

Imagen Cancillería de Colombia
En un gesto que no pasó desapercibido en la Asamblea General de las Naciones Unidas, la delegación de Colombia, liderada por la canciller Yolanda Villavicencio, decidió retirarse del recinto durante la intervención del presidente de Israel. La canciller explicó que la salida fue un acto de dignidad y un rechazo firme a un discurso que, a juicio de Colombia, busca justificar la guerra y la ocupación, en abierta contradicción con el derecho internacional y los derechos humanos fundamentales.
Este episodio se conecta con la postura que ya había expuesto el presidente de Colombia en su discurso ante la plenaria, donde calificó de inaceptable la violencia ejercida contra el pueblo palestino. En aquella intervención, el mandatario fue enfático al rechazar lo que definió como un genocidio y al solicitar que se abra un juicio internacional contra el presidente de Israel y también contra el presidente de Estados Unidos, a quienes señaló como responsables políticos de las graves violaciones a la legalidad internacional y a los principios de la convivencia pacífica entre naciones.
Con la retirada de la delegación colombiana, el país reafirma una posición coherente: no permanecer en silencio frente a narrativas que pretenden normalizar la ocupación y la violencia, ni tolerar discursos que invisibilicen la tragedia humanitaria del pueblo palestino. La canciller Villavicencio subrayó que Colombia no será cómplice de la indiferencia ni de la pasividad diplomática, sino que levantará su voz en defensa de la paz, la justicia y la dignidad de los pueblos.
Este gesto diplomático se inscribe en la creciente exigencia internacional de que los líderes responsables de violaciones graves a los derechos humanos rindan cuentas ante la justicia, y marca un precedente de firmeza en la política exterior colombiana en defensa de los principios universales.
carloscastaneda@prensamercosur.org
