En un encuentro trascendental al concluir el Consejo de Seguridad en Samaniego (Nariño), el Presidente Gustavo Petro delineó una estrategia innovadora para combatir las economías ilícitas y promover el desarrollo sostenible en la región. Anunció con determinación la creación de una empresa comercializadora de oro respaldada por el Estado, con el objetivo de adquirir este recurso en el departamento de Nariño. Esta iniciativa no solo busca regularizar el mercado del oro, sino también garantizar el pago de impuestos municipales y departamentales, cumpliendo rigurosamente con la normativa legal y tributaria.
Petro destacó la urgencia de una amplia reforma en el proceso de titulación, reconociendo que la regularización del oro es un paso crucial para desalentar el flujo de oro ilícito hacia otras regiones del país, como Segovia (Antioquia). Subrayó que esta medida es esencial para erradicar la ilegalidad y promover un mercado justo y transparente.
En su intervención, el presidente enfatizó el vínculo entre las economías ilícitas y la violencia, especialmente en áreas donde la cocaína y la minería ilegal son predominantes. Hizo hincapié en la importancia de abordar estas problemáticas de manera integral, más allá de simples operativos de incautación. Mencionó acciones pasadas, como la confiscación de grandes cantidades de cocaína en el mar y la destrucción de dragas utilizadas en la minería ilegal, pero señaló la necesidad de ampliar el alcance de las medidas adoptadas hasta el momento.
Petro presentó una visión ambiciosa para la transformación del territorio, destacando que la paz no se logra únicamente con medidas militares o judiciales, sino a través de un desarrollo integral y sostenible. Propuso la sustitución de cultivos ilícitos por alternativas legales, como café y cacao, y resaltó la importancia de brindar apoyo gubernamental para impulsar estas nuevas actividades económicas.
En este sentido, subrayó la necesidad de infraestructura básica, como carreteras, hospitales y universidades, así como el acceso a créditos con tasas de interés bajas para los agricultores. Destacó el papel fundamental de la colaboración entre el gobierno y la comunidad para lograr estos objetivos y enfatizó que el momento de actuar es ahora.
El presidente Petro concluyó su intervención reafirmando su compromiso con la construcción de una paz duradera, basada en una economía que promueva la prosperidad y el bienestar de todos los ciudadanos. En este contexto, instó a la población a organizarse y colaborar activamente con el gobierno en la materialización de estas iniciativas transformadoras. En palabras del mandatario, el tránsito hacia una economía de paz y prosperidad es el verdadero camino hacia la reconciliación y el desarrollo sostenible.
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