La presentación de la Campaña del Domund 2024 en la sede de la Delegación episcopal de Misiones, en Oviedo, marcó un hito significativo en la labor misionera de la Iglesia. Bajo el lema «Id e invitad a todos al banquete», se destacó la importancia de la Jornada Mundial de las Misiones, que se celebrará el próximo domingo 20 de octubre.
El Delegado episcopal de Misiones, el sacerdote Pedro Tardón, enfatizó la relevancia de esta jornada para la Iglesia, recordando que Asturias cuenta con 112 misioneros distribuidos en diversas partes del mundo, en su mayoría mujeres con una edad avanzada. Asimismo, resaltó el compromiso solidario de Asturias con las misiones, subrayando la significativa recaudación del año anterior, que ascendió a 268.780 euros. Esta cantidad, aunque variable de un año a otro, refleja el constante apoyo de la comunidad a las Obras Misionales Pontificias.
La presencia del misionero Serafín Suárez, quien regresó recientemente a España tras treinta años en Zimbabue, añadió un testimonio conmovedor sobre el impacto directo de las donaciones para el Domund. Suárez destacó que durante su tiempo en África, logró establecer clínicas, escuelas secundarias y pozos para agua potable, además de facilitar el transporte de enfermos a hospitales distantes. Su testimonio subrayó la importancia vital de seguir apoyando la labor misionera para llevar la Palabra de Dios a todos los rincones del mundo.
En esta presentación también participaron los seminaristas Edgar Perales y Rafael García, quienes compartieron su experiencia misionera en México durante el verano. En la diócesis de Tlapa, Estado de Guerrero, los seminaristas trabajaron en la catequesis para aquellos que se preparaban para recibir los Sacramentos. Su labor se centró en brindar apoyo espiritual a personas sedientas de Dios, evidenciando la relevancia del trabajo misionero en contextos de gran necesidad.
El relato de los seminaristas resaltó la labor integral de la Iglesia en la misión, no solo acercando a las personas a Jesucristo, sino también acompañándolas en sus desafíos cotidianos, desde cuestiones de salud y educación hasta necesidades básicas como el suministro eléctrico. Este enfoque holístico demostró la vitalidad de una Iglesia comprometida con las dimensiones humanas y espirituales de quienes atiende.
La Campaña del Domund 2024 se presenta como una oportunidad para renovar el compromiso con la labor misionera, reconociendo su impacto transformador en comunidades alrededor del mundo. La generosidad y solidaridad demostradas por la comunidad asturiana son un testimonio elocuente del espíritu misionero arraigado en el corazón de la Iglesia. En este contexto, el lema «Id e invitad a todos al banquete» adquiere un significado profundo, recordándonos la responsabilidad compartida de extender la invitación divina a todos los rincones del mundo.
La Jornada Mundial de las Misiones representa un llamado a la acción y a la solidaridad, recordándonos que cada gesto de apoyo contribuye a llevar esperanza y amor a quienes más lo necesitan. En este sentido, el Domund no solo es una colecta anual, sino un recordatorio tangible del mandato misionero que nos desafía a salir al encuentro del otro, llevando el mensaje de salvación y consuelo a aquellos que anhelan ser parte del banquete de la fe.
En un mundo marcado por desafíos y necesidades crecientes, la labor misionera adquiere una relevancia ineludible. La Iglesia, a través del Domund, nos invita a ser agentes de cambio y esperanza, recordándonos que cada contribución, por pequeña que parezca, tiene un impacto significativo en la vida de aquellos que son alcanzados por el amor de Dios a través de las misiones.
La Campaña del Domund 2024 nos desafía a reflexionar sobre nuestra responsabilidad como miembros de una comunidad global interconectada. Nuestro compromiso con la labor misionera trasciende fronteras y culturas, recordándonos que somos parte de un cuerpo que se edifica mutuamente en el amor y la solidaridad. Que esta jornada mundial nos inspire a renovar nuestro compromiso con las misiones, llevando luz y esperanza a cada rincón del mundo donde se anhela escuchar la invitación al banquete divino.
Javier Pertierra – Director UE
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