
Si convives con un gato, sabrás que cada uno tiene su carácter. Algunos son tranquilos como una tarde de domingo, mientras que otros parecen tener un radar siempre encendido. Se asustan con facilidad, se esconden al menor ruido, o simplemente están más nerviosos de lo habitual.
Y es que, aunque muchos piensan que los gatos son animales independientes y que «se cuidan solos», la realidad es muy distinta. Los felinos también sienten estrés, ansiedad y miedo, y cuando eso ocurre, necesitan de nuestra ayuda para recuperar la calma.
En este artículo vamos a contarte cómo tranquilizar un gato en épocas de estrés, paso a paso, con técnicas efectivas y consejos. Porque entender a tu gato y ayudarle a estar tranquilo cuando se encuentra nervioso es una de las formas más bonitas de cuidarle.
¿Por qué los gatos se ponen nerviosos?
Como ya sabemos, los gatos son animales de hábitos. Los cambios inesperados o los ruidos intensos, habituales en épocas como la Navidad, pueden provocarles bastante estrés y es importante saber que estas alteraciones les afectan más de lo que a menudo percibimos.
Algunas señales de que tu gato podría estar estresado:
- Se esconde más de lo habitual
- Maúlla sin motivo aparente
- Tiene el pelo erizado o las pupilas muy dilatadas
- Ha dejado de comer o come con ansiedad
- Rasca muebles compulsivamente
- Está más agresivo o esquivo
Si notas varios de estos comportamientos, no tiene que cundir el pánico. Lo importante es saber que hay mucho que puedes hacer para ayudarle a tranquilizarse.
La importancia del entorno
Antes de entrar en técnicas concretas, es importante hablar de algo que marca la diferencia en el bienestar de cualquier gato: su entorno. Si el espacio donde vive no le transmite seguridad, será muy difícil que pueda relajarse.
Los gatos necesitan:
- Lugares tranquilos donde esconderse sin ser molestados.
- Zonas elevadas desde las que observar sin sentirse vulnerables.
- Rutinas estables que les den seguridad.
- Estimulación física y mental para evitar el aburrimiento.
En otras palabras, necesitan sentir que controlan su pequeño mundo. Cuando eso ocurre, su ansiedad disminuye y su comportamiento cambia por completo.
Por eso, si sabemos que va a ocurrir algo que pueda poner nervioso a nuestro gato, lo primero que recomendamos es observar su entorno y preguntarte: ¿Es un lugar en el que mi gato puede estar tranquilo?
Las claves para tranquilizar a un gato nervioso
Vamos a pasar a la práctica: Cómo tranquilizar a un gato nervioso o asustado de forma efectiva y respetuosa. Recuerda siempre que no hay fórmulas mágicas, pero sí estrategias que, combinadas, pueden ser muy efectivas:
Crea su refugio perfecto
Todos necesitamos un lugar al que retirarnos cuando el mundo se pone ruidoso. Tu gato también. Y no tiene por qué ser complicado. A veces, su cama para gatos con una manta suave puede ser suficiente. Lo importante es que ese espacio esté en una zona tranquila, sin paso constante, y que él lo sienta como suyo.
Durante épocas como Navidad o cuando hay visitas en casa, preparar una habitación solo para él (con su cama, arenero, agua, comida y juguetes) puede evitarle mucho estrés. Incluso si no la usa, saber que tiene ese refugio le dará seguridad.
Te recomendamos que eches un vistazo a nuestro artículo “Mejores camas para gatos: Cómo elegir la adecuada para tu felino”
Las feromonas, tus aliadas invisibles
¿Has visto alguna vez cómo tu gato se frota contra los muebles o contra ti? Lo hace para dejar feromonas, unas sustancias químicas naturales que le ayudan a marcar su territorio y sentirse seguro. Hoy en día existen feromonas sintéticas (como Feliway) que imitan ese efecto tranquilizador y que puedes usar en casa.
Los podemos encontrar en diferentes formatos como difusores eléctricos, collares o sprays. Son completamente seguras y, aunque tú no las huelas, tu gato sí las percibe. Son especialmente útiles en situaciones como fiestas, petardos, exceso de gente o simplemente cuando notas que tu gato está más tenso de lo normal.
