Aves y murciélagos tienen mucho que decir en los paisajes de Asturias, entre prados, huertas y cultivos tradicionales, ya que son aliados silenciosos que desempeñan un papel clave en la salud agrícola. Aunque a menudo pasan desapercibidos, estos animales revelan un poder oculto fundamental para el equilibrio de los agroecosistemas asturianos.
Las aves insectívoras, como golondrinas, carboneros o herrerillos, consumen grandes cantidades de insectos cada día. Muchos de estos insectos son plagas que afectan directamente a cultivos como el maíz, las patatas o los frutales.
Al alimentarse de ellos, las aves reducen de forma natural la necesidad de pesticidas químicos, favoreciendo una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Además, algunas especies contribuyen a la dispersión de semillas y al control de pequeños roedores, reforzando la biodiversidad local.
La fauna silvestre, como las aves, demuestra su impacto clave en los cultivos asturianos
Una investigación liderada por el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) y la Universidad de Oviedo ha constatado el papel fundamental que desempeñan las aves, los murciélagos y las arañas en la sostenibilidad del cultivo de manzanas y arándanos en Asturias.
Según ha informado este jueves el Gobierno del Principado, el proyecto ‘BatBirdFruit’ ha analizado los efectos beneficiosos y los posibles impactos no deseados que estos animales silvestres como las aves y murciélagos generan en distintas plantaciones para establecer pautas de manejo que favorezcan la biodiversidad y mejoren la sostenibilidad de los sistemas agrícolas.
Las aves insectívoras, como golondrinas, carboneros o herrerillos, consumen grandes cantidades de insectos cada día. Muchos de estos insectos son plagas que afectan directamente a cultivos como el maíz, las patatas o los frutales.
Un estudio pionero identifica beneficios y riesgos en los cultivos
Los investigadores han estudiado cómo las aves ayudan a controlar las plagas de forma natural y también cómo, en algunos casos, pueden generar efectos no deseados como comerse los frutos o interferir con otros depredadores beneficiosos, por ejemplo aves que se alimentan de arañas que controlan plagas.
Para llevar a cabo el trabajo, se realizaron censos de aves y murciélagos, muestreos de arañas y de insectos plaga, análisis moleculares de la dieta a partir de restos fecales y experimentos en los que se excluyeron ciertos animales de los cultivos.
El estudio ha revelado la gran diversidad de aves, murciélagos y arañas que habitan en los cultivos de manzano y arándano en Asturias.
Estas comunidades animales, cuya composición varía según el paisaje que rodea los cultivos, desempeñan funciones importantes en la producción agrícola.
El investigador del Serida Marcos Miñarro ha explicado que determinadas especies de aves, murciélagos y arañas «resultan especialmente beneficiosas para los agricultores, ya que ayudan a reducir la presencia de plagas de forma natural».
Gracias a este control biológico, se puede disminuir el uso de productos fitosanitarios, lo que supone una doble ventaja, un menor coste para el productor y un menor impacto ambiental.
Estas comunidades animales, cuya composición varía según el paisaje que rodea los cultivos, desempeñan funciones importantes en la producción agrícola.
Según ha explicado el investigador, «se ha comprobado que los murciélagos consumen hasta 191 especies distintas de plagas agrícolas, y que las especies de ave más abundantes son también las que más contribuyen al control de plagas».
Cuando los aliados causan daños: mirlos y jabalíes en los arándanos
No obstante, también se han identificado efectos negativos, ya que algunas especies de vertebrados en el caso de estas aves, como el mirlo o el jabalí, pueden alimentarse directamente de los arándanos y causar daños en los cultivos.
El proyecto ha sido capaz de identificar estos efectos negativos, «lo que abre la puerta a nuevas estrategias de manejo para mitigar los daños que estos animales puedan causar sin comprometer los beneficios del control biológico», han concluido los investigadores.
Proteger a aves y murciélagos no solo es una cuestión de conservación, sino también de beneficio directo para el sector agrícola. La instalación de cajas nido, el mantenimiento de setos y bosques cercanos, y la reducción del uso de pesticidas son medidas sencillas que potencian su presencia. Los cultivos asturianos, profundamente ligados al paisaje y a la tradición, encuentran en estos animales un apoyo natural y eficaz.
Así, aves y murciélagos revelan que su poder oculto no es mágico, sino ecológico: un servicio silencioso que sostiene la productividad del campo y el equilibrio de la naturaleza en Asturias.
Victoria H.M.
Fuente de esta noticia: https://www.ecoticias.com/naturaleza/aves-murcielagos-cultivos-asturias
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