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Mié. Nov 6th, 2024
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Yocheved Lifshitz se despide amablemente de sus captores de Hamás, mientras es entregada a paramédicos en una ambulancia.

En medio del complicado conflicto entre Israel y Palestina, una historia humana emerge con un matiz sorprendente. Yocheved Lifshitz, una mujer sionista de 85 años, fue liberada por el grupo palestino Hamás después de más de dos semanas en cautiverio en Gaza. Su relato arroja luz sobre el trato que recibió durante su tiempo como rehén y ha desatado el enojo en las autoridades israelíes y críticas en la ciudadanía.

Yocheved Lifshitz, residente del kibutz Nir Oz, una comunidad sionista cercana a la Franja de Gaza, se encontraba en medio de una de las comunidades atacadas por militantes de Hamas el 7 de octubre. A pesar de las difíciles circunstancias que vivió, su testimonio sorprende.

Según Lifshitz, durante su cautiverio, fue tratada de manera sorprendentemente humanitaria. Un médico visitaba regularmente a ella y a sus compañeros cautivos cada dos o tres días para proporcionarles medicamentos. Incluso su marido, también de avanzada edad y entre los más de 200 cautivos que aún se encuentran detenidos en Gaza, recibía atención médica adecuada.

Cuando se le preguntó por qué estrechó la mano de un militante en el momento de su liberación, Lifshitz respondió: “Nos trataron con amabilidad y cubrieron todas nuestras necesidades”. Esta declaración resalta la percepción de la cautiva sobre sus captores.

Según su relato, Lifshitz describió a sus captores como personas “muy amigables” y “muy corteses”. Fueron responsables de mantenerla junto con otros cuatro cautivos, lo que, según ella, requirió una preparación meticulosa. Sus captores, aparentemente, estaban bien preparados y equipados con todo lo necesario para mantener a hombres y mujeres en cautiverio. Incluso se aseguraron de proporcionar artículos esenciales como champú.

La mujer también cuenta que fue golpeada en lo violento del ataque del 7 de octubre, y que tiene dolores en el abdomen como consecuencia de algunas agresiones físicas.

“Hamás nos trató bien y con respeto”

Un detalle interesante que Yocheved Lifshitz compartió sobre su tiempo en cautiverio fue su experiencia con la comida. A pesar de la situación, compartía comidas con sus captores. Sus comidas consistían en pitas con queso crema, queso derretido y pepinos. Aunque sencilla, esta comida se convirtió en la comida del día para Lifshitz y sus compañeros de cautiverio, y era exactamente lo que comían los milicianos de Hamás.

No obstante, el relato de esta octogenaria cautiva se encuentra en un contexto más amplio. Su liberación se produjo tres días después de que una mujer estadounidense y su hija también fueran liberadas, lo que indica una posible dinámica en la que las liberaciones fueron parte de una estrategia más amplia.

El medio árabe Al Arabiya News publicó que, según fuentes, funcionarios israelíes están “decepcionados con la descripción que Lifshitz hace del cautiverio a manos de Hamás”. El portal estatal sionista Kan News informó que, desde el gobierno vieron como un “error” permitir que la anciana mujer diera una conferencia de prensa con medios de todo el mundo en vivo.

Según los informes, el marido de Lifshitz está desaparecido y se presume que se encuentra retenido en la Franja de Gaza por Hamás, aunque esto no ha sido confirmado. Sentada en una silla de ruedas, dijo a los periodistas que la llevaron a través de una red de túneles en forma de telaraña dentro de Gaza.

Fuente de esta noticia Diario LARED21 Digital Uruguay.


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