
En el marco de la cumbre del Mercosur celebrada el pasado sábado 20 de diciembre en Foz do Iguaçu, Brasil, un grupo de países miembros del bloque, liderados por Argentina, emitió un comunicado conjunto expresando su preocupación por la situación en Venezuela. En el documento, se hizo un llamado al restablecimiento de la democracia y al respeto de los derechos humanos en el país caribeño. Sin embargo, Brasil, bajo la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva (PT), decidió no firmar el comunicado, al igual que Uruguay.
La postura del gobierno brasileño
El gobierno brasileño justificó su decisión de no apoyar el comunicado argumentando que un documento de este tipo, respaldado por el Mercosur, podría ser interpretado por las autoridades de Estados Unidos como un aval a una posible intervención militar norteamericana en Venezuela. Aunque el texto no menciona explícitamente la tensión entre Estados Unidos y Venezuela, el contexto geopolítico actual ha generado preocupaciones en Brasilia sobre las posibles repercusiones diplomáticas y estratégicas de tal declaración.
El contexto de las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela
En los últimos años, las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela se han caracterizado por una creciente hostilidad. Washington ha intensificado sus acciones contra el régimen de Nicolás Maduro, incluyendo la incautación de embarcaciones petroleras bajo el pretexto de combatir rutas de narcotráfico hacia territorio estadounidense. Por su parte, Maduro ha señalado que estas acciones tienen como objetivo último apoderarse de las riquezas petrolíferas de Venezuela y desestabilizar su gobierno.
Desde la perspectiva del presidente Lula, cualquier declaración que critique abiertamente al gobierno venezolano podría ser utilizada como justificación para una intervención militar extranjera, algo que Brasil busca evitar a toda costa.
Los firmantes del comunicado
El comunicado fue firmado por los presidentes de Argentina, Javier Milei; Paraguay, Santiago Peña; y Panamá, José Raúl Mulino. Además, altos representantes de Bolivia, Ecuador y Perú se sumaron al llamado. En el texto, los firmantes expresaron su «profunda preocupación» por la crisis migratoria y humanitaria que afecta a Venezuela. También hicieron un llamado a la restauración pacífica del orden democrático y al respeto irrestricto de los derechos humanos en el país.
La complejidad del Mercosur ante la crisis venezolana
La decisión de Brasil y Uruguay de no firmar el comunicado refleja las divisiones internas dentro del Mercosur en cuanto a cómo abordar la crisis en Venezuela. Mientras algunos países optan por una postura más firme hacia el régimen de Maduro, otros prefieren mantener una posición más neutral para evitar posibles conflictos diplomáticos.
Este episodio también pone de manifiesto las tensiones entre los intereses regionales y la influencia externa en América Latina. Mientras algunos líderes buscan tomar medidas contundentes para presionar al gobierno venezolano, otros temen que dichas acciones puedan ser utilizadas como pretexto para justificar intervenciones extranjeras en la región.
La ausencia de Brasil en el comunicado del Mercosur sobre Venezuela subraya las dificultades para lograr un consenso regional sobre cómo abordar la crisis venezolana. Aunque muchos países expresan su preocupación por la situación humanitaria y democrática en Venezuela, las diferencias estratégicas y geopolíticas complican una respuesta unificada. En este contexto, el papel del Mercosur como foro para tratar estos temas sigue siendo un desafío, especialmente cuando se trata de equilibrar los intereses internos del bloque con las dinámicas internacionales.
