A pesar de las restricciones presupuestarias, el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) confirmó a DEF que las obras del reactor RA-10, el Centro Argentino de Protonterapia y el CAREM seguirán adelante.
En diálogo con DEF, Germán Guido Lavalle, flamante titular del Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), se mostró confiado en que la ampliación presupuestaria que ha recibido el organismo le permitirá seguir adelante y cumplir con los plazos de los proyectos que están en construcción: el reactor RA-10, el Centro Argentino de Protonterapia y el prototipo de reactor modular CAREM.
Respecto de los desafíos que implica el cargo que asumió en mayo pasado, Guido Lavalle admitió que lo sorprendió el llamado, pero consideró que “era el momento de aceptar y dedicar un tiempo a la función pública”.
Formado en el prestigioso Instituto Balseiro, donde se doctoró en Ingeniería Nuclear, fue gerente de Relaciones Internacionales y Transferencia Tecnológica de la CNEA entre 1996 y 2000. Posteriormente, se dedicó a la docencia, donde fue rector del ITBA y de la UADE. En la actividad privada, fundó Candoit, su propia empresa de ingeniería y desarrollo de software.
La continuidad del RA-10 y de Centro de Protonterapia
-¿Por qué es tan importante el reactor RA-10? ¿Cuándo estará funcionando?
–Argentina es el primer exportador de reactores de experimentación y producción de radioisótopos. Lo hacemos a través de INVAP. Tenemos una producción muy importante de radioisótopos, entre ellos el molibdeno y el cobalto-60, para tratamientos médicos e industriales. Con todo sentido, queremos renovar el reactor que tenemos hoy, el RA-3, que está hace 40 años.
Hay una demanda importante en el mundo de lo que nosotros podamos irradiar en el nuevo reactor, ya sea para uso médico e industrial; tiene aplicaciones incluso ornamentales, para irradiar piedras preciosas o silicio. Entonces, dentro del marco de restricciones presupuestarias que todo el país tiene, le damos prioridad al cumplimiento de los plazos del proyecto. Eso implica empezar las maniobras de prueba a mediados de 2025 y, hacia fines del próximo año, empezar a operar.
-¿Cuál es el avance de las obras del Centro Argentino de Protonterapia?
–La parte convencional de radioterapia puede entrar en funcionamiento este año y empezar a brindar servicios a los pacientes. Estamos tramitando las habilitaciones y firmando los convenios correspondientes porque el sector médico lo reclama. Con respecto a la protonterapia, estamos en los plazos para poder empezar a funcionar a finales del año que viene.
Un hito importante ha sido la puesta en posición del núcleo de ese sector de protonterapia: el ciclotrón. Resta poner a punto todos los servicios y la infraestructura que la máquina requiere. También es importante entrenar al equipo médico para utilizarla. Es una máquina muy avanzada. Y hay que salir a ofrecer estos servicios, que son muy costosos y muy precisos, a toda la región.
-¿Cómo será modelo de gestión?
–Lo que ha hecho la CNEA en temas médicos es establecer fundaciones con socios locales relevantes vinculados con la salud. En este caso, la Fundación Centro Argentino de Protonterapia estará integrada por la CNEA y la Universidad de Buenos Aires (UBA). La obra está ubicada en un terreno de la UBA, donde el Hospital Roffo tiene muchos años de experiencia en ese sentido. Nos pareció lógica esta asociación con la UBA.
El reactor CAREM: evaluación crítica y futuro del proyecto
-Con respecto al reactor CAREM, ¿en qué etapa está el proyecto?
-Lo que estamos haciendo es una evaluación crítica de diseño, para la cual convocamos a expertos independientes. Eso se está dando en paralelo con la continuidad de la obra. En cualquier proyecto innovador, lo natural es poner hitos y plantearnos problemas que no estén resueltos, no hayan sido suficientemente probados o no tengan la madurez tecnológica suficiente. Con ese aporte, vamos a mejorar el proyecto.
-Entonces, las obras no están paralizadas…
-Se maximizó en los medios la afectación que tenía el tema de los fondos fiduciarios y presupuestarios. El proyecto del CAREM tiene más de 1.500 personas trabajando y, en marzo, se desvincularon unas 70 personas. No es significativo. Paramos algunas obras civiles, que no estaban en el edificio del reactor ni en la parte principal de la construcción. Vamos a dedicar todos los recursos disponibles a la parte de ingeniería y de los grandes componentes electromecánicos, que son los que marcan el rumbo de la construcción de un reactor nuclear, como son el recipiente de presión y los generadores de vapor.
