Déficit cero en 2025 requiere R$ 17,9 mil millones más en ingresos

El Parlamento necesita aprobar medidas que aumenten los ingresos del gobierno en R$ 17,9 mil millones, equivalentes al 0,1% del Producto Interno Bruto (PIB, suma de las riquezas producidas en el país), para alcanzar la meta de déficit cero el próximo año. La estimación fue publicada el lunes (16) por el Tesoro Nacional, que divulgó el Informe de Proyecciones Fiscales para 2025.

Según el documento, los ingresos adicionales podrían obtenerse mediante la aprobación de proyectos ya sometidos al Congreso Nacional o a través de nuevos.

Para este y el próximo año, el marco fiscal establece una meta de déficit primario cero, con un margen de tolerancia de 0,25 puntos porcentuales del PIB hacia arriba o hacia abajo. En valores de 2024, esto equivale a la posibilidad de un resultado entre un superávit de R$ 28,75 mil millones o un déficit del mismo monto. El resultado primario representa la diferencia entre los ingresos y los gastos del gobierno, sin incluir los intereses de la deuda pública.

El informe también estimó el esfuerzo fiscal necesario para 2026, 2027 y 2028. En esos años, el gobierno proyecta una meta de superávit primario de 0,25% del PIB, 0,5% del PIB y 1% del PIB, respectivamente. Para alcanzar estos resultados, el gobierno necesitará aumentar la recaudación en un 0,7% del PIB, 0,8% del PIB y 1,0% del PIB en cada uno de esos años, con un promedio de incremento de 0,8 puntos porcentuales en tres años.

Estos porcentajes consideran la recaudación bruta, antes de que se transfieran parte de los recursos a los estados y municipios.

El informe no tomó en cuenta el paquete de reducción de gastos recientemente enviado por el gobierno al Congreso. Esto se debe a que las propuestas solo pueden incluirse en proyecciones oficiales después de su aprobación por el Parlamento.

En resumen, según el Tesoro, el esfuerzo fiscal adicional podría lograrse mediante una combinación de varias medidas, como acciones adicionales de ingresos, revisión de gastos, reducción de vínculos entre ingresos y gastos, medidas de contingencia, entre otras. No obstante, el documento consideró el mantenimiento de los gastos en el nivel permitido por el marco fiscal.