Yo edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mateo 16:18).
En la antigüedad, la lucha más encarnizada siempre consistía en tomar el control de las puertas de la ciudad. Estas eran el punto de defensa más sólido, y si un ejército atacante lograba destruirlas, todo estaba perdido para los defensores.
Solía pensar que Jesús hablaba de una acción militar defensiva, como si el infierno estuviera atacando a la iglesia. Sería una noticia bastante triste para nosotros, entonces.
Pero cuando entiendes el mensaje de la Biblia, ¡las noticias tristes se transforman en noticias felices!
La imagen aquí es la de la iglesia —los mensajeros de la Buena Nueva del reino de Dios— derribando y destrozando por completo las puertas del infierno. Pensé que era la iglesia asediada, ¡pero no es así! Es al revés.
Bajo la dirección de nuestro Señor victorioso, somos nosotros, la iglesia, quienes dirigimos la ofensiva. Estamos atacando el infierno en su punto más fuerte, ¡y nuestro Comandante nos garantiza que venceremos! Las puertas del infierno no resistirán la proclamación del evangelio.
Las puertas del infierno serán destrozadas en el nombre de Jesús. Ya no habrá pecado ni muerte, ¡porque Cristo ha vencido! ¡Hay una victoria segura para quienes creen en Jesús!
– Eliezer González
Reflexión: No siempre nos sentimos victoriosos, ¿verdad? ¿Qué hábito diario puedes empezar hoy para acallar los sentimientos erróneos que intentan arrebatarte la esperanza y la alegría?
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