

El próximo 16 de septiembre, durante una cumbre en Río de Janeiro, el Mercosur firmará un acuerdo de libre comercio con la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), integrada por Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. Este pacto, que culmina ocho años de negociaciones, marca un hito en las relaciones económicas entre Sudamérica y los países europeos fuera de la Unión Europea, y representa una estrategia clave para diversificar los mercados de exportación en medio de las tensiones comerciales con Estados Unidos.
La firma del tratado se da en un contexto de creciente incertidumbre en el comercio internacional, impulsada por las políticas arancelarias de Estados Unidos. En particular, las tasas impuestas por el gobierno estadounidense han afectado tanto a Brasil como a países europeos como Suiza, cuyos productos enfrentan aranceles de hasta el 39%, significativamente más altos que los aplicados por la Unión Europea o el Reino Unido.
Este escenario ha acelerado el interés mutuo entre el Mercosur y la AELC para consolidar una alianza que permita reducir los costos comerciales y fortalecer la competitividad. La creación de esta nueva zona de libre comercio abarcará a casi 300 millones de personas y un Producto Interno Bruto (PIB) combinado de aproximadamente US$4,3 billones. Según estimaciones, el 97% de las exportaciones entre ambos bloques se beneficiarán directamente del acuerdo.
El tratado no solo se limita a la reducción arancelaria, sino que también establece disposiciones sobre comercio de servicios, inversión, propiedad intelectual, contratación pública, competencia, normas de origen, defensa comercial y barreras sanitarias y técnicas. Además, incluye un capítulo dedicado al comercio y desarrollo sostenible, junto con un mecanismo para la resolución de disputas.
En términos económicos, los beneficios son sustanciales. Para Brasil, las exportaciones hacia la AELC incluyen productos como oro, café, soja, carne y químicos, mientras que las importaciones se concentran en maquinaria, equipos, petróleo, gas y productos del mar provenientes principalmente de Noruega. En 2024, el comercio bilateral entre Brasil y la AELC alcanzó los US$7.200 millones.
Por su parte, Suiza estima que hasta el 95% de sus exportaciones al Mercosur estarán exentas de aranceles al final del período de transición. Este ahorro podría representar hasta US$180 millones anuales en costos aduaneros. En 2024, Suiza exportó más de US$4.000 millones en bienes al Mercosur e importó US$762 millones.
El acuerdo también tiene un importante componente geopolítico. Para los países europeos de la AELC, representa una oportunidad estratégica para evitar quedar en desventaja frente a la Unión Europea, que aún negocia su propio tratado con el Mercosur. La presión para concluir este acuerdo antes de fin de año refleja la competencia por consolidar relaciones comerciales con Sudamérica.
En este contexto, el pacto con la AELC permite a Suiza y Noruega expandir sus ventas en sectores clave como energía, servicios marítimos y productos del mar. Asimismo, garantiza cuotas bilaterales para la exportación de productos agrícolas sensibles. Esto refuerza la posición económica de estos países frente a los mercados sudamericanos y envía una señal clara sobre su capacidad para adaptarse al rediseño de las alianzas comerciales globales.
La consolidación del acuerdo entre el Mercosur y la AELC es un ejemplo del papel activo que los bloques económicos pueden desempeñar en un entorno internacional complejo. Para el Mercosur, este tratado no solo fortalece su presencia global, sino que también reafirma su compromiso con la apertura económica y la diversificación de sus socios comerciales.
En un momento en que el comercio internacional enfrenta retos significativos debido a tensiones geopolíticas y cambios en las dinámicas tradicionales, este pacto ofrece una vía alternativa para garantizar la competitividad y el crecimiento económico sostenible. Con su firma en Río de Janeiro, ambos bloques envían un mensaje contundente sobre su disposición a construir puentes en lugar de muros en el ámbito comercial global.
