
Las nuevas formas de ejercer las relaciones internacionales, que nada tienen que ver con la declaración universal de los derechos humanos, se basan en lo que realmente son: Ejercicio de las relaciones de poder a nivel internacional. Es una definición que, a mi juicio define las relaciones internacionales de manera casi quirúrgica. No es mía, sino de un ex embajador español, ya jubilado, José Antonio Zorrilla, el cual, cuando habla o escribe, no sólo lo hace desde su experiencia, sino también desde el sentido común.
Basándonos en esta acepción podemos visualizar mejor lo que está pasando en el mundo y hacia donde nos lleva esta deriva. A mi juicio, ya han pasado los tiempos de ese profundo humanismo en el que se basaban cierta manera de entender los modelos sociales, por tanto, hemos ido dejándolos atrás para adentrarnos en una nueva dictadura o manera autocrática de gobernar. Yo la defino como la dictadura mercantil. Con lo que tenemos una manera distinta de ejercer el poder, que no de gobernar, basada en una percepción más avanzada del capitalismo. Una visión absolutamente omnívora. De esta guisa, los países ya no se conforman como unidades políticas, sino como unidades puramente económicas, es decir, como empresas o compañías, en donde el pueblo es el trabajador. Pero hay una diferencia con el anterior capitalismo y ésta radica en que no sólo se percibe a un país como una empresa, sino que se entiende que el mundo es un gran mercado, en donde los beneficios cuentan a la hora de los resultados. Por tanto, a más gastos menos beneficios. Los derechos de las personas cuentan dinero, las políticas sociales cuestan dinero. Crear escudos sociales de protección a los más débiles de una población es muy caro.
Por tanto, si se quieren obtener beneficios hemos de bajar hasta el mínimo posible los derechos de los pueblos haciendo que los salarios también disminuyan en la justa medida con el fin de conseguir un equilibrio entre la subsistencia y la respuesta social a estas políticas miserables. Según lo expuesto, no olvidemos que para ello se necesitan a mi juicio, dos herramientas o instrumentos fundamentales: LA IGNORANCIA y LA INDOLENCIA. Un pueblo ignorante es más fácil y es más barato de doblegar que un pueblo sabio, conocedor de sus derechos, ya que si conoce sus derechos es obvio que los ejerce. Además, es más fácil usar la baza del miedo a un pueblo o parte de él que aún cree que la tierra es redonda o que las vacunas matan y no salvan vidas. Un pueblo con esas creencias es muy fácil que suban al poder a sujetos de la talla de Trump, el primer presidente USA que es un delincuente. Milei, presunto delincuente, Putin invasor de países, Benjamín Netanyahu genocida y tantos otros.
Cada uno de ellos repiten hasta la saciedad las mismas mentiras para manejar a su pueblo. Por ejemplo, Trump que el mundo se ha aprovechado de USA y USA ha vuelto. Milei que no hay plata y que los derechos del pueblo argentino son caros, los recorta menos los suyos. Putin que la OTAN estaba a las puertas de Rusia con Ucrania por tanto mejor prevenir, Netanyahu que el pueblo palestino son todos unos terroristas y no sólo Hamás. Estos disparates calan en el pueblo, un pueblo sin sentido crítico porque es más fácil creer que saber. De esta manera tenemos en Texas el brote de sarampión más intenso en la historia de USA, precisamente en niños que no han sido vacunados, costando ya vidas humanas. No puede esperarse otra cosa de un gobierno que dice a través de su responsable de salud, señor Kennedy Junior que las vacunas se pueden suplir con mucha vitamina A. Un profundo y peligroso disparate.
Por tanto, nos dirigimos hacia un mundo mercantilizado donde todo es una gran oportunidad para hacer negocios y es que hemos confundido el fin con el medio. Para ilustrar mejor esta idea les propongo un ejercicio: PREGUNTEN A CINCO PERSONAS ALLEGADAS A NO A USTEDES LA SIGUIENTE PREGUNTA: SI TUVIESEN LA POSIBILIDAD REAL DE CREAR UNA EMPRESA ¿CUAL SERÍA SU OBJETIVO?, es decir, ¿CON QUÉ FIN LA CREARIAN? ¿PARA QUÉ? Es la misma pregunta, pero escrita de forma diferente.
Tengo la seguridad que todos, los 5 darán la misma respuesta, PARA GANAR DINERO, Con lo que estaremos viendo como un medio como es el dinero pasa a ser el fin último. La respuesta lógica sería PARA MEJORAR LA VIDA DE MI COMUNIDAD CREANDO RIQUEZA Y BIEN ESTAR. El sistema capitalista moderno y omnívoro ha conseguido lo mismo que las diferentes iglesias y religiones, hacer de dogmas de fe normas culturales aceptadas universalmente.
Ese es el mundo al que vamos. No lo veo como cambio de época, porque todo está en constante evolución, sino que estamos asistiendo a la evolución de esta misma época hacia un lugar muy concreto y determinado. Según esta conclusión veo una tensión entre dos ejes, pero no como se veía hace un año. USA contra China Y Rusia, sino estos tres países unidos contra el mundo, ese gran mercado donde el ser humano no es más que un instrumento, un código, una estadística. Mientras la deriva sea la descrita estaremos muy lejos de tener una visión global pero humana de la civilización. Más bien tendremos un basto mercadeo donde todo se compra o se vende, incluso la dignidad. No debemos extrañarnos pues de esta mercantilización de todo valor humano. nunca ha sido más real la célebre frase de tanto tienes, tanto vales. ¿Cuánto crees que vales tú que me estás leyendo.?
