

UNA PUERTA A LA SANACIÓN INTERIOR.
El enojo es una de las emociones humanas más incomprendidas y, muchas veces, más temidas. Desde pequeños se nos enseña que “enojarse está mal” o que debemos “controlarnos” rápidamente, sin darnos el espacio para entender lo que el enojo realmente quiere decirnos. Sin embargo, el enojo no es nuestro enemigo. Es una emoción natural, legítima y profundamente humana, que merece ser escuchada con amor y conciencia.
¿Qué es el enojo y por qué aparece?
El enojo es una reacción emocional ante algo que percibimos como injusto, doloroso, amenazante o frustrante. Surge cuando nuestros límites han sido cruzados, cuando sentimos que no fuimos respetados o cuando nuestras expectativas fueron profundamente defraudadas.
Lejos de ser una emoción “mala”, el enojo es un mensajero. Nos señala que algo no está bien, que una necesidad no ha sido atendida o que hay una herida que necesita ser reconocida. Ignorarlo o reprimirlo solo hace que se acumule, que se transforme en resentimiento, ansiedad o enfermedades psicosomáticas.
Características del enojo.
- Aparece de forma rápida, pero muchas veces esconde emociones más profundas como el dolor, el miedo o la tristeza.
- Puede expresarse de forma explosiva (gritos, agresión), implosiva (auto ataque, culpa) o asertiva (comunicación clara de límites).
- Es una señal de que hay algo que necesita ser atendido y no simplemente silenciado.
¿Cómo amar y gestionar el enojo?
- Reconócelo sin juicio.
- El primer paso es aceptar que estás enojado. No te condenes por sentirlo. Solo obsérvalo con compasión.
Identifica su origen.
- Pregúntate: ¿Qué me hizo sentir así? ¿Qué necesidad fue ignorada? ¿Hay una herida antigua que este enojo está activando?
- Respira antes de reaccionar.
- Tomarte unos segundos para respirar permite que el enojo no te domine. Te da el poder de responder en lugar de reaccionar.
Exprésalo de forma sana.
- Habla desde el “yo siento”, no desde el “tú me haces”. Usa el enojo como fuerza para poner límites, no para herir.
- Transfórmalo en acción consciente.
- El enojo puede ser combustible para defender tus valores, protegerte o hacer cambios necesarios. Úsalo con sabiduría.
Perdona si es necesario, y libérate.
No todos los enojos necesitan confrontación. A veces, entender la causa y perdonar internamente es lo que te devuelve la paz.
Amar el enojo no significa dejar que nos controle, sino reconocer que detrás de él hay un ser humano que quiere ser escuchado, protegido y respetado. Aprender a gestionar el enojo es un acto profundo de amor propio y de madurez emocional.
“El enojo bien entendido no destruye, construye. No hiere, protege. No divide, sino que señala lo que aún necesita ser sanado.” Eli.
“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.” Efesios 4:26 (RVR).
Si necesitas apoyo psicológico especializado virtual individual o terapia de pareja, comunícate conmigo.
Dra. Elizabeth Rondón.
Tlf. +583165270022
Correo electrónico: Elizabethrondon1711@gmail.com
