Donald Trump esperó más de cuatro horas este jueves 25 de enero para declarar durante menos de cinco minutos ante un jurado en un tribunal federal de Manhattan. El expresidente fue demandado en un proceso civil por “difamación” y apenas dijo tres breves frases antes de ser interrumpido por incumplir las instrucciones dadas por el juez Kaplan, encargado del caso.
De las treinta palabras que pronunció, casi la mitad fueron borradas de la transcripción final de la vista, el documento en el que se basará el jurado para decidir su suerte judicial. “Usted no puede controlarse”, se había lamentado el juez Kaplan la semana anterior, durante un primer y tenso intercambio de palabras con el expresidente.
Relativamente tranquilo, moviendo la cabeza en señal de desaprobación, Donald Trump hizo precisamente lo que el juez le había prohibido ante los miembros del jurado (siete hombres y dos mujeres): negar los hechos de los que ya ha sido declarado culpable.
Donald Trump fue condenado a pagar cinco millones de dólares por daños civiles en mayo de 2023 por agredir sexualmente y luego difamar a la periodista estadounidense E. Jean Carroll. Trump, ausente en ese momento de las audiencias, volvió a cuestionar este jueves en Nueva York el veredicto y lo que consideró una “falsa acusación”. Al hacerlo, repitió unas declaraciones que ahora le han valido una segunda demanda por difamación por parte de E. Jean Carroll.
El caso, que estalló en 2019, se aventura en “territorio peligroso”, en palabras del propio Donald Trump. Ilustra la fuerza del movimiento #MeToo al otro lado del Atlántico, pero también la potente reacción que espera a quienes aún se atreven a atacar a hombres poderosos.
En Nueva York, el debate está aún más candente porque una excepcional ley local de 2022 permitió a las víctimas adultas de agresiones sexuales demandar civilmente a sus presuntos agresores por hechos que, de otro modo, habrían prescrito. E. Jean Carroll fue una de las primeras y más visibles beneficiarias de esta ley. En el resto del país, el debate es tanto más divisivo cuanto que Donald Trump, candidato a la reelección, ha hecho de sus problemas legales uno de sus principales, y más eficaces, argumentos de campaña.
El caso contra él y E. Jean Carroll va, pues, más allá de los simples hechos, y plantea una serie de interrogantes, empezando por la relación de Donald Trump con las mujeres, a las que admitió en 2005 “agarrar por el coño”. Las mujeres estadounidenses, por su parte, se han ido alejando progresivamente del Partido Republicano y de Donald Trump, en particular en las urnas.
Según el centro de investigación estadounidense Pew, “la proporción de mujeres que se identifican o se inclinan por el Partido Demócrata”, de hecho, “ha aumentado hasta el 54% en 2016 y el 56% en 2017”. Se trata de “la brecha más amplia” jamás registrada. Según las cifras de Associated Press y Fox News, que también ha publicado la prensa estadounidense, Donald Trump perdió el voto femenino frente a Joe Biden en 2020 por 12 puntos. E incluso 31 puntos si nos fijamos en el voto de las mujeres tituladas.
En Estados Unidos, las mujeres suelen votar más que los hombres (el 63% de las votantes femeninas lo hicieron en 2016, frente al 59% de los votantes masculinos) y ya están enfadadas con la mayoría ultraconservadora del Tribunal Supremo, nombrada por Donald Trump, que en junio de 2022 eliminó el derecho constitucional al aborto.
Ante este panorama, ¿qué impacto tendrá este nuevo caso E. Jean Carroll? ¿Y el asunto Stormy Daniel’s, llamado así por una actriz de cine pornográfico a la que Donald Trump supuestamente sobornó para que guardara silencio por 130.000 dólares? Este juicio comenzará dentro de unas semanas.
Donald Trump ha lanzado una serie de ataques en su defensa. Ha explicado que no era más que una víctima. Hace unos días, en Iowa, el expresidente acusó a E. Jean Carroll de “fabricar” su historia y atacó al juez Kaplan, retratado como un demócrata “radical”. El juez Kaplan fue nombrado en 1994 por Bill Clinton.
Para Mary-Kate Lizotte, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Augusta (Georgia), la contundente victoria de Donald Trump en Iowa el 15 de enero en las primeras primarias republicanas (30 puntos de ventaja sobre su rival, Ron DeSantis) podría ocultar, sin embargo, divisiones más profundas en el seno del Partido Republicano.
Sobre el asunto de E. Jean Carroll, Mary-Kate Lizotte señala “el trabajo que estamos realizando actualmente con algunos colegas muestra un gran porcentaje de republicanos que no están de acuerdo con su partido sobre el aborto. Es menos del 20%, pero puede marcar la diferencia”. Datos recientes de Iowa”, afirma Mary-Kate Lizotte, “muestran también que casi un tercio de los partidarios de Nikki Haley serían más propensos a votar a Joe Biden”.
Hasta ahora, sin embargo, Trump parece beneficiarse de sus reveses judiciales. Parece que todos estos avatares galvanizan a su base electoral, para la que Trump parece ser el único baluarte contra las instituciones corruptas. Entre sus partidarios, sus índices de popularidad y sus donaciones han subido al ritmo de las demandas. Cuatro millones de dólares, por ejemplo, se recaudaron en las veinticuatro horas siguientes a su primera acusación, en marzo de 2023, por el caso Stormy Daniels.
En Nueva York, E. Jean Carroll, de 80 años, no había visto a Donald Trump desde la agresión sexual, que tuvo lugar a mediados de los 90 en Manhattan, en el probador de unos grandes almacenes. Ese día, Donald Trump le bajó violentamente las medias para introducirle los dedos y después el pene en la vagina, según relató la periodista el pasado mayo. Sin embargo, los miembros del jurado del primer juicio no consideraron que hubiera sido violada.
Los hechos se hicieron públicos por primera vez en 2019, en un libro escrito por E. Jean Carroll. En aquel momento, Donald Trump negó inmediatamente las acusaciones desde su despacho en la Casa Blanca. “Si alguien tiene información que pruebe que el Partido Demócrata está trabajando con la señora Carroll […] por favor háganoslo saber […] La gente debería pagar caro por acusaciones falsas como estas”, había dicho el 21 de junio de 2019. “La gente debería tener cuidado porque están jugando en un territorio muy peligroso”, había añadido al día siguiente.
“¿Ha recibido amenazas de muerte?” en relación con estas declaraciones, cuestionaron esta semana los abogados de E. Jean Carroll. “Cientos”, respondió ella en el estrado.
“Lo que realmente me afectó fue la parte en la que [Donald Trump] pide información sobre mí. Donde dice que la gente como yo debería pagar caro”.
“¿Pagaste caro?”, insistieron los abogados. “Tanto como ha sido posible“, respondió.
Los dos desmentidos de Donald Trump de junio de 2019 han circulado ampliamente, llegando hasta 100 millones de personas, según un experto convocado por los abogados de E. Jean Carroll. Restaurar su reputación costaría 12 millones de dólares. La periodista, que ahora duerme con una pistola junto a su cama, pide diez. El veredicto podría anunciarse en los próximos días.
[Donald Trump ha sido condenado este viernes por un jurado federal a pagar 83,3 millones de dólares por daños y perjuicios a la columnista E. Jean Carroll, quien acusó al expresidente de Estados Unidos de destruir su reputación como periodista al negar que la violó] .Fuente de esta noticia: https://www.infolibre.es/mediapart/too-persigue-trump-campana-regresar-casa-blanca_1_1698936.html
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