
Cuando un paciente ya probó de todo, entre tratamientos, cirugía, fármacos, altas dosis y todo, aquí es donde entra la crioanalgesia, una de las tantas terapias para rescatar a una persona del nivel de cronicidad de dolor en el que se encuentra.
El dolor en sí es un signo de alarma en cualquier paciente, quien, ante la persistencia acude a consulta. Sin embargo, a veces el dolor perdura en el tiempo. Cuando se superan los tres meses, se escala a un dolor subagudo a un estado crónico, con lo cual, pasa a convertirse en el protagonista de la vida de una persona.
En casos como esos, el dolor comienza a interferir en el estado de ánimo, en la calidad de vida, en los hábitos sociales, en la situación laboral y en otras áreas, al punto de provocar que el paciente baje su bienestar en general, expuso Roque Goitea, médico anestesiólogo e intervencionista en dolor crónico refractario.
Cuando una persona ya probó otros tratamientos, medicamentos y hasta recurrió a una polifarmacia, entran las terapias avanzadas intervencionistas que, lo que hacen es trabajar en las áreas de transmisión dolor. La crioterapia es una de las tantas terapias para rescatar del nivel de cronicidad.
La crioterapia interrumpe la transmisión del dolor para que el paciente no procese esa información y no sea consciente del dolor que lleva.
“Existen receptores en todo el organismo que lo que hacen es recepcionar la primera sensación. Las vías integran eso al sistema nervioso y llegan al nivel de conciencia, pero cuando las vías son interrumpidas, el paciente deja de ser consciente del dolor que experimenta”, explicó el doctor.
EL PROCEDIMIENTO
El paciente ingresa a una sala de monitoreo especial, se le aplica suero y se le hace una ansiolisis, lo que permite que alcance un estado de relajación, una sedación suave. No obstante, permanece despierto y conversando, a fin de que pueda describir las sensaciones e identifique el dolor a través de la cánula, una aguja especial que ingresa en busca del punto que duele.
“La cánula lo que hace es introducirse en una zona específica, bajo guía de imagen, mínima invasión, localiza el punto exacto donde se produce ese dolor, una vez que se localiza se coloca un frío controlado, que lo que hace es una lesión reversible de las vías de transmisión para que el paciente tenga una calma controlada en el tiempo y puede experimentar alivio”, comentó el especialista.
Los dolores tienen muchas vías por las cuales viajan y se integran todas en el sistema nervioso. Tratar la vía correcta es importante. No todas las patologías pueden tratarse con crioanalgesia.
Las patologías benignas, degenerativas, artrosis, patologías seculares, polineuropatías vinculadas a la diabetes, fibromialgia, etc.
Otras ligadas a patologías malignas, el 80 % llegan a un umbral altísimo que requieren algún tipo de rescate de terapias avanzadas
Generalmente se utiliza como tratamiento complementario para el alivio al dolor, pero también puede aplicarse como terapia única en los casos en los que ya no son aplicables otros planes. La crioterapia permite dejar de consumir tantos medicamentos y dar una ventana de seis meses a un año sin dolor, hasta que se vuelve necesario volver a hacerla.
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