
El presidente Donald Trump ordenó este martes un bloqueo «total y completo» contra todos los buques petroleros sancionados que intenten entrar o salir de Venezuela, en lo que representa la medida más agresiva de Washington contra el gobierno de Nicolás Maduro desde el inicio de las sanciones económicas. La decisión profundiza una estrategia que comenzó como operación antinarcóticos y se ha transformado en un asedio directo a las finanzas del régimen venezolano, cuya economía depende mayoritariamente de las exportaciones petroleras.
Trump reclama activos petroleros y acusa a Venezuela de robo sistemático
Mediante una publicación en Truth Social, el mandatario estadounidense acusó a Venezuela de apropiarse ilegalmente de petróleo, tierras y activos estadounidenses, además de señalar al país suramericano por «terrorismo, narcotráfico y trata de personas». Trump insistió este miércoles ante la prensa que las empresas petroleras estadounidenses fueron «despojadas» durante las expropiaciones del gobierno venezolano, afirmando: «Nos quitaron todos nuestros derechos energéticos, nos quitaron todo nuestro petróleo hace no mucho tiempo, y lo queremos de vuelta».
La industria petrolera venezolana fue nacionalizada el 1 de enero de 1976 durante la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez, reservando los derechos de exploración y explotación a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Posteriormente, en 2007, el entonces presidente Hugo Chávez modificó las normas para obligar a las transnacionales a convertirse en socias minoritarias de Pdvsa o abandonar el país.
Despliegue militar sin precedentes en el Caribe intensifica la presión
Trump aseguró que Venezuela está «completamente rodeada por la mayor armada jamás reunida en la historia de Sudamérica», haciendo referencia al despliegue militar estadounidense en la zona. Informes recientes confirman la presencia de seis destructores y buques misilísticos de la Armada estadounidense a pocas decenas de millas náuticas de las costas venezolanas, además del USS Gerald Ford, el portaaviones más grande del mundo, posicionado cerca del país sudamericano junto con miles de soldados.
Esta escalada militar ocurre una semana después de que Estados Unidos incautara el petrolero Skipper frente a las costas venezolanas, embarcación que transportaba 1,9 millones de barriles de crudo. La Casa Blanca calificó la acción como necesaria por el «transporte ilícito de petróleo», mientras que el gobierno de Maduro la denunció como «piratería internacional» y afirmó que Estados Unidos «secuestró a la tripulación» y «robó» el barco.
Venezuela denuncia violación al derecho internacional y amenaza militar directa
La Cancillería venezolana anunció que denunciará ante las Naciones Unidas «esta grave violación del derecho internacional contra Venezuela», acusando a Trump de intentar «imponer de manera absolutamente irracional un supuesto bloqueo militar naval» con el objetivo de «robarse las riquezas que pertenecen a nuestra patria». El comunicado oficial señaló que Trump «asume que el petróleo, tierras y riquezas mineras de Venezuela son de su propiedad».
El Ministerio de Defensa venezolano respondió categóricamente afirmando que «jamás en la historia de nuestro país un presidente norteamericano le había amenazado de manera tan incisiva». Las fuerzas armadas venezolanas aseguraron que preservarán «a toda costa el actual sistema constitucional y democrático, así como la integridad territorial del país, los legítimos derechos sobre sus espacios aéreo y marítimo».
Alcance y efectos económicos del bloqueo sobre la industria petrolera venezolana
De los 1.400 barcos sancionados mundialmente por Estados Unidos, 600 corresponden a buques petroleros, según análisis de la AFP con datos de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) y la Organización Marítima Internacional. Durante la primera administración Trump (2019-2020), se impusieron sanciones a 62 buques relacionados con Venezuela; en 2021 se agregaron media docena más, y la semana pasada el Departamento del Tesoro incluyó otros seis.
Transparencia Internacional señala que el 40% de los buques que llegan a puertos venezolanos para cargar crudo son irregulares, según monitoreo mensual de la organización. Tras el decomiso del Skipper, varios cargueros que se dirigían a Venezuela han comenzado a dar la vuelta, aunque en noviembre se contabilizaron 23 petroleros sancionados o furtivos en puertos venezolanos mediante análisis de imágenes satelitales.
La presencia militar estadounidense ya ha provocado una disminución de la llegada de «tanqueros oscuros» —aquellos que operan con radares apagados para evitar rastreo— en el último mes. Sin embargo, el régimen chavista ha desarrollado experiencia operando en esta economía subterránea desde las sanciones del primer gobierno de Trump (2019-2023), vendiendo crudo a través de intermediarios opacos, mediante trueques, criptomonedas y descuentos de hasta el 35%.
