

HISTORIA VIVA, CULTURA QUE FLORECE Y ORGULLO DE SU GENTE
Cada 25 de julio, la ciudad de Santiago de Cali se viste de fiesta para conmemorar su fundación, en un ambiente de alegría, cultura, memoria y orgullo caleño. Con 4809años de historia, Cali no solo es una ciudad de ritmo y sabor: es un territorio lleno de vida, resistencia, tradiciones ancestrales y belleza natural.
EL ORIGEN DEL NOMBRE: ¿POR QUÉ SANTIAGO DE CALI?
El nombre de la ciudad tiene una historia doblemente simbólica. Fue fundada por Sebastián de Belalcázar el 25 de julio de 1536, fecha que coincide con la celebración del apóstol Santiago en el calendario cristiano. De ahí el primer componente del nombre.
El término “Cali” proviene del vocablo indígena “Caly”, que según algunos investigadores podría tener raíces en lenguas precolombinas habladas por los pueblos originarios como los Gorrones o los Calima. Aunque su significado exacto aún se debate, se cree que puede estar relacionado con términos como «río» o «tierra».
De este modo, el nombre Santiago de Cali fusiona lo español y lo indígena, reflejando el encuentro (y conflicto) de dos mundos que dieron forma a la identidad caleña actual.
UN VISTAZO A LA HISTORIA.
Desde su fundación, Cali fue un enclave estratégico en la ruta hacia el Pacífico. Durante la Colonia, sirvió como punto de conexión entre Popayán, Quito y la costa, lo que favoreció su desarrollo económico. En el siglo XIX, Cali fue protagonista en las luchas por la independencia y, ya en el siglo XX, vivió una transformación acelerada con la llegada del ferrocarril, el auge del azúcar y la modernización urbana.
Las décadas de los 60 y 70 marcaron el inicio del boom cultural caleño, con el nacimiento del cine colombiano, la música salsa como bandera identitaria y movimientos artísticos de gran proyección. Cali también ha enfrentado momentos complejos, como la violencia urbana o los efectos del narcotráfico, pero se ha levantado con fuerza, resiliencia y una poderosa vocación comunitaria.
CULTURA QUE VIBRA: LA CAPITAL DE LA SALSA Y MUCHO MÁS.
Cali es reconocida a nivel mundial como la capital de la salsa. Sus calles laten al ritmo de este género que ha traspasado fronteras. Escuelas de baile, festivales, orquestas y bares especializados hacen parte del ADN sonoro de la ciudad.
Pero la cultura caleña no se agota en la salsa. La ciudad es un crisol de expresiones afrocolombianas, indígenas y mestizas. Se vive en sus gastronomías, en las expresiones populares de los barrios, en la poesía urbana, en los carnavales y en sus festivales:
- Festival Petronio Álvarez: el evento más importante de música del Pacífico colombiano, una verdadera explosión de herencia africana, sabor y orgullo étnico.
- Feria de Cali: celebrada en diciembre, con cabalgatas, conciertos, desfiles y muestras culturales.
- Festival Internacional de Cine de Cali y Festival de Danza en la Ciudad: reflejan la diversidad artística que florece en la urbe.
- Cali turística: entre naturaleza, historia y modernidad.
Santiago de Cali se extiende entre montañas y ríos, con un clima cálido y acogedor. Para quienes desean descubrir sus tesoros, estos son algunos de los lugares imperdibles:
- Cristo Rey: imponente monumento de 26 metros de altura en el cerro Los Cristales, desde donde se tiene una vista panorámica de la ciudad.
- Iglesia de San Antonio y su barrio colonial: una joya arquitectónica y bohemia ideal para caminar al atardecer.
- Boulevard del Río: espacio urbano renovado que bordea el río Cali, con cafés, arte callejero y vida nocturna.
- Zoológico de Cali: uno de los más completos de América Latina, ideal para visitar en familia.
- Parque Nacional Natural Farallones de Cali: reserva ecológica con senderos, cascadas y biodiversidad única.
- Además, Cali es la puerta de entrada al Pacífico colombiano, lo que la convierte en punto estratégico para el ecoturismo y la conexión con pueblos como Buenaventura, Guapi o Tumaco.
CALI: UNA CIUDAD CON ALMA
Más allá de su historia y sus paisajes, Cali es su gente: cálida, expresiva, resiliente, profundamente creativa. En cada aniversario se celebra no solo una fecha, sino todo un legado cultural que resiste, evoluciona y se proyecta hacia el futuro.
