
Por María P. Amoure
5 datos para entender la caída de matrícula en CABA
- –44% de nacimientos en una década: pasaron de 43.716 a 24.690 anuales.
- Fecundidad en 1,09 hijos por mujer: muy por debajo del nivel de reemplazo (2,1).
- 35% de pobreza en la Ciudad: miles de familias no llegan a cubrir la canasta.
- Caída en estatales y privadas por igual: más de 12.000 chicos menos proyectados entre jardines y primaria en ambos sistemas.
- Cierres y fusiones en alza: más de 200 cursos y salas afectados, con foco en el sur porteño.
La Ciudad de Buenos Aires exhibe el dato perfecto para un discurso tecnocrático: nacen muchos menos chicos que hace diez años y las aulas se vacían. Con ese diagnóstico, el Gobierno porteño justifica cierres de salas, fusiones de cursos y una reconfiguración silenciosa del sistema educativo. Pero cuando se miran todos los números, la foto cambia: no es solo natalidad, es pobreza, expulsión urbana y negocio privado.
El dato duro: derrumbe de nacimientos, fecundidad por el piso
En menos de una década, los nacimientos anuales en la Ciudad cayeron de 43.716 a 24.690, una baja cercana al 44%, según datos oficiales citados por el propio Gobierno porteño.
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El último informe de fecundidad del Instituto de Estadísticas porteño muestra:
- Tasa Global de Fecundidad (TGF) 2023: apenas 1,09 hijos por mujer, el valor más bajo de toda la serie histórica.
- En 2006 la TGF era de 1,86, y desde entonces no volvió a alcanzar el nivel de reemplazo generacional (2,1).
- En todas las comunas la fecundidad se mantiene por debajo del reemplazo; el sur muestra niveles algo más altos, pero sigue en descenso.
El problema es que esa ecuación omite variables clave.
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La propia estadística del Gobierno porteño muestra que más de un tercio de la población de la Ciudad es pobre. En el primer trimestre de 2024, la pobreza alcanzó al 35,1% de las personas en CABA, en un contexto de inflación anual superior al 240% y derrumbe del consumo.
Algunos datos estructurales:
- La canasta básica total para un hogar tipo con dos hijos superó los $640.000 mensuales en agosto de 2024.
- La desocupación subió al 7,3% en el primer trimestre de 2024 y se desplomaron las ventas en shoppings y electrodomésticos (caídas interanuales de hasta 46% y 54%).
- Entre quienes tienen empleo precario, la proporción de trabajadores pobres llegó al 58,8%, el valor más alto desde 2019.
En paralelo, la Ciudad se encareció de forma brutal: alquileres, expensas, servicios, transporte. Eso empuja a miles de familias, sobre todo con infancias, hacia el conurbano, donde el costo habitacional baja, aun a costa de viajes más largos y servicios más precarizados.
El propio informe de fecundidad porteño reconoce que aproximadamente la mitad de los nacimientos que ocurren en la Ciudad corresponden a madres residentes en el Gran Buenos Aires, es decir, que el lugar donde se registra el parto no coincide necesariamente con el lugar donde crecen los bebés.
Traducido: no es solo que nacen menos; también hay familias que se van del distrito porque no lo pueden pagar.
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Los privados tampoco llenan las aulas: el negocio y el filtro social
El relato oficial sugiere que el Estado se “achica” porque ya no hay chicos. Pero las propias proyecciones del Ministerio de Educación porteño muestran algo incómodo: la caída de matrículas impacta tanto en escuelas estatales como privadas.
Según un análisis reciente, elaborado con datos oficiales:
- La matrícula de ingresantes a primer grado cayó un 25% entre 2020 y 2025, tanto en escuelas estatales como privadas.
- Entre 2023 y 2026 se proyecta que habrá 7.400 estudiantes menos en los jardines estatales y 7.600 menos en los privados.
- En primer grado, entre 2023 y 2028, las escuelas estatales perderían unos 6.000 alumnos y el sector privado unos 5.700.
Es decir: la baja de inscripciones no se limita a la escuela pública. La combinación de crisis de ingresos, aranceles en aumento, “cuotas extras” y servicios tercerizados empuja a muchas familias a:
- sacar a sus hijos de privados y pasar a la escuela estatal, o
- directamente cambiar de jurisdicción o de proyecto de vida educativo (trabajo temprano, menos años de estudio, etc.).