Estrategia de flotas fantasma y adaptación del régimen a las sanciones
Desde que se consolidaron las sanciones económicas contra Venezuela, el régimen de Maduro ha recurrido, con apoyo iraní, al uso de cargueros que operan «en negro». Estas embarcaciones navegan encubiertas con banderas de terceros países, sin declarar destino, realizando trasiegos comerciales en alta mar en los océanos Índico, Pacífico y Atlántico. Se trata de las llamadas flotas «fantasma», empleadas también para comerciar crudo sancionado de Rusia e Irán.
La vicepresidenta y ministra de Petróleo, Delcy Rodríguez, informó la semana pasada que la producción aumentó en noviembre a 1,17 millones de barriles diarios, frente a los 1,13 millones del mes anterior. Esta cifra representa una recuperación gradual desde los mínimos históricos por debajo de los 400.000 barriles diarios tras las primeras sanciones, aunque permanece muy lejos de los niveles de producción de épocas anteriores.
Parte de esta recuperación fue posible gracias a la política de licencias petroleras de la administración de Joe Biden que, desde 2023, alivió las finanzas del chavismo. Sin embargo, este año Trump ha reimpuesto las sanciones, dejando únicamente a la estadounidense Chevron operar en condiciones limitadas desde julio.
Impacto en mercados internacionales y concentración de exportaciones hacia Asia
Fuentes del sector indican que los compradores asiáticos «están exigiendo grandes descuentos en el petróleo venezolano debido a una avalancha de crudo ruso e iraní (también sancionado) y al aumento del riesgo de carga en el país sudamericano» por la creciente presencia militar estadounidense en el Caribe. Este año China ha concentrado entre el 55% y el 90% de las exportaciones de crudo venezolano, frente al 40%-60% del año anterior.
Los anuncios de Trump ya han tenido un impacto al alza en los precios internacionales por la previsible reducción de la oferta. El precio del crudo a la baja —que afecta especialmente a los petróleos pesados como el venezolano— representa un desafío adicional para las finanzas del régimen, que batalla con la escasez de divisas para contener la inflación.
Reacciones internacionales y cuestionamientos constitucionales en Estados Unidos
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, instó a las Naciones Unidas a actuar para «evitar un derramamiento de sangre» en Venezuela. «Que asuma su papel para evitar cualquier derramamiento de sangre y que se busque siempre la solución pacífica de los conflictos», pidió Sheinbaum, quien resumió la posición mexicana: «Más allá de las opiniones sobre el régimen de Venezuela y la presidencia de Maduro, la posición de México siempre debe ser ‘no’ a la intervención, ‘no’ a la injerencia extranjera, solución pacífica de los conflictos y diálogo por la paz».
El congresista Joaquín Castro, demócrata de Texas, aseguró que el llamado «bloqueo naval» de Trump equivale inequívocamente a un acto de guerra. El jueves el Congreso estadounidense votará una resolución mediante la cual se exige al presidente poner fin a las hostilidades con Venezuela, evidenciando las divisiones internas en Washington respecto a esta estrategia de confrontación militar directa.
Consecuencias para Cuba y aliados del régimen venezolano
La intercepción intensiva de cargueros de crudo venezolano podría afectar seriamente los flujos de caja de Caracas y de algunos de sus aliados más dependientes, como Cuba. El régimen de Maduro vive principalmente de las exportaciones petroleras, y esta nueva etapa de asfixia económica representa un riesgo significativo para la estabilidad financiera del gobierno y su capacidad de mantener subsidios a países aliados.
Washington ha reforzado su estrategia con sanciones a seis navieras y seis embarcaciones de su propiedad, a empresarios ligados al chavismo y a tres sobrinos de la pareja presidencial. La advertencia de nuevas incautaciones de cargueros y la intensificación de sobrevuelos de aviones de combate añaden presión a una relación ya marcada por la tensión, mientras el chavismo utiliza estos episodios para reforzar su discurso de que Washington busca apoderarse por la fuerza de los recursos naturales del país.
M-Redacción
Fuente de esta noticia: https://economia.com.py/estados-unidos-impone-bloqueo-naval-total-a-venezuela-por-buques-petroleros-sancionados-en-escalada-sin-precedentes-contra-el-regimen-de-maduro/
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