
La situación de los niñ@s en Gaza y Cisjordania, tras la invasión israelí en octubre de 2023, se convirtió en una de las crisis más graves y documentadas humanitarias de la historia reciente. Los datos, actualizados a junio de 2025, pintan un cuadro devastador; los niños y niñas palestinos, sufren niveles de violencia, privación y trauma jamás vistos.

Contexto y cifras que revelan la tragedia.
Desde que empezó la guerra, la Franja de Gaza ha sido un escenario de destrucción total y una campaña militar que dejo decenas de miles de víctimas civiles. Para finales de 2024, el Ministerio de Salud de Gaza contó más de 44.000 muertos y 104.000 heridos desde el 7 de octubre de 2023. Aproximadamente el 70% eran mujeres y niños, eso según Unicef y organizaciones humanitarias internacionales. Tan solo en la primera semana de 2025, Unicef denunció la muerte de al menos 74 niños en bombardeos, muchos en “zonas seguras”. Los menores palestinos muertos, superan por mucho los 10.000, y muchos otros han quedado heridos, o desaparecidos, sepultados entre escombros.
En Cisjordania, la violencia también, se ha vuelto intensa. Según las últimas cifras, unos 98 pequeños han fallecido, directamente, por culpa de los ataques y maniobras militares israelíes allí. La niñez palestina, tanto en Gaza como en Cisjordania, afronta una incesante amenaza de muerte, heridas y destierro forzado.
Violencia, desplazamiento y condiciones inhumanas es la triste realidad.
El ejército israelí ha estado aplicando, una estrategia de desplazamiento forzado y demolición de infraestructura civil, a un nivel nunca antes visto por aquí. Casi toda la gente de Gaza ha sido desplazada por la fuerza, con condiciones brutales de inseguridad alimentaria y hambruna, que da pena. Más del 87% de las escuelas y todas las universidades de Gaza han sufrido daños o han sido destruidas, dejando a 625000 chiquillos, sin educación. Además, el 84% de los centros de salud han sido perjudicados o destruidos, abandonando a decenas de miles de mujeres encinta y niños sin la debida atención médica.
La situación sanitaria es calamitosa.
Hospitales operan con carencias crónicas, faltan lo básico; operaciones sin anestesia, y médicos recurren a linternas de fortuna, una sombra sobre los quirófanos. Las enfermedades infecciosas, ¡boom!, como la influenza y la diarrea, brotan; casos de diarrea en peques menores de cinco, subieron de 2,000 mensualmente antes del conflicto, a 71,000 en enero del 2024. La escasez de agua potable y saneamiento exacerba la crisis sanitaria, ¡oh Dios!; la gente apenas logra 5 litros diarios, una miseria, muy por debajo del mínimo recomendado por la OMS.
Hambre y desnutrición, una emergencia… constante. La desnutrición infantil en Gaza, alarmante, alcanza niveles preocupantes. Unicef alerta, casos de niños con desnutrición «aumentan a un ritmo alarmante»; más de 5,000 niños menores de cinco años recibiendo tratamiento por desnutrición aguda, uh, en meses recientes. El bloqueo casi total a la ayuda humanitaria, impuesto por Israel, agrava todo; dificulta el acceso a alimentos y medicinas imprescindibles.
La gente, particularmente en el norte de Gaza, se enfrenta a un hambre «inminente», eso dice la ONU.
Las madres palestinas cuentan sobre el sufriendo cotidiano de sus chiquitos: «Si volvemos con comida, ellos se alegran, pero si volvemos envueltas en un sudario, o amargadas y sin comer, los chiquillos lloran. Así es nuestra vida, nos están masacrando, ¡ya no podemos mas con esto!». La falta de alimentos y medicinas a dejado a los niños en una vulnerabilidad terrible, con consecuencias que son físicas y psicológicas y que no hay vuelta atrás.
Trauma y violencia en la mente
La violencia no solo ha dejado muertos y heridos. Los peques que sobreviven al conflicto han sido testigos de momentos traumáticos, han perdido a familia y amigos, no hay espacios donde jugar o estudiar. Muchos han sido movidos varias veces, viviendo en refugios temporales y expuestos a bombardeos y operaciones militares constantes. Los niños con discapacidades son aún más débiles, no hay dispositivos de ayuda, ni medicinas.
