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En una noche cargada de emociones, historia y elegancia, Catalina Duque Abréu iluminó el majestuoso escenario del Yoyogi National Gymnasium en Tokio y se alzó con el título de Miss International 2025, consagrando a Colombia como protagonista indiscutible en uno de los certámenes de belleza más prestigiosos del planeta. Su coronación no fue simplemente la victoria de una reina, sino el reflejo de una nación llena de talento, valores humanos, diversidad cultural y una determinación que no conoce fronteras.
Catalina cautivó desde el primer instante. Su pasarela impecable, su manera genuina de conectar con el público y su presencia segura pero cálida, revelaron a una mujer que representa mucho más que belleza: representa convicción, propósito y preparación. Su elegancia natural se combinó con la fuerza de una voz capaz de transmitir ideas profundas y un compromiso real con causas sociales, conquistando no solo al jurado, sino también a quienes vieron en ella a una embajadora de dignidad, inteligencia y humanidad.
Nacida el 20 de septiembre de 1999 en el departamento de Antioquia, Catalina ha construido una trayectoria donde la disciplina y el estudio han sido tan importantes como los certámenes. Comunicadora Social con especialización en Mercadeo Digital de la Universidad EAFIT, domina español, inglés y portugués, cualidad que le ha permitido desenvolverse con gracia en escenarios internacionales y establecer puentes entre culturas. Esta formación integral, sumada a su sensibilidad social, consolidó el perfil de una mujer que entiende que la belleza verdadera tiene impacto cuando se acompaña de propósito, escucha y acción.
Colombia celebró su victoria con orgullo, porque Catalina representó una historia que va más allá de pasarelas: es el reconocimiento al esfuerzo de miles de mujeres que sueñan, estudian, trabajan y se preparan para dejar huella. Su triunfo recordó al mundo que en Colombia hay talento, educación, resiliencia y un corazón dispuesto a aportar soluciones. Cada paso suyo en el escenario fue también un homenaje a nuestras raíces, a la diversidad de nuestro territorio y a la riqueza cultural que nos define como país.
Entre casi ochenta candidatas de múltiples nacionalidades, Catalina se abrió camino con naturalidad y liderazgo. Su intervención durante el discurso final, serena, firme y profundamente humana, dejó claro que entiende su rol como vocera global de la empatía, la inclusión y la esperanza. No solo habló, conectó. No solo desfiló, inspiró.
Con su reinado, no solo comienza una nueva página para Miss International, sino un capítulo que invita a ver el certamen como una plataforma de impacto social, cultural y educativo. Catalina Duque Abréu no solo ganó una corona: ganó un lugar en la historia como símbolo de inspiración y como recordatorio de que los sueños, cuando nacen de la convicción, no tienen fronteras.
Hoy, Colombia despierta con la alegría de saberse representada por una mujer que lleva en su mirada la determinación de un país entero. Una reina que no solo desfila: construye. Que no solo brilla: transforma. Que no solo reina: inspira.
por : Angela Ramirez
