobierno de España la creación de la especialidad».
Casal defiende que «una especialidad propia para Enfermería de Urgencias y Emergencias tiene tanto sentido como lo tuvo en su día la aprobación de la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias. Es la única vía para alcanzar la excelencia asistencial y asegurar la resiliencia de nuestro sistema sanitario ante cualquier desafío futuro».
Gaceta Médica
Fuente de esta noticia: https://gacetamedica.com/profesion/semes-especialidad-enfermeria-urgencias-emergencias-2026/
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