Si quieres más información puedes leer nuestro artículo “Feromonas felinas: Cómo funcionan y cuándo pueden ayudarte a mejorar su bienestar”
Jugar para relajar cuerpo y mente
Puede parecer contradictorio, pero un gato cansado… es un gato feliz. Muchos comportamientos ansiosos tienen que ver con la acumulación de energía sin canalizar. Los gatos necesitan cazar, explorar, resolver pequeños retos. Si no pueden hacerlo, esa energía se convierte en frustración.
Si sabes que va a haber alguna situación estresante para tu gato, dedica un buen rato a jugar con él. Las cañas con plumas, las pelotas con sonido, los túneles o incluso una simple caja de cartón pueden servir. Lo importante es que interactúes con él, y que el juego termine en algo positivo (como un snack para gatos o una caricia).
El poder del contacto… cuando él quiere
Cada gato es un mundo. Algunos buscan tus caricias constantemente, y otros prefieren mantener una cierta distancia. Pero incluso los más reservados pueden disfrutar del contacto físico cuando están relajados.
Prueba a acariciar suavemente su cabeza, la base de las orejas o su espalda. Si parpadea lentamente, ronronea o se queda contigo, vas por buen camino. Si en cambio mueve el rabo de forma brusca, agacha las orejas o se marcha, respeta su espacio.
La clave está en ofrecer, no imponer. Porque relajar a un gato también es aprender a escucharlo sin palabras.
Te contamos más en nuestro post “Guía completa para saber cómo relajar a un gato”
Plantas y juguetes calmantes
Algunos gatos reaccionan muy positivamente a ciertos estímulos naturales como el catnip. No todos, eso sí. Pero cuando funciona, el efecto es inmediato: Juegan, se frotan, y después se tumban con cara de absoluta paz.
En Kiwoko puedes encontrar juguetes con catnip, o sticks naturales para masticar. Eso sí, siempre con moderación y bajo supervisión.
¡Música suave y voz calmada
Sí, hay estudios como el Journal of Feline Medicine and Surgery que demuestran que los gatos responden a ciertos tipos de música. Melodías suaves, con sonidos de la naturaleza o incluso con frecuencias diseñadas específicamente para ellos pueden ayudarles a entrar en un estado más tranquilo.
Además, tu voz es un instrumento poderoso. Habla con tono suave, sin brusquedad. Si le estás acariciando, cuéntale algo. Aunque no entienda las palabras, sí entiende tu energía.
Alimentación y premios como refuerzo positivo
La comida también puede ser una herramienta para tranquilizar a un gato nervioso. No hablamos de premiarle constantemente (ojo con el sobrepeso), pero sí de usar pequeños snacks naturales en momentos clave para asociar una experiencia con algo positivo.
Por ejemplo: si sabes que va a venir visita y eso le estresa, dale su snack para gatos favorito antes, durante y después, sin forzar nada. Poco a poco puede aprender que no todo lo nuevo es malo.
¿Y si nada funciona?
Si has probado todo y tu gato sigue mostrando signos claros de estrés (como dejar de comer, aislarse, agredir sin motivo…) en épocas clave, lo mejor es consultar con tu veterinario. También existen complementos alimenticios naturales con efecto calmante que pueden ayudar, pero deben ser siempre recomendados por un profesional.
En definitiva, saber cómo tranquilizar a un gato es una forma de estar presente para él, de conocerlo mejor, de entender su lenguaje sutil y respetar su espacio.
A veces necesitará silencio. Otras veces querrá mimos. Y muchas veces, solo con estar cerca de ti, ya tiene suficiente.
Si tienes alguna duda nuestros expertos te asesorarán, tanto en tiendas Kiwoko como por vía telefónica. Y si tienes claro lo que necesitas para tu mascota, puedes realizar tu pedido online en Kiwoko.com, por teléfono o en cualquiera de nuestras tiendas. ¡Te esperamos!
Kiwoko
Fuente de esta noticia: https://www.kiwoko.com/blogmundoanimal/como-tranquilizar-a-un-gato-todas-las-claves/
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