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Colombia marcó un hito en la 68ª sesión de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND 68), consolidándose como un actor clave en la transformación de la política mundial sobre drogas. La ministra de Justicia y del Derecho, Ángela María Buitrago Ruiz, lideró la promoción de la reducción de riesgos y daños (RRD) como eje central de la Política Nacional de Drogas 2023-2033, titulada ‘Sembrando vida, desterramos el narcotráfico’, marcando distancia del prohibicionismo y apostando por un enfoque basado en la vida y los derechos humanos.
Uno de los logros más significativos fue la aprobación de una resolución impulsada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia y la Embajada de Colombia en Viena, que establece la creación de un panel de alto nivel de expertos independientes. Este grupo tendrá la misión de evaluar de manera crítica la implementación del régimen global de drogas y formular recomendaciones para mejorar su eficacia.
Durante su participación en la CND 68, la ministra Buitrago expuso la estrategia ‘Zonas de Paz y Esperanza’ (ZPE), un modelo innovador que busca transformar territorios urbanos afectados por economías ilícitas y violencia. Esta iniciativa, implementada en ciudades como Tumaco, Buenaventura y Quibdó, promueve la inclusión social, el desarrollo económico y la construcción de entornos seguros, consolidándose como un referente de innovación en política pública.
Colombia también se unió a Bolivia en la defensa de la revisión de la fiscalización de la hoja de coca, promoviendo su regulación diferenciada y explorando su potencial industrial y medicinal. La propuesta busca reconocer la diferencia entre la hoja de coca en su estado natural y la cocaína, eliminando barreras normativas que han limitado su aprovechamiento legal.
A nivel diplomático, la delegación colombiana reforzó alianzas internacionales en reducción de daños y desarrollo alternativo con países como Bolivia, Brasil, Ecuador, Guatemala, Perú, Alemania, Italia, Países Bajos, Rusia y Pakistán. En reuniones bilaterales clave, se exploraron estrategias para mejorar la atención a consumidores de sustancias psicoactivas y fortalecer modelos efectivos como las salas de consumo supervisado.
En el marco de su liderazgo, Colombia, como presidente del Grupo de Expertos en Desarrollo Alternativo Integral y Sostenible (GEDAIS) de la CICAD-OEA, presentó su agenda para 2025, incluyendo webinarios técnicos, documentos de orientación estratégica y visitas a proyectos productivos en territorios afectados por cultivos ilícitos.
La ministra Buitrago subrayó la importancia de reorientar la acción policial hacia la persecución de grandes estructuras criminales del narcotráfico y fortalecer la cooperación internacional en estrategias basadas en evidencia científica. También alertó sobre el impacto ambiental del narcotráfico, destacando la necesidad de un enfoque biocentrista para abordar las economías ilícitas que generan deforestación y contaminación de fuentes hídricas.
Finalmente, la aprobación de la resolución colombiana en la ONU representa un paso significativo hacia un modelo de política de drogas más humano y eficaz. Con este hito, Colombia reafirma su papel de liderazgo en la redefinición de estrategias globales que prioricen la salud pública, los derechos humanos y el desarrollo sostenible.
carloscastaneda@prensamercosur.org
