

Con un avance del 75% en su construcción, el Puente Internacional de la Ruta Bioceánica se perfila como una obra estratégica que promete transformar la logística y el comercio en Sudamérica. Con una longitud de 1.294 metros y un ancho de 21 metros, esta estructura conectará Porto Murtinho, en Brasil, con Carmelo Peralta, en Paraguay, consolidándose como el eje central de la Ruta Bioceánica, un corredor vial de más de 2.400 kilómetros que unirá el Atlántico con el Pacífico. Su inauguración está prevista para el segundo semestre de 2026, marcando un hito en la infraestructura regional.
La Ruta Bioceánica no es solo una vía de conexión física entre países; es un proyecto diseñado para dinamizar las exportaciones e importaciones de Brasil, Paraguay, Argentina y Chile hacia los mercados asiáticos. Al conectar la región Centro-Oeste de Brasil con los puertos del norte de Chile, como Antofagasta e Iquique, este corredor reducirá los tiempos de transporte hasta en 15 días en comparación con la ruta marítima tradicional que atraviesa el Canal de Panamá. Además, se estima que los costos logísticos disminuirán en aproximadamente un 30%, lo que beneficiará directamente a los sectores agroindustriales y mineros de la región.
Según proyecciones iniciales, el flujo diario será de alrededor de 250 camiones, cifra que podría aumentar significativamente a medida que la ruta se consolide como una alternativa eficiente para el comercio internacional. Para el alcalde de Porto Murtinho, Nelson Cintra, este municipio se convertirá en una «nueva puerta de entrada para el comercio exterior brasileño con el Pacífico», destacando el impacto estratégico del proyecto.
La última reunión del Comité Conjunto del Puente Bioceánico, celebrada en Porto Murtinho, proporcionó información clave sobre los avances del proyecto. Además del puente principal, se están desarrollando 13,1 kilómetros de acceso vial en el lado brasileño, con un progreso del 17%. Este tramo incluye cuatro puentes intermedios, uno de ellos con casi 700 metros de longitud, necesarios para atravesar zonas inundadas.
El encuentro reunió a autoridades brasileñas y paraguayas, entre ellos el canciller Daniel Falcón y el ministro paraguayo Bras Felip, junto con representantes de instituciones como la Receita Federal, la Policía Federal, la Marina y Bomberos. Durante la reunión se discutieron ajustes técnicos, se alinearon cronogramas y se reafirmó el compromiso de ambos gobiernos para concluir el proyecto a finales de 2026.
Un aspecto crucial del proyecto es la implementación de un Centro Integrado Aduanero (ACI) bajo un modelo de «cabeza única», diseñado para agilizar las inspecciones y facilitar el tránsito de carga en la frontera. Paraguay presentará sus requerimientos de infraestructura en las próximas semanas para que Brasil pueda desarrollar un plan ejecutivo acorde.
Asimismo, se evalúa la posibilidad de construir un puerto seco en Porto Murtinho para atender un eventual aumento en el volumen de carga. El ayuntamiento ya ha anunciado la donación de terrenos para este fin, subrayando el potencial del municipio como un centro logístico clave en la región.
Aunque el puente principal avanza a buen ritmo, ya se están considerando nuevos desarrollos para fortalecer la red vial vinculada a la Ruta Bioceánica. Una propuesta destacada es la construcción de otro puente sobre el río Apa, que conectaría Bela Vista (MS) con Bella Vista Norte (PY). Este proyecto complementario busca consolidar aún más la integración regional y ampliar las ventajas logísticas del corredor.
El secretario Jaime Verruck, de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo, Ciencia, Tecnología e Innovación (Semadesc) de Brasil, enfatizó que los plazos establecidos están garantizados gracias a la alineación entre los gobiernos brasileño y paraguayo. «Todas las obras estarán concluidas a finales de 2026, incluyendo las vías de acceso y los complejos aduaneros», afirmó Verruck.
El Puente de la Ruta Bioceánica no solo representa una mejora logística; también tiene el potencial de generar empleo y desarrollo en regiones históricamente poco exploradas, como el oeste del estado brasileño de Mato Grosso do Sul. Para el canciller Daniel Falcón, este megaproyecto simboliza «progreso, prosperidad y más empleos para toda la región», además de beneficiar a otros países involucrados en la ruta.
La integración económica que propone este corredor logístico podría transformar las cadenas de exportación de productos clave como soja, maíz, carne y minerales. Los principales exportadores brasileños del sector agroindustrial ya vislumbran mejoras significativas en su competitividad gracias al acceso más rápido a los mercados asiáticos.
Más allá de su función como infraestructura, el Puente Internacional de la Ruta Bioceánica es un símbolo poderoso de integración continental. Su impacto trasciende fronteras al consolidar una conexión estratégica entre Brasil y Paraguay y facilitar el comercio entre Sudamérica y Asia. A medida que las obras avanzan hacia su conclusión prevista para finales de 2026, este proyecto se posiciona como una pieza clave para el desarrollo económico y logístico en la región.
En los próximos meses, los esfuerzos estarán centrados en completar las rutas de acceso, implementar estructuras aduaneras modernas y definir nuevas inversiones que garanticen el éxito del corredor vial. Con cada paso hacia su finalización, el Puente de la Ruta Bioceánica refuerza su papel como un pilar fundamental para la integración económica y social en Sudamérica.
