

Santiago de Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, no solo es conocida por su cultura, su alegría y su salsa. Su ubicación geográfica la convierte en una de las ciudades más importantes del suroccidente colombiano. Al estar ubicada entre la cordillera Occidental y el Océano Pacífico, Cali se erige como punto de conexión natural con la región Pacífica, un territorio rico en biodiversidad, cultura ancestral y recursos hídricos.
A tan solo 2–3 horas en carretera del principal puerto del país Buenaventura, Cali es la puerta que comunica el interior de Colombia con el litoral pacífico, y de allí con lugares como Guapi (Cauca) y Tumaco (Nariño), accesibles en lancha o vuelo corto desde la ciudad.
Gracias a esta posición privilegiada, Cali se ha convertido en centro logístico, turístico y cultural para quienes desean explorar la región más húmeda y biodiversa del país. Esta conexión no es solo territorial, sino también afectiva: muchos caleños son descendientes de pobladores afro del litoral, lo que hace de la ciudad un punto de encuentro entre la cultura urbana y la sabiduría ancestral del Pacífico.
CALI COMO PLATAFORMA PARA EL ECOTURISMO Y LA NATURALEZA.
Cali no solo es un centro urbano, también es una ciudad que respira naturaleza. Desde su entorno inmediato, con joyas como el Parque Nacional Natural Farallones, el río Pance, o la Reserva Natural Nirvana, hasta su función como punto de partida hacia destinos de selva, manglar y mar, Cali es un epicentro del ecoturismo de conexión.
Muchos turistas nacionales e internacionales utilizan Cali como base para:
- Tomar vuelos o buses hacia Buenaventura, Guapi o Tumaco.
- Contratar operadores turísticos que ofrecen experiencias de avistamiento de ballenas jorobadas, senderismo en la selva chocoana, recorridos por ríos ancestrales como el Naya o el Yurumanguí, y visitas a comunidades afrodescendientes e indígenas.
- Participar en programas de turismo comunitario, como los que se desarrollan en el corregimiento de Juanchaco y Ladrilleros, donde los pobladores guían a los visitantes por cascadas, playas vírgenes y bosques de niebla.
En este sentido, Cali cumple una función crucial: articular la infraestructura turística, académica y tecnológica que conecta el centro del país con uno de los territorios más biodiversos del mundo.
CULTURA PACÍFICA EN CALI: UNA CIUDAD AFRODESCENDIENTE.
La conexión de Cali con el Pacífico no es solo geográfica. Es también cultural y espiritual. Al ser hogar de una de las mayores poblaciones afrodescendientes de América Latina, Cali es un reflejo vivo del alma pacífica: su música, su gastronomía, su oralidad, sus fiestas y su espiritualidad vienen del mar, los ríos y los tambores del Chocó biogeográfico.
Eventos como el Festival Petronio Álvarez, celebrado cada agosto en Cali; son un claro ejemplo de este vínculo. Este festival es considerado la vitrina cultural más importante del Pacífico colombiano. En él se reúnen músicos, cocineros, bailarines y artesanos de Tumaco, Guapi, Timbiquí, López de Micay, Buenaventura y otros territorios para mostrar al país y al mundo una herencia que ha resistido siglos de olvido y exclusión.
Además, en Cali existen centros culturales, restaurantes, academias de danza, grupos de investigación, y emprendimientos que mantienen viva la tradición del Pacífico. Así, la ciudad funge como puente entre la modernidad urbana y la sabiduría ancestral.
BUENAVENTURA, GUAPI Y TUMACO: DESTINOS CON ALMA.
Quienes llegan a Cali buscando aventura, suelen continuar su camino hacia tres destinos principales:
Buenaventura.
Ubicada a solo 120 km de Cali, es el principal puerto del país. Más allá de su rol comercial, Buenaventura se proyecta como un territorio turístico emergente. Playas como La Bocana, Piangüita, Ladrilleros y Juanchaco atraen a quienes buscan descanso, biodiversidad marina y contacto con comunidades tradicionales. Desde aquí se puede hacer avistamiento de ballenas jorobadas (julio a octubre) y visitar cascadas selváticas.
Guapi
En el corazón del litoral caucano, Guapi es un municipio ribereño al que se llega en avioneta o lancha. Es famoso por su música de marimba, sus manglares, su fe religiosa (la fiesta de San Francisco de Asís) y su rica tradición oral. Desde Guapi se accede a Gorgona, una de las islas más biodiversas del planeta y antiguo penal convertido en santuario natural.
Tumaco
En la costa del departamento de Nariño, Tumaco es tierra de playas extensas, cocina de mar, resiliencia y música. Es un puerto con sabor a coco, que atrae por sus atardeceres, su marisco, sus ritmos de currulao y sus resistencias sociales. Aquí también se realiza avistamiento de ballenas, y se ha potenciado el turismo cultural como vía para la reconciliación.
CALI TIERRA DE OPORTUNIDADES:
- Proyectos de ecoturismo impulsados por mujeres afro e indígenas.
- Iniciativas públicas para mejorar conectividad aérea y marítima.
- Nuevas narrativas culturales que posicionan al Pacífico como fuente de riqueza, no solo de conflicto.
- El auge del turismo regenerativo, que valora la experiencia humana y la naturaleza por encima del consumo masivo.
ASPECTOS ESTOS QUE CONVIERTEN LA REGIÓN EN UN CORREDOR DE VIDA, CULTURA Y NATURALEZA.
Cali no es solo una ciudad intermedia en el mapa colombiano. Es un puente vivo entre los Andes y el mar, entre el asfalto y el manglar, entre la ciudad y el tambor. Su rol como puerta del Pacífico colombiano la convierte en un territorio clave para el desarrollo del turismo sostenible, la integración regional y la recuperación de memorias invisibilizadas.
Fortalecer esta conexión entre Cali y su litoral es una tarea que va más allá del turismo: es una apuesta por la identidad, la equidad y el reencuentro con un país profundamente biodiverso y pluricultural.
«Porque así dice Jehová, Creador de los cielos, él es Dios, el que formó la tierra y la hizo, el que la Estableció. No la creó en vano, para que fuera habitada la formó: Yo soy Jehová, y no hay otro.» Isaías 45:18. (Reina-Valera).