En este contexto, la Legislatura porteña avanzó con la creación de un Registro Público de Vacantes para colegios privados incorporados al sistema oficial, para ordenar una oferta que también tiene lugares libres.
La propia dinámica lo deja claro: si el problema fuera solo “sobran escuelas públicas”, no haría falta un registro para transparentar vacantes… en los privados.
Cierres, fusiones y recortes: cuando el ajuste se disfraza de “realidad demográfica”
Los números de gestión educativa muestran que el Gobierno porteño aprovecha la caída de matrícula para reducir infraestructura y compactar cursos:
- Durante 2024, CABA dispuso el cierre de cerca de 80 salas de Nivel Inicial, según una respuesta oficial a un pedido de informes legislativo.
- Se fusionaron más de 120 cursos de jornada simple, que pasaron a jornada completa “por falta de matriculados”.
- En primaria, la Ciudad enumeró más de 170 cursos de jornada simple convertidos en jornada completa. En secundaria, se registraron más de 115 cierres o fusiones en 23 escuelas, 18 de ellas sin inscriptos.
Mientras tanto, gremios como Ademys estiman que el número total de grados a cerrar en 2026 podría superar los 200, y denuncian que detrás de la reestructuración hay un “vaciamiento de la educación pública y beneficio a las escuelas privadas”, no solo una adaptación técnica a menos nacimientos.
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La narrativa oficial se apoya en una frase repetida por la vicejefa de Gobierno, Clara Muzzio: “Cuando cae la matrícula, la sustentabilidad de las escuelas se derrumba”, lo que derivaría “inevitablemente” en cierres y fusiones para bajar costos.
Pero esa supuesta inevitabilidad es una decisión política, no un dato natural:
- Podrían bajarse los ratios alumno/docente para mejorar condiciones pedagógicas en vez de cerrar secciones.
- Podrían reorientarse recursos hacia refuerzos escolares, equipos de orientación, jornadas extendidas reales, en barrios donde el 35% o más de la población está bajo la línea de pobreza.
- Podrían usarse aulas “vacías” para espacios culturales, de cuidado y apoyo escolar, en vez de dar de baja grados enteros.
El otro dato incómodo: pobreza infantil y futuro del sistema previsional
La baja natalidad se presenta como amenaza futura al sistema jubilatorio. Pero el propio Monitor de Desarrollo Humano porteño advierte que la recesión y la inflación ya empujan a una parte creciente de la población, especialmente trabajadores precarios, bajo la línea de pobreza.
Si hoy:las familias no llegan a cubrir la canasta,recortan consumo, y soportan alquileres imposibles, tener hijos se vuelve un lujo. No por “individualismo”, como insinúan algunos informes, sino por un modelo económico que precariza el trabajo, sube el costo de la vida urbana y recorta el Estado.
En ese contexto, los cierres de grados y fusiones de escuelas estatales funcionan como un doble castigo:
- menos oferta pública en los barrios populares (especialmente en el sur, donde se proyecta una reducción del 45% en escolaridad primaria hacia 2028),
- y más terreno liberado para el sector privado que, aun con caída de matrícula, sigue seleccionando por cuota, por examen o por “ajuste de perfil”.
Lo que no se discute
Si se toma en serio el diagnóstico demográfico, la respuesta no debería ser “achicar la escuela pública” sino reformular la política educativa y social en clave de derechos:
- Garantizar escuela estatal de calidad cerca de la casa, para que no dependa del poder adquisitivo ni del Código Postal.
- Bajar ratios alumnos/docente en vez de cerrar secciones, sobre todo donde hay chicos con necesidades de apoyo específico.
- Políticas de ingresos y alquiler que permitan que las familias con pibes sigan viviendo en la Ciudad, y no solo los hogares unipersonales de altos ingresos.
- Mayor financiamiento educativo, no menos: infraestructura, comedores, gabinetes psicopedagógicos, programas de revinculación y terminalidad.
Porque sí: hay menos nacimientos, y eso está medido con precisión.
Pero también hay:
- más pobreza,
- más precariedad laboral,
- más familias expulsadas de la Ciudad,
- y un proyecto de gestión que usa la estadística demográfica como coartada para ajustar la escuela pública.
Maria P. Amoure
Fuente de esta noticia: https://elargentinodiario.com.ar/analisis/30/12/2025/caida-de-la-matricula-en-caba-el-gobierno-habla-de-natalidad-los-numeros-senalan-ajuste-y-mercado/
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