La Organización Mundial de la Salud incluyó recientemente a Ozempic y otras terapias GLP-1 en su Lista de Medicamentos Esenciales, un movimiento que marca un antes y un después en la forma en que se entiende la obesidad. El anuncio llega en un contexto donde más de 1,000 millones de personas conviven con esta enfermedad crónica, con complicaciones que afectan la salud y la calidad de vida. Con esta decisión, la OMS envía un mensaje claro: estos tratamientos ya no son una alternativa aislada, sino parte fundamental del abordaje médico integral.
¿Por qué la OMS respalda el uso de Ozempic?
Durante años, Ozempic y otros agonistas GLP-1 fueron utilizados principalmente para tratar la diabetes tipo 2. Sin embargo, diversos estudios mostraron que también ayudan a reducir peso de manera sostenida y a mejorar indicadores metabólicos. Este doble efecto los convirtió en una herramienta con potencial para enfrentar la obesidad, una enfermedad con múltiples causas y consecuencias.
Las cifras hablan por sí solas. En 2024, la obesidad se relacionó con 3.7 millones de muertes en todo el mundo, además de aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, apnea del sueño, ciertos tipos de cáncer y complicaciones articulares. Para la OMS, este escenario confirma que se necesitan tratamientos con eficacia comprobada, capaces de acompañar a las personas en un manejo prolongado y basado en evidencia.
¿Qué significa que Ozempic sea un “medicamento esencial”?
Una vez que un medicamento entra en la Lista de Medicamentos Esenciales, se convierte en una prioridad para los sistemas de salud. No implica obligatoriedad, pero sí establece que su disponibilidad debería ser amplia, consistente y asequible para quienes lo necesiten. Es una forma de reconocer su impacto sanitario y su papel dentro de un tratamiento integral.
Aun así, el acceso dista mucho de ser ideal. La OMS señala que solo alrededor del 10% de las personas que podrían beneficiarse de estas terapias logran obtenerlas hoy. Esto se debe a factores como el precio, los sistemas de distribución, la capacidad de producción y la ausencia de cobertura financiera en muchos países.
Los matices detrás de la recomendación: evidencia, riesgos y límites actuales
Aunque el respaldo de la OMS es contundente, la recomendación está clasificada como “condicional”. Esto significa que la evidencia existente es sólida, pero aún falta conocer los efectos a largo plazo. Los estudios actuales cubren alrededor de cuatro años de seguimiento, suficientes para evaluar eficiencia inmediata y mediana duración, pero no para proyectar un uso de por vida.
Otro aspecto relevante es la necesidad de supervisión médica. El organismo advierte que estos medicamentos funcionan mejor cuando se integran en un plan de tratamiento amplio, que incluya alimentación equilibrada, actividad física, evaluación constante y acompañamiento profesional. Usarlos sin seguimiento puede reducir su efectividad o generar dificultades en el manejo del tratamiento.
¿Cómo cambia el manejo de la obesidad con esta decisión?
El reconocimiento de Ozempic como medicamento esencial implica un cambio conceptual. La obesidad deja de ser vista únicamente como un asunto individual ligado al estilo de vida, y se reconoce como una enfermedad con componentes biológicos, ambientales, sociales y metabólicos. Este cambio impulsa a los sistemas de salud a desarrollar mejores estrategias para prevenir complicaciones y ofrecer tratamientos adecuados.
También plantea un desafío: garantizar que el acceso no dependa exclusivamente de la capacidad económica. La OMS advierte que, sin políticas sólidas, esta brecha podría ampliarse, afectando a millones de personas que viven en contextos donde la atención médica ya es limitada.
El futuro: genéricos, nuevas formulaciones y mayor disponibilidad
Un elemento que podría transformar el acceso es la expiración de la patente de la semaglutida (el compuesto activo de Ozempic) en países como India y China en 2026. Esto permitirá la producción de genéricos, que podrían reducir de manera significativa los costos y mejorar la disponibilidad global.
Otro avance importante es el desarrollo de formulaciones orales, que facilitan su uso al no requerir refrigeración ni inyecciones. Aunque algunas de estas versiones pueden ser menos potentes que las actuales, su fabricación y distribución serían más simples, acelerando su llegada a sistemas de salud que hoy enfrentan dificultades logísticas.
La inclusión de Ozempic en la Lista de Medicamentos Esenciales es un paso decisivo en el reconocimiento de la obesidad como una enfermedad crónica que requiere atención continua y tratamientos basados en evidencia. A pesar de los desafíos de acceso, costo y seguimiento, esta decisión abre la puerta a una etapa donde más personas podrían recibir apoyo adecuado. El verdadero impacto dependerá de cómo evolucione la disponibilidad y de si los sistemas de salud logran convertir esta recomendación en una realidad para quienes más lo necesitan. ¿Qué transformaciones veremos en los próximos años?
Carolina Gutiérrez Argüelles
Fuente de esta noticia: https://ecoosfera.com/noticias/oms-ozempic-lista-medicamentos-esenciales/
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