-¿Cuál es el objetivo, una vez que esté concluido el prototipo?
-Con esta experiencia, el camino normal es hacer el diseño conceptual y básico de un segundo reactor, que denominamos “CAREM comercial” o “CAREM Plus”. Una de las condiciones fundamentales de este segundo proyecto es observar cuáles son las condiciones del mercado. Eso es lo que vamos a hacer en los próximos meses.
-¿Cómo se puede posicionar el CAREM en el mercado internacional de pequeños reactores modulares?
–INVAP tiene una experiencia en el mercado internacional, vendiendo reactores experimentales al mundo. La idea es hacer sinergia con ellos para que nos ayuden a evaluar el mercado. Hay unos 80 proyectos en el mundo y nosotros somos parte de esa oportunidad nuclear. Con nuestro conocimiento, la tenemos que saber aprovechar y beneficiarnos de esa ventaja que tenemos.
La parada técnica de Atucha I y el debate sobre la cuarta central
¿En qué consiste la parada técnica de la central Atucha I?
-Así como ya ocurrió con la Central Nuclear Embalse, todas las obras de ingeniería de esta dimensión tienen una vida útil. En los reactores nucleares, en general, son 30 años de plena potencia, es decir, operando al 100%. Eso se está cumpliendo ahora y no conviene postergar la parada técnica de Atucha I. Vamos a hacer lo que se denomina técnicamente un revamping, adecuando las condiciones de seguridad, y eso nos va a permitir seguir operando la central por otros 20 años.
El proceso nos va a llevar unos dos años. En el contexto actual, es cierto que a la infraestructura eléctrica del país no le sobra potencia instalada. Por suerte, tenemos una Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) independiente, que es la que nos indica cuándo debemos dejar de operar las centrales y hacer las modificaciones necesarias para extender su vida útil.
-En su momento se firmaron acuerdos con China para la construcción de la cuarta central nuclear. ¿Cuál es la evaluación que hacen en la CNEA?
-La Comisión no ha participado mucho de esa discusión, que ha quedado en manos de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), empresa operadora de las centrales. La decisión es de NA-SA. Nosotros podemos expresar nuestra opinión.
En ese marco, la primera pregunta que debemos responder es si hace falta o si es positivo contar con más energía de origen nuclear en el parque eléctrico actual. Y la respuesta no es tan fácil, porque el gas es un insumo barato y abundante en la Argentina. Entonces, no se justifica comprar una central nuclear “llave en mano” a China para abastecer de energía eléctrica a la Argentina.
Si hay una participación del sector nuclear argentino y un desarrollo local, entonces sí, sobre todo pensando en la futura exportación de esos reactores, como ocurre con el CAREM.
–Desde sectores críticos con el Gobierno, se habla del impacto negativo que puede tener el alineamiento de nuestra política exterior con EE.UU. Se menciona lo ocurrido en la década del 90. Usted participó en la gestión de la CNEA en esos años. ¿Qué hay de cierto?
-En los 90, la firma del Tratado de No Proliferación (TNP) y el ingreso de Argentina al sistema de salvaguardias nucleares le abrió a nuestro país las puertas para establecer una colaboración mutua con el Departamento de Energía de EE. UU.. Fue muy importante para el país; nos ayudó a la producción de molibdeno con uranio de bajo enriquecimiento, que luego hemos exportado.
En la actualidad, es cierto que a EE.UU. puede no gustarle el vínculo de Argentina con China y el reactor Hualong (modelo chino propuesto para la cuarta central nuclear), pero es un tema exclusivamente comercial. Lo que yo estoy viendo es una gran predisposición estadounidense para colaborar en los diversos proyectos que tenemos. En ese sentido, nosotros somos soberanos y no hay un alineamiento que impida que nos relacionemos con todo el mundo.
Mariano Roca
Fuente de esta noticia: https://defonline.com.ar/energia-mineria/el-nuevo-titular-de-la-cnea-aseguro-que-no-se-pararan-las-obras-del-sector-nuclear-argentino/
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