

Después de las fiestas decembrinas, muchas personas notan que su cuerpo no se siente igual: aparece la sensación de inflamación, pesadez o cansancio general. Este fenómeno no es una simple percepción ni una consecuencia aislada de “haber comido de más”, sino una respuesta fisiológica bien documentada relacionada con la inflamación corporal, la digestión y el equilibrio metabólico. Entender por qué ocurre la inflamación después de las fiestas permite interpretar mejor las señales del cuerpo y retomar el bienestar sin recurrir a medidas extremas ni culpabilizantes.
¿Por qué nos inflamamos tanto en estas fechas?
La inflamación después de las fiestas es una respuesta natural del organismo frente a estímulos que alteran su equilibrio habitual. Durante este periodo suelen coincidir varios factores: aumento en el consumo de azúcares, alcohol y grasas saturadas, horarios irregulares de sueño y menor actividad física. Desde el punto de vista científico, estos cambios activan al sistema inmunológico, que entra en un estado de alerta inflamatoria.
Es importante diferenciar inflamación de hinchazón. La hinchazón abdominal suele estar asociada a gases o digestión lenta, mientras que la inflamación implica procesos más amplios, como retención de líquidos, fatiga, dolor corporal o sensación de malestar general. Ambas pueden presentarse juntas, reforzándose entre sí.
El sistema digestivo y el papel del intestino
Uno de los mecanismos menos conocidos que se ve afectado durante las fiestas es el complejo motor migratorio (CMM), un proceso que permite al intestino limpiarse entre comidas. Cuando se come de forma constante, con picoteos frecuentes o cenas prolongadas, este mecanismo se interrumpe. Como consecuencia, los restos de alimentos permanecen más tiempo en el intestino, favoreciendo la fermentación y la producción de gases.

A esto se suma la rápida adaptación de la microbiota intestinal. Estudios recientes han demostrado que cambios en la alimentación durante pocos días pueden modificar la composición bacteriana del intestino. El aumento de azúcares, alcohol y alimentos ultraprocesados favorece el crecimiento de bacterias asociadas a procesos inflamatorios, lo que impacta tanto en la digestión como en la respuesta inmunológica.
Sueño, estrés y regulación hormonal
La inflamación no depende únicamente de lo que se come. Dormir menos horas o alterar el ritmo de descanso, algo común durante las fiestas, eleva los niveles de cortisol, la principal hormona del estrés. El cortisol elevado de forma sostenida está vinculado a un aumento de la inflamación sistémica, así como a mayor sensación de cansancio y dificultad para recuperarse.

El organismo necesita ciclos de sueño profundos para regular procesos inflamatorios y metabólicos. Cuando el descanso se ve comprometido, el cuerpo tarda más en volver a su estado de equilibrio, incluso si la alimentación mejora. Por eso, el malestar posterior a las fiestas suele ser una combinación de factores acumulados.
Alimentos y su relación con la inflamación
Desde la nutrición, se sabe que ciertos alimentos favorecen la inflamación cuando se consumen en exceso: azúcares refinados, alcohol, grasas trans y productos ultraprocesados. No es solo la cantidad ingerida, sino la frecuencia y la combinación lo que genera mayor carga inflamatoria.

En contraste, existen alimentos con efectos antiinflamatorios respaldados por evidencia científica. Entre ellos destacan los pescados ricos en omega-3, las verduras de hoja verde, los frutos rojos, el jengibre y la cúrcuma. Incorporarlos de manera regular después de las fiestas ayuda al cuerpo a reducir la inflamación de forma progresiva y natural.
¿Por qué este fenómeno es tan común?
Diversos estudios en salud digestiva indican que una gran proporción de la población experimenta molestias inflamatorias tras periodos de excesos alimentarios y alteraciones en la rutina. La inflamación, en este contexto, no es una enfermedad en sí misma, sino una señal adaptativa del organismo frente a un entorno temporalmente exigente. El problema surge cuando este estado inflamatorio se prolonga durante semanas. Reconocerlo a tiempo permite hacer ajustes sencillos en hábitos diarios, favoreciendo una recuperación más rápida y sostenible.

La inflamación después de las fiestas decembrinas es una respuesta fisiológica esperable ante cambios intensos en alimentación, descanso y ritmo de vida. Lejos de ser un fallo del cuerpo, es una señal de que el organismo está intentando adaptarse y recuperar el equilibrio. Comprender este proceso desde la ciencia permite abordar el malestar con mayor claridad y sin culpa. La clave está en escuchar al cuerpo y preguntarse qué necesita ahora para volver a sentirse en equilibrio.
Carolina Gutiérrez Argüelles
Fuente de esta noticia: https://ecoosfera.com/wellness/inflamacion-tras-fiestas-decembrinas/
************************************************************************************************************
También estamos en Telegram como @prensamercosur, únete aquí: Telegram Prensa Mercosur
Recibe información al instante en tu celular. Únete al Canal del Diario Prensa Mercosur en WhatsApp a través del siguiente link: https://whatsapp.com/channel/0029VaNRx00ATRSnVrqEHu1También estamos en Telegram como @prensamercosur, únete aquí: https://t.me/prensamercosur Mercosur
Recibe información al instante en tu celular. Únete al Canal del Diario Prensa Mercosur en WhatsApp a través del siguiente link: https://www.whatsapp.com/channel/0029VaNRx00ATRSnVrqEHu1W
