
Si hay vidas que parecen una película, la de Chris Simpson podría encajar en el perfil de una superproducción de Hollywood. Un hombre que, procediendo de un entorno familiar difícil por el abandono paterno, cumple el sueño americano al ascender una y otra vez en la escala social y económica de la primera potencia mundial, a partir de su esfuerzo y la constante persecución de la excelencia.
De cumplir misiones especiales en el ejército a encargarse de la seguridad del mismo presidente de Estados Unidos, Chris fue viendo cómo en su vida profesional iba subiendo escalafones. De cara al mundo, era un triunfador al que envidiar. Sin embargo, en su interior se desgarraba por encontrar un sentido a esa vida acelerada en la que no encontraba paz ni propósito.
A pesar de su crianza en la fe cristiana, su compromiso con Jesús no era más que el de “cumplir” con los rituales de la cultura. Así fue hasta que un día chocó con la realidad de que, por mucho que se esforzara, las preguntas importantes de la vida seguían sin contestar. Su esperanza estaba en algo tan caduco como sus propios logros.
Una experiencia personal le llevó a un cambio de enfoque que redefinió su vida. Su encuentro con Jesús y rendirlo todo a él fue el principio de una carrera no menos exitosa, pero ahora sí, llena de sentido y propósito.
Una fe que lo involucra todo
Chris Simpson contó su experiencia en una de sus participaciones durante el VII Encuentro Nacional de Líderes Empresariales Cristianos. En la actualidad, es director de CMBC Internacional (Christian Marketplace Business Coalition), una organización presente en 90 países y con un impacto creciente en el mundo de los negocios. Desde su experiencia global, compartió que la fe cristiana no puede limitarse al ámbito personal o eclesial, sino que debe impregnar también el mundo de la empresa y la economía. Así lo explicó en una entrevista exclusiva para LEC.
“La forma en que representamos a Cristo el lunes valida la adoración que ofrecemos el domingo” “Tuve que hacerme una pregunta fundamental: ¿soy cristiano solo los fines de semana o también los lunes por la mañana? Comprendí que mi vida había sido redimida por completo, y que debía vivir mi fe con la misma intensidad en la oficina que en la iglesia”, explicó.
Simpson denunció lo que denomina una “cristiandad compartimentada”, que separa lo espiritual de lo profesional. “Dios nos llama a ser sus embajadores en todo lugar donde pongamos el pie. La forma en que representamos a Cristo el lunes valida la adoración que ofrecemos el domingo. Cuando entendí eso, decidí que mi vida entera pertenecía a Dios”, añadió.
“Toda verdad es verdad de Dios”
Para el líder de CMBC, la Biblia sigue ofreciendo principios plenamente aplicables al mundo de los negocios. “A veces pensamos que los textos bíblicos solo tenían sentido en un contexto agrícola del siglo I, pero no es así. Dios es perfectamente capaz de dar sabiduría que trasciende el tiempo”, afirmó.
“Todo lo que necesitamos para liderar, amar, pastorear y discipular a nuestros equipos está en la Palabra de Dios. Puedes leer los mejores libros de liderazgo del mundo, pero siempre debes filtrarlos a través de la Biblia: ahí está la verdadera sabiduría”.
Identidad, miedo y posicionamiento
En su análisis, Simpson identifica tres grandes desafíos que enfrentan los profesionales cristianos, especialmente en Occidente: identidad, miedo y posicionamiento.
“Muchas personas asocian su identidad con su puesto de trabajo o su éxito profesional. Pero cuando eso sustituye a tu verdadera identidad —la de hijo o hija de Dios—, estás creando un ídolo”, señaló.
“Mientras el mundo grita sus mensajes rotos, los cristianos susurramos las verdades de Dios” El segundo desafío es el miedo: “Vivimos rodeados de mensajes que nos dicen que está bien ser cristiano, pero solo dentro de la iglesia o del hogar. Eso ha hecho que muchos crean que viven en una ‘cultura poscristiana’. Yo rechazo ese término. Cristo sigue en el trono. No existe una cultura poscristiana: lo que ocurre es que hemos bajado la voz. Mientras el mundo grita sus mensajes rotos, los cristianos susurramos las verdades de Dios”.
Por último, Simpson habló de la necesidad de cambiar la “posición” del creyente ante su fe. “Algunos ponen a Jesús como una prioridad más en su lista. Pero Cristo no puede ser solo una prioridad entre muchas: Él debe ser el papel donde se escriben todas nuestras prioridades. No hay una vida secular y otra espiritual; hay una sola vida, y pertenece a Dios”.
El papel de la iglesia
Simpson destacó el papel fundamental de las iglesias locales, pero también advirtió sobre el riesgo de desaprovechar el potencial de los empresarios y profesionales cristianos.
“Las iglesias suelen valorar mucho a los empresarios, pero a veces solo los ponen en el comité de obras o los llaman cuando hay que negociar algo. En lugar de aparcarlos, hay que movilizarlos. La iglesia no es el fin de la misión, sino el lugar donde los santos son preparados para salir al campo misionero”, afirmó.
“Si preparamos y enviamos a los profesionales con mentalidad misionera, el impacto del Reino será enorme”.
Liderar con autenticidad
Preguntado sobre cómo afrontar decisiones difíciles en el mundo empresarial, Simpson subrayó la importancia de la autenticidad.
“Un líder cristiano no debe fingir que lo sabe todo. Puede decir: ‘No tengo todas las respuestas, pero sé dónde buscarlas’. Ser genuino genera confianza. La fortaleza no está reñida con la humildad. Nuestros equipos necesitan líderes auténticos, no perfectos”.
Historias que transforman
El orador compartió testimonios de empresarios que están marcando la diferencia. Recordó el caso de un emprendedor en Singapur que dudaba de su capacidad para influir en otros porque su empresa no era muy grande.
“En un mundo saturado de oscuridad, hablar esperanza puede alumbrar como un rayo de sol en la sombra” “Le dije: tus cicatrices son la evidencia de sanidad que muchos jóvenes necesitan ver. Tu historia —aunque imperfecta— es el testimonio de lo que Dios hace en tu vida. No la guardes, compártela”.
También relató una experiencia personal en su oficina en Dallas, donde decidió cambiar el clima laboral hablando con su equipo no de chismes o quejas, sino de sus familias, sus luchas y sus alegrías.
“Durante meses no dejaron de venir a mi despacho. ¿Por qué? Porque alguien había hablado vida sobre ellos. En un mundo saturado de oscuridad, una sola palabra de esperanza puede ser como un rayo de sol en la sombra”, dijo.
“España tiene hambre espiritual”
Sobre el desarrollo de ministerios de empresarios cristianos en España, Simpson se mostró esperanzado.
“Hay un hambre espiritual real en España y en toda Europa occidental. Muchos no saben cómo definirla, pero existe. El reto es mantener a Cristo en el centro. Si el foco se desplaza y el negocio se pone en el centro, ya no es un ministerio, sino un grupo de networking con algunos versículos añadidos”, advirtió.
“Cuando Cristo está en el centro, el Espíritu Santo actúa, y eso produce transformación. La tradición sin transformación deja a la gente vacía. Pero cuando alguien prueba al verdadero Jesús y ve que Él es bueno, su vida cambia, y ese cambio se multiplica. Estoy convencido de que España verá una ola de impacto del Reino en los próximos años”.
Daniel Hofkamp
Fuente de esta noticia: https://protestantedigital.com/la-entrevista/71012/el-lunes-es-tan-importante-como-el-domingo-para-vivir-nuestra-fe
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