CÓMO NUESTROS PENSAMIENTOS ACTIVAN REDES NEURONALES COMO SI FUERA REALIDAD.
Una de las capacidades más asombrosas del cerebro humano es que no distingue con exactitud lo que vemos y vivimos físicamente de aquello que solo imaginamos o recordamos intensamente. Para nuestro sistema nervioso, pensar en algo puede ser casi equivalente a experimentarlo.
Esto significa que un pensamiento puede desencadenar reacciones emocionales y fisiológicas en el cuerpo, como si la situación estuviera ocurriendo aquí y ahora. Por eso una simple idea puede acelerar el corazón, generar lágrimas, calma o ansiedad.
¿Por qué ocurre esto? (Causas neuropsicológicas)
Las imágenes mentales activan las mismas áreas cerebrales que la experiencia real. Cuando recordamos o imaginamos una situación, regiones como la corteza visual, la amígdala (emociones) y la corteza motora se activan de manera similar a cuando actuamos o percibimos algo real.
El cerebro trabaja con significados, no con hechos.
Para el sistema nervioso, lo esencial es el mensaje emocional, no la precisión del evento. Si una situación imaginada significa peligro, el cuerpo reacciona como si el peligro fuera verdadero.
Nuestro cerebro está diseñado para anticipar.
La supervivencia depende más de predecir amenazas que de verificarlas. Este mecanismo nos ha protegido evolutivamente… aunque a veces también nos enferma.
Es decir que la realidad psicológica pesa más que la realidad física.
Consecuencias cuando se usa en contra nuestra.
Cuando los pensamientos son negativos, catastróficos o repetitivos:
-Aumenta el estrés y la ansiedad
-Se elevan cortisol y adrenalina
-Se debilita el sistema inmune
-Se generan hábitos y respuestas de evitación
-Se consolidan creencias limitantes: “No soy capaz”, “Me va a ir mal”, “No merezco…”
-La mente crea un mundo interno lleno de amenazas… y el cuerpo vive atrapado en una alarma constante.
En otras palabras:
“Lo que imaginas como peligro, tu cuerpo lo paga como realidad.”
Consecuencias positivas cuando lo utilizamos a favor.
Lo hermoso es que el mismo mecanismo puede convertirse en una poderosa herramienta de cambio:
– Imaginación creativa → activa redes neuronales de aprendizaje
– Visualización → fortalece confianza y rendimiento
– Pensamientos compasivos → equilibran el sistema nervioso
– Recuerdos agradables → generan bienestar real.
Lo imaginado con práctica y emoción se convierte en nuevo cableado cerebral.
La clave:
Lo que te dices + lo que imaginas debe hacerte sentir
El sentimiento es el pegamento que fija nuevas conexiones neuronales.
Tu mente posee un poder tan grande que puede enfermarte, pero también puede sanarte.
Puede encarcelarte en miedos que no existen… o puede abrir caminos que aún no han sucedido.
Si tu cerebro va a creer todo lo que imaginas,
asegúrate de imaginar lo que te hace crecer.
Cada pensamiento es un mensaje que tu cuerpo convierte en realidad.
Escoge entonces pensamientos que te sostengan, te nutran y te impulsen. Porque la historia más poderosa que vivirás…
es la que primero te atrevas a imaginar.
“El corazón alegre mejora la salud, pero un espíritu abatido seca los huesos”. Proverbios 17:22(RVR1960)
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