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Colombia se prepara para una jornada de movilización sin precedentes. El próximo martes 18 de marzo, miles de ciudadanos saldrán a las calles en todo el país para respaldar las reformas sociales impulsadas por el presidente Gustavo Petro y abrir camino hacia una consulta popular que consolide el rumbo del cambio.
La convocatoria, promovida por el Gobierno Nacional, ha sido declarada día cívico, facilitando la participación masiva de trabajadores, estudiantes y organizaciones sociales. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, detalló la magnitud de la movilización, que se extenderá a los 32 departamentos. “Vamos a defender las reformas y a iniciar el camino hacia la consulta popular. El pueblo colombiano tiene derecho a decidir su futuro, y este 18 de marzo lo reafirmaremos en las calles”, expresó.
En Bogotá, los manifestantes se concentrarán en el Parque Nacional y la Plaza de Bolívar desde las 9:00 a. m. En Medellín, la sede de la Asociación de Institutores de Antioquia (Adida) será el punto de encuentro, mientras que en Cali, la Glorieta de la Estación y el Parque de las Banderas reunirán a los participantes. Otras ciudades también serán escenario de esta movilización: Barranquilla (SENA Calle 30, Bulevar Simón Bolívar), Bucaramanga (Puerta del Sol), Cartagena (Cuatro Vientos), entre muchas otras.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, enfatizó la importancia de la jornada: “El Congreso escucha a los dirigentes gremiales, pero el presidente Petro escucha al pueblo. La voluntad popular no puede ser silenciada; el pueblo es el que manda”, subrayó, convocando a la participación ciudadana.
Las manifestaciones también alcanzarán ciudades intermedias como Santa Marta, Ibagué, Pasto, Montería, Valledupar, Arauca, San Andrés y Fusagasugá, consolidando un movimiento nacional de gran magnitud.
El reconocimiento del día cívico no implica un descanso obligatorio, pero refuerza el compromiso del Estado con la democracia participativa y la importancia del debate público en la toma de decisiones. Esta medida busca facilitar la asistencia de sectores laborales y académicos sin que ello repercuta en sanciones laborales o académicas, garantizando que la movilización sea un ejercicio amplio de expresión ciudadana.
Colombia se prepara para una jornada de movilización sin precedentes. El próximo martes 18 de marzo, miles de ciudadanos saldrán a las calles en todo el país para respaldar las reformas sociales impulsadas por el presidente Gustavo Petro y abrir camino hacia una consulta popular que consolide el rumbo del cambio.
La convocatoria, promovida por el Gobierno Nacional, ha sido declarada día cívico, facilitando la participación masiva de trabajadores, estudiantes y organizaciones sociales. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, detalló la magnitud de la movilización, que se extenderá a los 32 departamentos. “Vamos a defender las reformas y a iniciar el camino hacia la consulta popular. El pueblo colombiano tiene derecho a decidir su futuro, y este 18 de marzo lo reafirmaremos en las calles”, expresó.
En Bogotá, los manifestantes se concentrarán en el Parque Nacional y la Plaza de Bolívar desde las 9:00 a. m. En Medellín, la sede de la Asociación de Institutores de Antioquia (Adida) será el punto de encuentro, mientras que en Cali, la Glorieta de la Estación y el Parque de las Banderas reunirán a los participantes. Otras ciudades también serán escenario de esta movilización: Barranquilla (SENA Calle 30, Bulevar Simón Bolívar), Bucaramanga (Puerta del Sol), Cartagena (Cuatro Vientos), entre muchas otras.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, enfatizó la importancia de la jornada: “El Congreso escucha a los dirigentes gremiales, pero el presidente Petro escucha al pueblo. La voluntad popular no puede ser silenciada; el pueblo es el que manda”, subrayó, convocando a la participación ciudadana.
Las manifestaciones también alcanzarán ciudades intermedias como Santa Marta, Ibagué, Pasto, Montería, Valledupar, Arauca, San Andrés y Fusagasugá, consolidando un movimiento nacional de gran magnitud.
El reconocimiento del día cívico no implica un descanso obligatorio, pero refuerza el compromiso del Estado con la democracia participativa y la importancia del debate público en la toma de decisiones. Esta medida busca facilitar la asistencia de sectores laborales y académicos sin que ello repercuta en sanciones laborales o académicas, garantizando que la movilización sea un ejercicio amplio de expresión ciudadana.

El impacto de esta jornada no solo se medirá en la cantidad de asistentes, sino en la fuerza del mensaje que se envía al Congreso y a la oposición: la ciudadanía demanda cambios estructurales y está dispuesta a defenderlos en las calles. En un contexto de polarización política, este tipo de movilizaciones se convierten en un termómetro del respaldo popular hacia las reformas propuestas.
Aunque sectores opositores han manifestado su desacuerdo, argumentando que se trata de una estrategia gubernamental para presionar al Congreso, el Gobierno insiste en que la movilización del 18 de marzo no es una protesta convencional, sino una reafirmación del poder popular.
«Este no es un Gobierno que legisle a espaldas del pueblo. Nuestro mandato es transformar la vida de los colombianos con justicia social, y es el pueblo quien nos da la fuerza para seguir adelante», declaró un alto funcionario de la Casa de Nariño, subrayando que la participación de la gente será clave en la implementación de estas políticas.
La jornada del 18 de marzo será un punto de inflexión en la historia política del país. En las calles, la voz de los ciudadanos se hará sentir con un solo clamor: defender el cambio y consolidar las reformas sociales que marcarán el futuro de Colombia. El mensaje está claro: el pueblo colombiano no solo vota en las urnas, también se moviliza para exigir que su mandato sea respetado.
carloscastaneda@prensamercosur.org