El trauma psicológico es fuerte y se nota en todos lados.
Los niños lidian con ansiedad, depresión, y estrés postraumático. Parece que recibir ayuda psicológica especializada es casi imposible por la ruina del sistema de salud y falta de recursos. La constante exposición a la violencia y perder a seres queridos dejaron marcas emocionales que durarán para siempre.
Reacciones y reproches globales
La seriedad del asunto detonó una respuesta contundente de la comunidad mundial. En 2025, la ONU añadió, de nuevo, a Israel a la lista de naciones acusadas de vulnerar gravemente los derechos infantiles, esto por los maltratos sufridos por los críos palestinos en Gaza y Cisjordania. El documento de la ONU destacó que la violencia contra menores en áreas de conflicto llegó a niveles inéditos en 2024, y que las peores infracciones fueron realizadas por el ejército israelí.
Aparte, la Corte Penal Internacional (CPI) lanzó órdenes de arresto contra el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra y contra la humanidad en Gaza. La Corte Internacional de Justicia igualmente dictó medidas cautelares exigiendo a Israel facilitar la entrada masiva de ayuda humanitaria, a pesar de que el país ignoró, en gran medida, estas instrucciones.
Desafíos y visiones para la niñez palestina
El destino de los niños en Gaza y Cisjordania es nublado.
La infraestructura educativa y sanitaria destrozada, la falta de alimentos y agua, y un trauma psicológico muy extenso crean problemas gigantescos para la recuperación y el crecimiento de los niños palestinos, ¿eh? La comunidad mundial junto a las organizaciones de ayuda humanitaria claman un alto al fuego inmediato, acceso libre a la ayuda humanitaria y la defensa de los derechos de la infancia en el conflicto.
En este escenario, las palabras de las madres y los niños palestinos pintan un cuadro doloroso “Abran las instituciones de socorro [humanitario] para la gente, ¡basta de víctimas, basta de muertes, basta!”. La situación pide una respuesta mundial en equipo y fuerte para impedir que los niños palestinos continúen siendo las mayores víctimas de un conflicto que no parece tener fin.
Conclusión
La niñez en Gaza y Cisjordania sufre una de las crisis humanitarias mas seria del siglo XXI.
La violencia, el desplazamiento forzado, el hambre, y la desestructuración de infraestructuras vitales, sumieron a los niños palestinos en una fragilidad increíble.
Las cifras actualizadas y los desgarradores relatos, recabados en junio de 2025, exponen una tragedia colosal, que exige respuesta inmediata y decidida desde la comunidad internacional para resguardar los derechos e integridad de la niñez palestina.
El rol de las organizaciones humanitarias y la ayuda insuficiente es obvio.
Las organizaciones humanitarias, en Gaza y Cisjordania, se afanan bajo condiciones infames para cuidar a la infancia. Aunque, la asistencia que logran llevar es insuficiente para las necesidades fundamentales. Save the Children y Unicef denunciaron que la ayuda es «una simple gota en el mar». Los socorristas padecen peligros permanentes, de hecho, 318 fallecieron en Gaza entre octubre del 2023 y octubre de 2024, la cifra más alta en una crisis.
La inseguridad y el bloqueo israelí estorban el reparto efectivo de comida, fármacos, y otros bienes médicos.
Los equipos médicos funcionan con dificultad, llevando a cabo cirugías sin anestesia y cuidando de bebés prematuros en incubadoras que podrían apagarse sin energía. La campaña de vacunación infantil, promovida luego de encontrarse el primer caso de poliomielitis en un cuarto de siglo, ha sido no bastante, y no logra detener el aumento de infecciones.
Impacto en la educación y el desarrollo infantil
La destrucción de escuelas, junto a universidades, han privado a centenares de miles de niños del acceso a la educación, un derecho fundamental, que impacta su desarrollo y futuro. Los niños desplazados carecen de espacios. Gaza puede ser cualquier lugar del mundo, incluso tu pais.
