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En una jornada electoral marcada por la tensión y la desconfianza, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador proclamó la reelección de Daniel Noboa para el período 2025-2029, con un 56,13% de los votos frente al 43,87% obtenidos por la candidata correísta Luisa González.
La victoria de Noboa se produce en un contexto de polarización política y social, exacerbada por la implementación de un estado de excepción en siete provincias y en la capital, Quito, justo antes de los comicios. Esta medida, adoptada bajo el argumento de combatir la criminalidad, fue interpretada por sectores de la oposición como una estrategia para limitar la participación electoral en regiones donde González contaba con un fuerte respaldo.
La candidata de la Revolución Ciudadana rechazó los resultados, denunciando un «grotesco fraude electoral» y solicitando un recuento de votos. Además, instó a las Fuerzas Armadas y a la Policía a mantenerse al margen del proceso de escrutinio, expresando su preocupación por posibles interferencias en la transparencia del conteo.
A pesar de las denuncias, las misiones de observación electoral de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos no encontraron pruebas que respalden las acusaciones de fraude, destacando que la jornada electoral se desarrolló sin incidentes mayores.
El país enfrenta ahora el desafío de superar la desconfianza y la división generadas durante el proceso electoral. La reelección de Noboa, en medio de cuestionamientos y tensiones, plantea interrogantes sobre la gobernabilidad y la estabilidad política en los próximos años. La legitimidad del nuevo mandato dependerá en gran medida de la capacidad del gobierno para fomentar el diálogo y la reconciliación en una sociedad profundamente polarizada.
carloscastaneda@prensamercosur.org
