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El incendio que había consumido una extensa zona del páramo La Cortadera, en Boyacá, está cerca de ser completamente controlado, gracias a un esfuerzo titánico y coordinado entre diversas instituciones y actores sociales. A la fecha, las llamas han sido dominadas en un 95%, según informaron las autoridades. Sin embargo, los trabajos continuarán mañana con el objetivo de extinguir por completo el siniestro y evitar cualquier posible reactivación.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), en colaboración con el Ejército Nacional, la Policía Nacional, la Defensa Civil Colombiana y el Cuerpo Oficial de Bomberos, ha liderado esta operación, en la que también han participado activamente bomberos locales, entidades territoriales y las comunidades afectadas. Este trabajo articulado ha demostrado que la unión de esfuerzos es clave para enfrentar emergencias de tal magnitud.
El páramo La Cortadera es un ecosistema estratégico para la regulación del agua y la biodiversidad, por lo que su protección reviste una importancia crítica no solo para la región, sino también para el equilibrio ambiental del país. Los incendios en estas áreas generan daños irreparables, afectando tanto la flora y fauna como las comunidades que dependen directamente de sus servicios ecosistémicos.
Según expertos en gestión de riesgos, las condiciones climáticas adversas, exacerbadas por el cambio climático, han contribuido al aumento de este tipo de emergencias en los últimos años. Las altas temperaturas, sumadas a vientos fuertes y vegetación seca, crean un entorno propicio para la propagación de incendios forestales. Por ello, la tarea de prevención es tan importante como la acción inmediata en momentos críticos.
Los pobladores de la zona también han jugado un papel fundamental en la mitigación del incendio. Desde el primer momento, se unieron a las labores de control, demostrando un fuerte compromiso con la preservación de su territorio. “Este páramo es nuestra fuente de vida. No podíamos quedarnos de brazos cruzados mientras las llamas lo destruían”, expresó uno de los campesinos que participó en las labores.
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A pesar de los avances significativos, el trabajo no ha terminado. Las autoridades han enfatizado que es crucial mantener la vigilancia en las próximas horas para garantizar que el incendio quede completamente extinguido y prevenir posibles rebotes. Asimismo, se hará un balance de los daños para planificar las acciones de restauración necesarias en el área afectada.
Este episodio sirve como un recordatorio de la urgencia de adoptar medidas concretas para mitigar los efectos del cambio climático y fortalecer las capacidades locales frente a desastres naturales. En momentos de crisis, la colaboración interinstitucional y la participación comunitaria son esenciales para proteger nuestros recursos más preciados.
carloscastaneda@prensamercosur.org
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