Santiago de Cali sigue siendo una ciudad en construcción, con retos urbanos, sociales y ambientales, pero también con una enorme riqueza humana y simbólica. Hoy, con orgullo, los caleños dicen: «¡Cali es Cali y lo demás es loma!», porque en su corazón urbano y en su espíritu festivo, se mantiene viva la llama de una ciudad que nunca deja de bailar, soñar y renacer.
LA CALIDEZ CALEÑA:
Más allá de sus paisajes y su historia, lo que verdaderamente distingue a Cali es su gente. Los caleños y caleñas son reconocidos por su hospitalidad, su alegría contagiosa, su espontaneidad y su profundo sentido de comunidad. Su trato cordial, su sonrisa abierta y su energía vibrante hacen que cada visitante se sienta como en casa.
Esa calidez humana, que se expresa tanto en una conversación callejera como en un abrazo improvisado, es parte del espíritu que ha permitido a Cali resistir, reinventarse y florecer a lo largo de los siglos.
Hoy, con orgullo, los caleños y caleñas celebran un nuevo aniversario de su ciudad. Se honra la historia, se reconocen los desafíos y se proyecta el futuro con la certeza de que Cali seguirá siendo epicentro cultural, corazón del Pacífico y tierra de abrazos sinceros.
Porque Cali no solo se recorre, se siente. Y como dice el dicho popular: ¡Cali es Cali y lo demás es loma!
Desde este espacio de palabras y sentimientos, elevo una sentida felicitación y una oración sincera al Todopoderoso, por esta tierra bendita que un día me abrió sus puertas con generosidad.
Santiago de Cali, mi querida ciudad adoptiva, es mucho más que un lugar en el mapa: es un hogar que palpita con alma propia, donde el calor del trópico abraza cada mañana y las sonrisas de su gente buena y cordial iluminan cada rincón.
Aquí, donde los atardeceres se visten de oro y las montañas verdes susurran al viento historias de resistencia y alegría, he encontrado raíces, propósito y gratitud. Esta es una tierra fecunda y próspera, sembrada de esperanza, de cultura viva y de paisajes que le cantan a la vida.
A ti, mi Cali querida, ciudad de ritmo, sabor y corazón, te doy gracias por tu abrazo constante. Que Dios te bendiga siempre, que sigas floreciendo con dignidad, que nunca te falte el arte, la paz ni el amor de tu gente noble.
¡Feliz aniversario, Santiago de Cali! ¡Eres un milagro de tierra cálida, un poema vivo en el Valle del Cauca!
CALI, MÁS ALLÁ DE LA SALSA Y DE LA INSEGURIDAD: UNA TIERRA QUE LATE CON EL ALMA DEL VALLE
Te invitamos a mirar con nuevos ojos, a ir más allá de los titulares y los estereotipos. Porque Cali no es solo la ciudad mundial de la salsa, ni es únicamente lo que dicen las cifras de inseguridad. Cali es mucho más. Es puerta vibrante del Valle del Cauca, una región fértil, generosa y profundamente humana.
Aquí, donde el sol se posa sobre los cañaduzales infinitos, la tierra canta al compás del río y las montañas abrazan con su verdor eterno. Aquí, donde los rostros sonrientes de gente cálida, luchadora y auténtica te reciben con un «bien pueda» y una taza de café.
VEN A CONOCER UN VALLE QUE FLORECE EN CADA RINCÓN:
- Sus campos sembrados de caña, café, frutas tropicales y flores.
- Sus paisajes que van desde la majestuosa cordillera hasta el Pacífico.
- Las aguas cristalinas de ríos como el Pance, el Anchicayá o el Calima.
- Su cultura viva que baila en ferias, canta en el Petronio y pinta en murales.
- Pueblos mágicos como Buga, Roldanillo, San Cipriano o El Cerrito.
- Sabores de su gastronomía típica: sancocho, marranitas, aborrajados, champús.
Cali es raíz afro, es herencia indígena, es mestizaje que crea, resiste y brilla. Es también arte, cine, literatura, grafiti, montaña, río y caña. Es abrazo que acoge y corazón que no se rinde.
El Valle del Cauca te espera con sus brazos abiertos. No como turista, sino como testigo de su belleza, su verdad y su esperanza.
Porque sí, Cali es salsa… pero también es alma.
Y el Valle es más que un destino: es una experiencia que transforma.
«De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo y los que en él habitan”. Salmo 24:1.” Reina-Valera)
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Dra. Elizabeth Rondón.
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